Siento Que Me Gustas /-Killua X Male Reader-

Prólogo II / III

(Poco más de dos años después del anterior prólogo)

- Oh, es una pena. Parece que ya es la hora, puedes irte

Normalmente intentaría ser mínimamente "educado" pero a esta altura del día (o mejor dicho de la noche) estaba más que harto, por lo que me limité a suspirar de alivio mientras me levantaba de la cama con todo mi cuerpo adolorido.
La mujer con la que me había tocado estar hoy me miró desde el marco de la puerta del baño con un cigarrillo en la mano, mientras yo me ocupaba de recoger mi ropa del suelo alfombrado de la habitación para vestirme.

En cuanto terminé me dirigí a la puerta sin decir ni una palabra, pero la voz de la mujer me detuvo cuando acababa de poner mi mano en el pomo de la puerta.

- Espera un momento, deberías despedirte antes, ¿No crees?

Ah, maldita sea está bruja.
Intenté que mi resignación se viera lo menos posible mientras me acercaba de regreso con ella, la mujer sonrió en cuanto me detuve frente a ella.
Apartó el cigarrillo de sus labios para exhalar el humo directamente en mi cara, estaba lo suficientemente acostumbrado al desagradable aroma como para no toser, pero aún así tuve que contener una mueca de asco.

- Tienes un rostro tan lindo, y ese par de ojos tan peculiares...

Creo que si no fuera porque Alizee dice que le gustan mis ojos hace un buen rato que me los habría intentando sacar con una cuchara o algo así con tal de dejar de recibir halagos de personas tan repugnantes como esta. Aunque lo más seguro es que si hiciera eso mi padre me golpearía casi hasta morir por haber dañado su preciado método de pago.

- ... Incluso tu piel tiene su propio estampado natural, es tan hermosa...

Y me tenía que tocar precisamente una sadomasoquista obsesionada con las pieles de animales, su casa está llena de ellas así que no me sorprende que sea el milésimo comentario que me parece escuchar acerca de las pecas y cicatrices en mi piel durante las últimas horas.

Maldición, esto es tan jodidamente desagradable. La manera en que me mira.... Me hace querer vomitar.

La mujer me ofreció el cigarro que tenía en su mano, intenté aparentar normalidad mientras lo tomaba y me lo llevaba a los labios.
Odio fumar. Odio drogarme. Y me he visto obligado a probar ambas cosas muchas veces. A veces pienso que hubiera sido mejor que aquella sobredosis que tuve me matara.

Saqué el humo por la boca y los orificios de la nariz, era un pequeño truco que había aprendido accidentalmente. Era molesto y doloroso pero les encantaba, y lo comprobé una vez más al ver la brillante sonrisa que me dirigió la mujer mientras me recibía de regreso el cigarrillo.

- Como pensaba, es mucho mejor estar contigo que recibir el dinero de tu molesto padre. Salúdalo de mi parte, ¿Quieres? Te estaré esperando en el siguiente juego

Sería más correcto decir "estaré esperando que tu padre te usé para pagar la siguiente vez que lo haga perder todo en el juego" pero bueno, no me pondré exigente.

La mujer tomó mi mano y me hizo abrir la palma, pensé que iba a ser una de esas ocasiones en las que me daban algo de dinero como si fuera una puta barata, pero en su lugar tuve que apretar los dientes para evitar quejarme mientras me apagaba el cigarrillo en la palma de la mano.

- Para que me recuerdes, querido

Una de las cosas que más me parece repulsiva, es que creo que esta mujer tiene hijos. De cualquier forma, que se joda.