"No sé lo que quieres de mí Ni siquiera sabes mi nombre Dime lo que quieres de mí."
– ¡DIANE!– Apresurando sus pasos, King hizo que la, ahora, pequeña castaña se quedara quieta, con una cara larga y algo tristona– ¿Que le paso a tu cuerpo, como hiciste para obtener ese tamaño?– Cuestionó lo que todos se preguntaban– ¿Y donde se encuentra la Señorita Elizabeth? ¿Esta bien?–
Mirándose a los ojos, esperando una respuesta, lo que escucho King le hizo sobresaltarse. Otra voz femenina muy cerca de ellos se escucho, pero no era Diane quien estaba hablando.
– ¡Estoy aquí!– Exclamó la vocecita. Y, sin esperárselo, una pequeña manito apartó el pañuelo del traje de Diane, apareciendo de entre sus pechos, una pequeñisima y desnuda Elizabeth.
– ¿¡Señorita Elizabeth!?– Exclamó con total sorpresa la Hada, acercando su rostro y una de sus manos son pensarlo a la pequeña princesa.
Diane reaccionó, con una pequeña rojez en su rostro, cubriéndose sus pechos con sus brazos.– ¡Pervertido!– Contestó.
King solo pudo apartar el rostro totalmente rojo y avergonzado, comenzando a hablar si sentido hasta que sus ojos se encontraron con sus 2 Capitanes.– ¡Capitán!– Exclamó, intentando con una de sus manos parar un pequeño sangrado que había comenzado en su nariz.
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– Así que es por eso que estoy utilizando la ropa de Eli.– Comentó Diane, jugando con el collar en forma de Gema entre sus dedos, después de explicar el porque estaban de esa forma ambas. Al parecer, cuando iban de camino a recoger ingredientes para la cena, encontraron un Monstruo en forma de champiñón que no habían visto antes, Diane lo tomo como por un ingrediente y le dio un golpe, pero para su sorpresa, unas esporas comenzaron a salir de él, encogiéndolas de forma rápida, quedando Diane en una altura de humana normal y Elizabeth muy pequeñita.– Y ya que no queríamos perder nada, estoy usando también el pendiente y collar de Elizabeth...–
– Así que es por eso que Elizabeth está dentro de las Bubis de Diane...– Fue lo primero que salió de la boca del Capitán, quien escucho atentamente la historia con una de sus manos en el mentón.
– No seas tan vulgar.– Le contesto Némesis a su lado, pero sin darle tampoco mucha importancia, con sus brazos cruzados, mirándolo unos segundos antes de dirigir su mirada a las 2 jóvenes. Meliodas sonrió, apartándose su rubio cabello de la frente– Ese probablemente era un Champiñón Rey tipo TrompetaPolloMatango...– Murmuró, cerrando sus ojos unos segundos– Cuando se siente en peligro libera esporas que encogen a otros seres vivos.– Explicó, para luego guardar sus manos en sus bolsillos, encogiéndose de hombros.– No se cuanto puede durar sus efectos.– Terminó, dejando que su acento rodee sus palabras con suavidad. Su acento era extremadamente bonito para todos los que la escuchaban hablar.
