❝ Sacudió la cabeza mirándome como si pudiera ver las profundidades de mi alma.
"Un maldita mentirosa" ❞
Una gran ola de aire entró a sus pulmones cuando se despertó de su pequeña siesta. Llevo una de sus manos a su pecho por inercia, frunciendo el ceño al escuchar esas palabras resonar en su cerebro.
min lilla flicka
Su cuerpo quedó rígido mientras que sus pelos se ponían de punta, hacia tiempo que no escuchaba ese... Conjunto de palabras. Apretó la mandíbula mientras que el aire hacia volar su azabache cabellos.
– ¿Ésis?– Giro su cabeza a la izquierda, recordando que no estaba sola. Meliodas la miraba con un extraño conjunto de sentimientos en su cara, colocó una de sus manos en su cabello, apartandolo de su rostro. El rubio la miro expectante, queriendo saber que fue lo que la sobresalto de tal manera justo después de caer dormida en uno de sus hombros.– ¿Todo bien?– Cuestionó, colocando un rebelde mechón detrás de su oreja.
Némesis solamente asintió, volviendo a mirar hacia delante después de quedarse unos segundos con su mirada conectada con la del ojiverde.
Sin duda nunca olvidaría esas palabras.
Se abrazo a si misma, frotando sus brazos, había bajado levemente el sol y se empezaba a notar, un corriente hizo que ella se estremeciera y Meliodas no paso eso por desapercibido. Con suavidad se saco su negro chaleco sin mangas y se lo puso por encima, Ésis levanto la mirada, observando que le había puesto, al darse cuanta de que era, se giro hacia él, y gracias a eso fue capaz de observar la hermosa sonrisa del rubio.
– No quiero que mi nena se enferme.–El ceño de Némesis dejó de estar fruncido cuando escucho de nuevo ese apodo, había pasado tiempo desde la última vez que lo había oído, así que acercándose al rubio, y después de ponerse correctamente el chaleco, que extrañamente le queda demasiado bien, se sentó en su regazo, escondiendo su rostro en su cuello y abrazandolo por el cuello. Meliodas soltó una alegre risa al verla de esa forma, tan tranquila, Serena, hasta Mimosa podría decir.– ¡Voy a tomar esto como un gracias!– Y con otra risa, rodeó con sus brazos el pálido cuerpo de la azabache, se quedaron en silencio, solamente se escuchaba los ruidos del ambiente.
Pero Meliodas noto algo extraño.
Némesis parecía luchar para no quedarse dormida.
– Duerme– Pidió él, apretando el cuerpo de la azabache entre sus brazos, ella negó con pesado y cansado movimiento de cabeza. Pero Meliodas, en un suave y cariñoso gesto, dejó un beso en la frente de la ojerosa mujer.– Lucharé contra los malos sueños si vienen a buscarte, no te preocupes y descansa por favor. –
Y con esas palabras, Ésis se sumió en un profundo sueño...
Sin pesadillas, ni nada de su oscuro antaño.
◖ ѕ ι η η є я ◗
– ¿Némesis?– Esta soltó un gruñido, acababa de despertarse de una tranquila siesta en los brazos del rubio. Ahora se encontraba de pie aún lado de él, su oscuro "vestido" junto con el chaleco de Meliodas, quien no se quejó en absoluto al ver lo bien que le quedaba, bailaba suavemente con el viento. En ese momento ya no estaban en el hombro de Diane, en cambio, ambos estaban encima de la Bolsa de la gigante, ya que Meliodas quiso revisar como estaba Elizabeth.– Me gustaría preguntarte algo.–
Y Némesis nisiquiera se inmutó, a pesar de lo mucho que detestaba las preguntas, por que ya sabía de lo que iban a tratar.
– No tuviste una buena infancia, ¿verdad?–
Silencio.
Meliodas dirigió con suavidad su mirada hacia el perfil de la azabache, sabía que eso era algo que ella no iba a decir fácilmente, y ,después de tanto tiempo con ella, el rubio ya sabía que debía tener paciencia si quería escuchar algo de la ojiazul. Noto como en sus ojos, un muy oscuro telón tapaban por completo los claros ojos de ella, convirtiéndolos en un profundo, oscuro y revuelto mar en tormenta. También, como su mandíbula se tensaba ante sus palabras.
Paso algo más de tiempo en silencio, el viento jugueteaba con los cabellos de los 2 Capitanes, pero de un momento a otro, Némesis abrió la boca.
– Yo...– Comenzó la azabache, con su suave y tranquila voz que le encantaba a Meliodas– Nunca tuve la oportunidad de ser...suave, por así decirlo. Siempre tuve los nudillos sangrientos y fragmentos de vidrio a mi alrededor.–
Se volvió a formar un profundo silencio, Meliodas asintió con suavidad, sabiendo que eso ya había sido un enorme esfuerzo para la azabache. Una suave sonrisa se formó en su rostro al ver de que forma había confiado en él, aunque sea para decirle solo unas cuantas palabras.
– Gracias Némesis.–
Y ella lo miro, sus ojos ya no estaban nublados, su hermoso azul hielo había vuelto. Y Meliodas no pudo dejar de mirar esos hermosos y espectaculares ojos.
– No me agradezcas. Tu me salvaste. Es lo mínimo que puedo hacer por ti.–
Una sonrisa más ancha apareció en el rostro del rubio.
◖ ѕ ι η η є я ◗
¡Feliz Año Nuevo!
Aunque para mi fue ayer, se que en Latinoamérica y así aún era hoy (?), así que lo Felicito aún así ❤.
Además de eso, os dejo un dibujo de como sería, más o menos, la ropa de Némesis en este capítulo uwu:
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Y si, es un dibujo mío ❤.
Y NO, NO ESTÁ SONRIENDO, Némesis no sonríe, eso no existe para ella JAJAJAJA
bueno, ¡hasta aquí mi reporte de hoy! Espero que os hubiera gustado este capítulo, y no os olvidéis de votar y comentar, ¡Me alegran muchísimo! ❤✨
