Capítulo 19

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La fiesta resultó ser tediosa, largamente tediosa. A pesar de que hacía esfuerzos por ser simpática con los anfitriones e, incluso, con el resto de invitados, la poca chispa que encontraba en el ambiente hizo mella en su actitud. Además, su esposo no tuvo la esplendorosa idea de sacarla bailar, teniendo que conformarse con danzar con otros caballeros que no eran él. No lo entendía; es más, la confundía con cada paso impredecible que él daba. Por no decir que una vez que habían llegado a la fiesta, se le olvidó todo el asunto de "ser amantes".  Se le olvidó por completo y el hecho de que la había besado un rato antes.

Era como si él estuviera indemne, en cambio, ella sentía que la rabia se la comía. Encima, soportar las atenciones de otros hombres le estaban provocando cierta manía, y más cuando, quería la de su marido. Cuando le tocó el turno a un caballero del cual todavía no había bailado, se vio a sí misma inventar una pobre excusa y alejarse de la pista de baile. Floyd, ajeno a ella, seguía conversando con los invitados.

 ¡Qué divertido!

Parecía ser que a ella le había quitado su tazón de leche. Su tazón. No se percató de que en la fiesta, estaba lord Plumfield, que se acercó, aprovechándose de su momentánea soledad. 

- Lady Floyd - la saludó. 

Como ella no había sido consciente de su presencia, cuando lo oyó, dio un respingo, que no le pasó desapercibido para él.

- No pretendía asustarla.

- Lord Plumfield - aunque su marido estuviera a pocos metros de distancia, eso no detuvo al caballero de coger su mano enguantada y darle un beso en la mano -. ¡Qué agradable verle!

- Supongo que será así ya que hace días que no nos hemos visto. ¿Problemas en el paraíso?

Ignoró el tono sarcástico con el que le habló.

- Lo siento mucho, John. He estado ocupada y el regreso de mi marido a la casa me ha sido imposible contactar con usted. Encima, cuando me acompañó a casa, de la fiesta de lady Steel, él estaba ya dentro y presenció nuestro beso.

- ¿Se enfadó con usted? 

Se apresuró en negarlo porque notó que lo había disgustado; su mirada se aceró. Cuando lo vio que iba a acercarse más, retrocedió.

- No, no lo hizo. Pero como comprenderá, no podemos seguir con nuestro idilio. 

- ¿Qué le ha prometido? ¿Acaso le ha pedido que me deje?

- Aún nada - masculló entre dientes y extendió el brazo para pararle-. Tampoco, me lo ha pedido. Es mi decisión, lord Plumfield - al no tutearlo, le dio entender de que su trato hacía él también había terminado ahí -.  No veo conveniente continuar cuando mi marido permanece en el hogar.

- Él le ha faltado el respeto con su amante, ¿por qué debería ser él, el egoísta en este asunto? ¿por qué debería tener esa consideración con él?

- Lo siento, John, pero aquí se acaba la conversación.

- Sophie, no lo creo. Dejaré correr un tupido velo, pero en ningún momento, creerá que le haya dejado.

No lo oyó más porque se fue de allí, sabiendo de que él cumpliría con su palabra. En su "huida", chocó con un muro, pero era más bien el cuerpo de su esposo, que tenía la mirada fija en Plumfield, que no se había ido.

- Me gustaría irme de la fiesta, por favor - el hastío se había convertido en una agobiante desesperación. 

- Está bien - le concedió y le rodeó sus hombros con un brazo mientras buscaban a los anfitriones y presentar sus disculpas por su temprana marcha de la velada. 

Se percató de su silencio.

- ¿No me va a preguntar? 

- ¿He de preocuparme por algo esencial del cual he de enterarme?

- ¿No le tienta saber si me ha pedido un encuentro después y que por remordimiento lo he rechazado?

Consiguió que se detuviera y la girase hacia él para observarla mejor.

- Si es así, ¿lo hubiera deseado? ¿Habría ido a su encuentro?

Estuvo tan tentada en decirle que "sí" para darle en las narices, para decirle que él no era el único que le encendía la sangre, que la mantenía en vilo por las noches desde su regreso a casa. Por no añadir, a raíz de su propuesta, estaba ansiosa y contrita consigo misma.

- No. 

- Entonces, no debo preocuparme.

Me odiarás   © #3 Saga MatrimoniosWhere stories live. Discover now