56. La flor y el conejo I / II

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Pasé rápidamente a la carnicería para comprar algo de comida para los perros, aunque debido al estado lamentable en el que me encontraba le tuve que pedir a Gon que la comprara por mí mientras Killua y esperábamos sentados en una acera cercana.
Tenía múltiples heridas frescas en los brazos gracias al gato, y encima tan sólo conservaba una de las vendas de mis piernas después del revolcón que me dí en el canal, pero aún así no me arrepentía.

- Deberías ponerte tu sudadera o vas a enfermarte

- Estaré bien

Por desgracia apenas dije eso estornudé, algo que no ayudó mucho a tranquilizar a Killua.

- No quiero arruinar el regalo que me diste poniéndomelo cuando estoy así

-...entiendo, en ese caso

Killua se puso de pie un momento y se sacó el suéter que se había comprado el mismo día que me dió la sudadera. Me lo ofreció de inmediato, algo a lo que obviamente me negué.

- Va a echarse a perder, ahora mismo apesto y...

- No me importa, es sólo un suéter. Puedo comprar otro después, pero no quiero que te enfermes

A pesar de que me negué de nuevo Killua terminó convenciendome de aceptar. Me lo puse con bastante vergüenza, pero he de admitir que me sentí bastante mejor al cubrirme con algo seco y que encima estaba calientito gracias a qué lo había estado usando Killua.

- Gracias...

- _______, ¿Por qué te llamaban así?

- ¿Eh?

Voltee a ver a Killua, sabía perfectamente a qué se refería, pero prefería fingir ignorancia antes de tener que responderle eso precisamente a él.
El gato ronroneo a mis pies y se frotó contra mi pierna, al menos el ya está seco.
No es tan grande, pero se nota que creció estos meses que no estuve aquí.

Acaricié suavemente su cabeza, el mínimo cerró sus ojos mientras lo hacía. Sonreí suavemente, me alegra que esté bien.

-... olvídalo, puede esperar

- ¡_______! ¡Ya tengo la carne y los huesos!

Gon regresó con un par de grandes bolsas oscuras llenas de lo que él acababa de mencionar. Killua y yo nos pusimos de pie y entre los tres repartimos los huesos y carne entre el grupo de perros que se había quedado esperando obedientemente algunas calles más allá.

- Cuídense mucho, ya saben que no tienen que hacer ruido, y saben a qué basureros no deben acercarse, ¿Verdad?

Me despedí de cada perro por separado, tal vez fue porque llevaba años encariñandome con ellos...y tal vez también fue porque a pesar de estar tan cerca de Liz repentinamente tenía una sensación de ansiedad y emoción que me hacía querer posponer el encuentro lo más que pudiera.

- Hay un par más de personas buenas que también los alimentan, así que haganles caso, ¿De acuerdo?

Me aseguré de dejarles construidos un par de refugios que al menos aguantarían por unos años si es que nadie venía a destruirlos. Para cuando termine ya había pasado casi una hora más y había empezado a oscurecer, además tenía las palmas y rodillas raspadas y sucias, pero me sentía satisfecho con mi trabajo.

- Los quiero, intentaré regresar por todos ustedes en algún momento

Me rompió el corazón verlos quedarse tan tranquilos, meneando la cola suavemente mientras me alejaba. Me pregunto si entienden que no me volverán a ver en un buen tiempo...si es que me vuelven a ver algún día.

Siento Que Me Gustas /-Killua X Male Reader-Where stories live. Discover now