Siento Que Me Gustas /-Killua X Male Reader-

19. La curiosidad atrapó al gato

Killua

Me había comenzado a quedar dormido sin quererlo, aunque tan sólo me di cuenta de ello cuando cabecee y me desperté completamente por un momento.

Antes de que me volviera a dar sueño sacudí ligeramente la cabeza y miré mi regazo. _______ estaba durmiendo tranquilamente con su cabeza recargada en mis piernas.
Acaricié suavemente su mejilla lastimada con el dorso de mis dedos, él hizo una pequeña mueca de dolor y se quejó de una manera endiabladamente linda antes de cambiar ligeramente de posición y continuar durmiendo.

La fogata chisporroteó sorpresivamente fuerte y se robó mi atención por un instante.

- Aún sigue encendida...

Entonces supongo que no ha pasado tanto desde la última vez que le eché algo de madera para alimentarla.

Miré brevemente en dirección a la entrada de la cueva mientras jugueteaba con el cabello de _______, no sentía a nadie cerca...o bueno, a excepción de esa persona extraña que me ya estado siguiendo desde que comenzó la prueba. Aunque se ha mantenido neutral por lo que supongo que debe ser alguna clase de examinador.
Ahora que pongo más atención son dos, supongo que el otro es él que está vigilando a _______.

Realmente no son una molestia demasiado grande, así que no tengo razones para atacarlos... mientras se mantengan fuera de la cueva.

- Hmm, Killua..., ¿Sigues despierto?

- Sí, lo siento, ¿Te desperté?

_______ negó con la cabeza mientras se incorporaba lentamente para sentarse, al hacer eso mi camiseta se deslizó de sus piernas al suelo.
_____ no pareció darse cuenta de eso y soltó un corto bostezo mientras se estiraba un poco. Por un momento pensé que no iba a dormir más pero terminó acomodándose a mi lado de nuevo y recargando su cabeza en mi hombro para continuar durmiendo.

- Tsk, este tonto...

Ignoré el pequeño salto que había pegado mi corazón y me ocupé de acomodar mejor a _______.
El suelo de la cueva lucía incómodo, así que doblé mi camiseta para que sirviera de almohada improvisada.

- Parece que tienes el sueño pesado

_______ no se despertó en el breve rato que me tomó acostarlo en el suelo, me incliné un poco más para acomodar cuidadosamente su cabeza sobre mi camisa.

Tal vez sea por lo de hace un momento, pero ahora mismo él me parece tan... frágil. Siento que si soy demasiado rudo voy a romperlo, como si fuera una figura de porcelana.

Aunque he de admitir que en la torre trampas lo último que pensé es que ______ fuera débil. Depende tal vez demasiado de sus armas, pero supongo que tiene potencial...

-... para matar

Alejé ese pensamiento de mi mente y me centré en lo que estaba haciendo.

Cuando terminé y me pareció que _____ ya estaba lo más cómodo posible me dispuse a ir a sentarme, pero me entretuve un poco más cuando noté que las vendas alrededor de su cuello se habían aflojado ligeramente.

Por un instante pensé en ignorar eso, pero antes de que me diera cuenta la curiosidad me había ganado y estaba llevando mi mano hacia las vendas en su cuello.
Sólo un pequeño vistazo mientras las acomodo, tan sólo será un poquito...

A propósito o no, justo en ese momento a ______ pareció apetecerle girarse en medio de su sueño, lo cuál si bien no me complicaba la tarea de apartarle un poco las vendas si me hizo tener tiempo de sentirme algo culpable por lo que había pensado hacer.