XX - "Asuntos"

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Desperté un tanto confundida por no reconocer el lugar a mí alrededor, pero la realidad me dio una bofetada, seguía en el departamento de Bruno.

Una cobija estaba ocultando la mitad baja de mi cuerpo y supuse que mi cabello era un desastre. Me puse de pie y doblé la cobija dejándola sobre el sillón. Me levanté de puntillas y estiré el cuello para ver si Bruno se encontraba en la cocina, pero no estaba ahí. Fruncí en entrecejo y me atreví a dar unos pasos saliendo de la sala. Me quedé entre el pasillo que se conecta con los dormitorios y el inicio de la cocina. Mordí mi labio inferior y di un paso hacia el pasillo. El último cuarto estaba iluminado y se escuchaban unos murmullos. Debía admitir que era demasiado curiosa, seguí mi camino hasta quedar justo enfrente de la puerta. Me di cuenta que la puerta esta entrecerrada. Seguía escuchando murmullos detrás de ella un poco más claros, intuyendo que Bruno hablaba por teléfono, así que con un dedo empuje la puerta dejándola tan solo un poco abierta como para que la pupila de mi ojo izquierdo se enfocara en el limitado espacio que tenía como vista. No veía a Bruno solo veía que las paredes de su cuarto eran en un color azul marino, la cabecera de su cama era color negro y las sábanas blancas.

-¿Me crees un imbécil?- escuche su voz, lo dijo calmadamente pero era claro que se avecinaba algo malo. Quise quitarme de la puerta y volver al sillón pero mi fastidiosa curiosidad me lo impedía. -¡Te he dado una puta semana para que consiguieras el dinero!- gritó haciéndome dar un saltito, me imagine que se encontraba rojo de coraje y con los ojos muy abiertos. Mis manos comenzaron a temblar y me preguntaba sobre que dinero hablaba.- Quiero ese dinero dentro de media hora, si no lo tienes considérate jodido- dijo con voz baja, pero esa amenaza me heló la sangre, ¿de que hablaba?- ¡Me importa una mierda! ¡Yo no hago tratos con adictos!- dijo a todo pulmón, me llevé las manos a la boca y las lágrimas estaban a punto de salir de mis ojos.- Mira idiota, ni se te ocurra escapar porque con quien me desquitaré será con tu noviecita, ¿Lucy?- lo escuche dar una carcajada- Esta muy buena esa perra para alguien como tú- Mi corazón se contraía con fuerza y un sollozo escapo de mi boca. Apreté mas mis manos contra esta rezando porque Bruno no haya escuchado mis lloriqueos, de repente apareció en mi campo de visión, gracias a Dios no se dio cuenta de mi presencia. Se sentó en la cama y miraba hacia la pared con cara de diversión- Tus putas amenazas no son nada para mí, ya te dije Alex, dame el dinero y podrás seguir disfrutando del culo de tu novia y de nuestros servicios- Por mi mente pasaron miles de posibilidades, pero estaba tan perturbada que no pensaba claramente.- ¿¡NO LO TIENES!?- Bruno gritó en un rugido poniéndose de pie, traté de ir al sillón pero mis pies no respondían, no comprendía como la actitud de Bruno me bloqueaba tanto- Considérate muerto, y cuando me vaya al infierno me dices que tan bueno soy follando con tu noviecita- Colgó y se dirigió con paso decidido hacia la puerta, mis sentidos volvieron como si me hubieran lanzado agua helada y corrí hacia el final del pasillo. Mire detrás de mí y vi a Bruno mirándome con extrañeza. En cuanto observo mis lágrimas supo que había escuchado su conversación. La nauseas se hicieron presentes en cuanto comenzó a caminar hacia mí. Corrí a toda velocidad hacia la puerta, la quise abrir pero el pasador se interponía, trate de quitarlo pero mis malditas manos temblorosas solo hacían más difícil retirarlo. Cuando al fin lo quite, abrí la puerta pero una presión en ella la cerro. La mano de Bruno.

Comencé a jalar el pomo como loca y a golpear la puerta, estaba histérica, no paraba de gritar y de llorar, ¿Qué tipo de asuntos tenía que hacer Bruno?, a la mierda yo no puedo con eso, él era un monstruo. Cuando me di cuenta de que no servía de nada seguir lastimando mis nudillos puse mi frente contra la puerta tratando de regularizar mis respiraciones. Una mano se posicionó en mi hombro haciéndome saltar y apartarla con violencia. Me volteé y mire a Bruno.

-¡N-NO ME T-TOQUES!- grité asustada, un destello de pesar cruzó por su rostro, pero lo oculto rápidamente.

-Deja de actuar como una demente- dijo en un susurro. MI sangre hirvió en puro coraje.

TRAPPED (Ian Somerhalder)Where stories live. Discover now