Último capítulo

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No particularmente la creía, sino que se sentía maldito si no lo hacía. 

Ansel se sintió morir cuando la vio en esa cama de una habitación decrépita. Podría haber pensado mal, dado que la escena estaba bien montada que un director de teatro habría envidiado por tenerla con sus actores, pero le extrañó más de una pieza que no encajara bien en ese escenario inventado. Edward, el principal. Luego, que no respondiera su esposa, laxa en el colchón. Cuando vio a Plumfield encima de ella, inconsciente, fue encender la llama de su cólera.

Afortunadamente, todo quedó en un mal recuerdo como si fuera una pesadilla vivida. Por otra parte, el amor que albergaba por su esposa, se profundizó más, echando más sus raíces en su corazón, llenándolo, abrigándolo. Solo que extrañaba ese "te amo" que se imaginó haber soñado entre otras cosas inconexas que no llegaba a recuperar. 

Sophie se esmeró en que los dos disfrutaran del aire libre después de que se recuperase del impacto que habían sufrido. Con la ayuda de los sirvientes, improvisó un picnic en el jardín trasero. A él lo llevaron con ojos cerrados, dejándose hacer.

- Ahora mismo podrías aprovecharte de mí - cuando los dejaron en la privacidad de la intimidad -, y no me quejaría.

La dama miró el cielo que aún se mantenía despejado y, luego, lo miró a él. Se acercó con una sonrisa afectuosa. Aún sin quitarle la venda de sus ojos, lo acarició en la mejilla.

- El problema sería que me ocultaría sus ojos cuando le tenga que comunicar algo importante.

Le quitó la venda y se vio envuelta por sus brazos y tumbada encima del mantel con el cuerpo de su esposo. 

- ¿Algo más que no sepa?

Soltó una risa y a él le encantó oírla. Le encantaba todo de ella, hasta las pequeñas arruguitas que se le creaban alrededor de sus chispeantes ojos. Sus dedos resiguieron cada línea, admirado. 

- Sabe que te quiero.

- ¿Ah, sí me quieres? 

- Sí, lo quiero mucho - a la vez que se lo decía y él no dejaba de acariciarla -, desde que me demostró cuán equivocada estaba.

- Las apariencias engañan. 

- Lección que tengo bien aprendida - torció su boca en mohín que le pareció muy tierno, porque aunque lo reconociera, todavía presumía de una pizca de orgullo -. Pero eso no es todo.

- ¿No lo es? Dime, esposa mía. Soy todo oídos.

Su esposa le instó a sentarse y frente a frente lo besó, sintiendo como el deseo los atrapaba bajo su abrazo. Se obligó a apartarse para continuar. Levantó su mirada hacia él, que se había tornado intensa y oscura, dejándola sin respiración por unos segundos.

- Te amo. No quiero que nada ni nadie me separe de ti. No podía soportarlo.

- Eres fuerte, Sophie.

- Lo sé, pero no me he sentido más sola cuando creí que estabas muerto.

Ansel le respondió a sus palabras con otro beso, que los electrocutaron por el sencillo placer de sentir de nuevo sus labios. Se apartó.

- Dime si no estoy en el cielo.

- ¿Por qué? 

- Confieso que no creí que me dijeras que me amabas, incluso... me resigné. 

- ¡No! Te amo y no sabes cuánto es la magnitud de ello.

El caballero cobijó su mejilla.

- Me lo puedo imaginar porque yo me siento igual - empezó a depositar besos con la ligereza de una pluma  por su rostro sin alejar su mano de la mejilla -. Te amo, Sophie. No me arrepiento de hacerlo desde que me fijé en ti. Puede sonar como un loco, de un iluso, pero es el amor que siento por ti. 

- Amor que acepto y correspondo, esposo mío. 

Ansel y Sophie sonrieron con la ternura del amor rebosándoles. 

Se inclinó sobre ella, pero lo detuvo unos dedos sobre sus labios.

- Hay otra cosa que tengo que contar.

- ¿Qué más me puede hacer feliz si ya sé que me amas?

Pero había algo más y estuvo equivocado. Aquello superó todos los sueños que una vez soñó.

Sophie, se lo contó en un susurro, compartiéndole la noticia como si fuera un secreto especial. El secreto del fruto de su amor. 

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Falta saber que les deparará a Edward, a Plumfield y a Florence Savage.

Puede que lo sabemos o no... 

Veremos  😉😉😉😉😉

Espero que os haya gustado!!!

Me odiarás   © #3 Saga MatrimoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora