7. Mírame, por favor ayúdame

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El camino terminaba bruscamente a tan solo un par de metros después de un umbral sin puerta, dejando paso a un profundo precipicio del que no se alcanzaba a distinguir el fondo.
Frente a nosotros, en el centro de la sala, había una plataforma cuadrada elevada sobre un pilar con cuatro antorchas, una en cada esquina. Bastante más allá, al otro lado de la sala, había 5 personas encapuchadas y esposadas en un espacio idéntico al nuestro.

Me giré un momento para comprobar si no había otro camino que pudiéramos tomar, pero el pasillo por el que habíamos llegado había sido cerrado con una reja. Genial.

Me acerqué a Killua y miré alrededor en busca de algún cartel con indicaciones, pero no había nada.

- ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?

- No lo sé, ah, ¡Mira!

Hice caso de la indicación de Killua, de inmediato me di cuenta de que uno de los prisioneros acababa de ser liberado de sus esposas y se estaba retirando la capucha que le cubría el rostro. Tenía una voz fuerte y clara por lo que a pesar de la gran distancias que nos separaba pudimos entender sin ningún problema sus palabras.

- ¡Okey, okey! ¡Por lo menos estoy libre!

Sus cuatro compañeros permanecieron medio ocultos en las sombras del pasillo mientras él daba un par de pasos al frente, hasta quedar cerca del borde dónde terminaba el camino.
En cuanto su rostro fue claramente visible para nosotros lo reconocí y sentí una desagradable sensación de náusea subiendo por mi garganta. Instintivamente retrocedí un par de pasos y me oculté parcialmente detrás de Kurapika, el cual me miró con confusión.

- ______, ¿Sucede algo? Te ves un poco pálido

- ...no, no es...nada. Estoy bien

Mi padre nunca había aceptado darme como método de pago cuando se trataban de sus deudas con hombres, pero eso no siempre impedía que cuando iba a pagar deudas a alguna casa ajena esposos, familiares, amigos o incluso sirvientes aprovecharan para divertirse un poco conmigo.
La mayoría de las veces nunca pasaron de simples tocamientos y peticiones algo subidas de tono, pero hubo una horrible vez en específico que llegó mucho más lejos....y justamente tenía que tener al hombre con el que sucedió frente a mí.

Antes de sólo pensar en el sentía una horrible sensación de frío en el pecho, incluso me dolía el estómago tan solo de recordar vagamente lo que pasó, pero ahora mismo... ahora mismo estoy temblando de furia, y mi enojo sólo empeoró cuando el bastardo comenzó a hablar en nuestra dirección.

- ¡Somos los jurados de la prueba! ¡Nuestra misión es luchar contra ustedes! Las peleas son uno contra uno y una pelea por persona, ¡El orden de las personas es libre! ¡Tendrán que obtener tres victorias si quieren seguir!

¿Pelear? Perfecto. Voy a destrozar tu maldito rostro hasta que quede irreconocible.

- Las reglas son muy simples, ¡Todo está permitido! ¡La derrota de uno significa la victoria de su oponente!

Aún mejor, en ese caso podré usar mis armas, de otra forma por más que odie admitirlo no tendría mucha oportunidad.

- Solo tienen que decidir si aceptan esta prueba o no, "o" si aceptan y "x" si se rehúsan

- ¡¿Qué?! ¿Aún debemos escoger?

Está vez la razón sorprendida de Leorio tenía cierta justificación, era claro que en este punto solamente había una opción viable si es que queríamos avanzar en esta fase del exámen.

- Supongo que si nos rehusamos nos quedaremos aquí hasta que terminen las 72 horas

- En ese caso esto es otra pérdida de tiempo, ¡Si queremos calificar debemos pasar esto! ¡Es obvio que todos elegiremos "o"! O eso espero...

Siento Que Me Gustas /-Killua X Male Reader-Where stories live. Discover now