XLVIII - Nuevos vicios

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Estoy junto a Bruno esperando a que nos abran la puerta del departamento de Agnes y Hayley, se escucha el murmullo de una música electrónica, no esta tan alta como para que me retumbe en el pecho y lo agradezco en silencio. 

Nos abre la puerta Marc.

-Hola chicos- dice haciendo a un lado dejándonos pasar, hace ese saludo extraño de manos con Bruno y a mi me regala un beso en la mejilla. Al entrar la música se escucha más alta, pero no llega al grado de incomodar. Caminamos por un ligero pasillo que nos conduce a una sala donde se encuentran Agnes, Dereck, Charlie, Abrham y Hayley. 

Cuando Hayley nos ve suelta un chillido y corre a abrazarme, me toma por sorpresa pero le correspondo el abrazo, tengo que acostumbrarme a su exceso de energía. Me toma de la mano y me lleva hacia lo que es la cocina, ni siquiera me deja saludar bien a los chicos y les hago una mueca como forma de disculpa y los saludo como puedo con mi mano libre. 

-Oh Debbie, ¿que quieres beber?- dice enseñándome diferentes botellas, la verdad es que no tengo muchas ganas de emborracharme así que frunzo un poco mi nariz. 

-Tomare soda por lo pronto- digo abriendo el refrigerador, y sacando una coca-cola. Cuando fijo mi mirada en Hayley, esta mantiene una expresión algo graciosa, tiene una de sus gruesas levantadas y mirándome como si fuera un bicho, si no fuera por que su cabello rosa esta situación se tornaría mas seria, pero vamos, ¿como voy a tomar enserio a una chica hiperactiva con cabello de algodón de azúcar? no puedo impedir que salga una risita de mi garganta.

-¿De que te ríes?- dice haciendo un puchero.

-Te ves adorable con tu cabello rosa- digo tomando sus puntas.

-Lo sé- dice volteándose y guiñándome el ojo, la sigo hasta la sala y me siento a lado de ella en los sillones. Todos están hablando y me siento algo excluida, abro mi coca-cola y la llevo a mis labios. Me dedico a observar la decoración del lugar, las paredes son en color azul oscuro, y hay muchos sillones de piel negra, la mesa de en medio también es negra, en donde debería de ir una televisión se encuentra un equipo de sonido de donde proviene la música, no hay cuadros que adornen las paredes, el lugar esta algo vació. El olor a cigarrillo hace que vuelva a la realidad y visualizo a Bruno y a Abraham fumando. Y de repente me entra la curiosidad ¿Que bueno tiene el cigarro que todos lo consumen? El olor no me agrada mucho, e insisto, eso tarde o temprano te conduce a la muerte... aunque todos tengamos seguro que algún día vamos a morir. Observo que todos toman alcohol, ya sea cerveza, vodka o ron, el ambiente aquí huele a perdición. Y me doy cuenta en lo diferente que soy a ellos, veo mi vestimenta y quisiera haber elegido algo mas ¿maduro? me veo como una niña aquí sentada a la esquina del sillón de piel con una coca-cola en la mano mientras todos se divierten y hablan de temas fuera de mi conocimiento. ¿Por qué siempre tengo que sentirme fuera de lugar? ¿Por qué simplemente no encajo en ningún lugar? 

Siento como el lugar a lado de mi se unde, volteo y veo a Bruno, no sé cuando demonios Hayley se fue. No me dice ninguna palabra, se dedica a ver profundamente mis ojos, yo tampoco me atrevo a decir nada, y a pesar de la música, de las carcajadas que dan los chicos, siento que Bruno y yo somos los únicos en este cuarto, me toma de la mano y la lleva a sus labios, esta acción hace que suelte el aire que no sabia que tenia reprimido. Me sigue mirando profundamente y veo comprensión en sus ojos, no sé como mierda siempre sabe que siento, me toma del cuello y me da un largo beso en la frente, cierro mis ojos y disfruto de la sensación, y se que nunca me sentiré rechazada entre sus brazos. 

-Oooowww- escucho la chillona voz de Hayley haciéndome reír y separarme de Bruno- Son tan tiernos- dice y corre a abrazarnos, mis mejillas se sienten calientes y se que mi rostro esta totalmente ruborizado. 

TRAPPED (Ian Somerhalder)Where stories live. Discover now