Hayley me tomo del hombro.
-Nena es solo un chiste- dijo aun riéndose. Forcé una sonrisa, pero creo que salió horrible.
-¿Quieres tomar algo?- dijo Bruno. Yo asentí. Al menos el alcohol me ayudara a sentirme menos incomoda. -¿Qué quieres?- dijo levantándose, todos excepto Agnes, Hayley y yo se levantaron.
-Lo que sea- dije tomando con más fuerza mi cartera y la chaqueta de Bruno sobre mis piernas. El asintió y me besó la sien, lo mire desconcertada por el último movimiento y me guiño un ojo.
Cuando lo perdí de vista abrí mi cartera y saque mi celular. Busque el número de Sophie y le escribí: “si fallezco esta noche, sabes que te amo. Xx.” Y se lo envié.
A mi lado Hayley carraspeó haciéndome bloquear mi celular rápidamente y fijar mi mirada en ella.
-Le gustas- dijo con una sonrisa mordiéndose los labios. Agnes estaba desinteresada dándole vueltas a un vaso vacío frente a ella.
-¿De qué hablas?- dije desconcertada. Ella le dio un codazo a Agnes, pero le dio directamente en el pecho. Esta hizo una cara sorprendente de dolor y llamo de todas maneras a Hayley mientras esta reía mientras le pedía perdón. Se escapó una risita de mis labios porque Hayley trato de sobarle la parte afectada y Agnes la miro horrorizada y la empujo. Ambas me vieron y al verme reír comenzaron a carcajearse. Al pasar unos segundos para recuperar el aire Hayley me miro seriamente.- Agnes- dijo volteando hacia ella- verdad que a Bruno le gusta Deb- dijo levantando las cejas sucesivamente. Agnes me miro y levanto sus cejas hacia mí y me ofreció una sonrisa. Sus ojos eran de un azul aqua, simplemente impresionantes.
-Claro, ese idiota nunca había venido con una chica con nosotros- dijo encogiéndose de hombros. Mi corazón se retorció emocionado.
-Nena sí que eres suertuda- Hayley puso una mano sobre mi hombro.
-Pero es que no lo puedo creer- dije negando con la cabeza. Ambas me miraron con el ceño fruncido y esperaron a que terminara- Es que, yo no soy como ustedes- dije señalándolas- no lo digo en el mal sentido- dije cuando sentí que sonaba como una ofensa- ustedes derrochan estilo por los poros, uhm, son hermosas y tienen todos esos tatuajes impresionantes- dije sintiéndome pequeñita- no soy algo que a él pueda gustarle- dije levantando los hombros- el solo me quiere para un polvo- mi corazón latía dolorosamente.
-Precisamente Deb- dijo Agnes apegándose mas a Hayley para mirarme más de cerca- Porque no eres como nosotras le gustas- dice dándome una calurosa sonrisa que me reconforto- Mierda, solo mírate, eres una chiquilla hermosa, sin ninguna parte en tu cuerpo con tinta, supongo que no fumas ¿verdad?- negué con la cabeza- mmm, ¿te drogas?- y volví a negar con la cabeza- ahí lo tienes nena, nosotras hacemos cosas que tu no, nos tatuamos, nos retocamos la raíz del cabello cada semana, nos bebemos nuestro dinero. ¿Vas a la escuela?- Asentí- eres una niña educada.- se acercó más a mí y susurró- Creo que eso lo excita- Comencé a reírme junto con ellas- no te preocupes por que no te pareces a nosotras Deb- dijo haciendo señas con una mano- a ese hijo de puta le gustas, acéptalo y supéralo- dijo volviendo a tomar su posición desinteresada y a darle vueltas al vaso.
-Amo a Agnes porque siempre dice la jodida verdad- Hayley la abrazó. De repente llegaron los demás y Bruno se puso a mi lado. Trajeron varias botellas y una ronda de bebidas. Bruno puso frente a mí un bonito vaso con un líquido amarillo claro. Como adorno una cereza y una rodaja de piña con una sombrilla. Tome el popote y le di vueltas.
-¿Piña colada?- dije arqueando una ceja hacia Bruno. Él se encogió de hombro y puso su mano sobre mi muslo poniéndome nerviosa.
-No sabía que pedirte, así que opte por lo que las chicas como tú piden.- mierda, el comentario me hizo sentir mal. ¿Ha salido con más chicas como yo? ¿Cómo cree que soy?
YOU ARE READING
TRAPPED (Ian Somerhalder)
FanfictionÉl es ese tipo de personas a las que evitas, que sabes que no trae nada bueno. La primera impresión en realidad cuenta. Pero al sentir tan solo un roce de las yemas de sus dedos sobre mi piel me hacia sentir tan viva y real. Él es mi perdición, mi d...