XLII- Sin motivación

560 25 0
                                    

Las puertas del ascensor se abrieron y rápidamente me dirigí hacia la puerta de mi departamento, las lágrimas seguían rodando por mis mejillas y mi mano temblaba tanto que no podía insertar la llave en la cerradura por lo que me llevo un tiempo abrir la puerta.

Una parte de mi quería tardarse más en entrar, sentía la esperanza de que Bruno estuviera subiendo las escaleras de emergencia para llegar hasta mí, pero mi lado racional sabía que era una idea estúpida. Entre al departamento dejando mi mochila justo a lado de la puerta al tiempo que soltaba un sonoro suspiro. Me abracé a mí misma en busca de consuelo y dirigí mis pies hasta mi habitación, fui hacia mi armario y busque un conjunto cómodo. Tenía que hacer tareas y no tenía ninguna intención de salir al exterior. Me decidí por unos pantalones de chándal grises y una blusa de manga larga negra. Fui hacia el baño y quite todo el maquillaje de mi rostro, en cuanto desapareció pude apreciar los rastros de lo que fue un gran morete en mi pómulo, mi labio está cicatrizando bien. Sin querer los recuerdos de la noche en que Daniel intento abusar de mí pasaron por mi mente haciendo que el sentimiento de miedo estallara en mi cuerpo. Mis manos comenzaron a temblar excesivamente así como mis piernas, de repente me sentí como de goma, y caí al piso, acomodándome en posición fetal.

-D-dios n-no pedo seguir a-así- sentía que todo mi alrededor giraba, sentía náuseas y mi respiración era inconsistente. De pronto todo se volvió negro.

El entumecimiento de mi brazo derecho me despertó, tarde unos cuantos segundos en comprender que me había quedado dormida, o más bien, me había desmayado en el baño. Me levante y camine hacia la entrada en busca de mi mochila, la tome y fui hasta la sala, me senté en mi sillón preferido y saque de mi mochila mi celular. 6 PM. GENIAL, creo que me desvelare haciendo mis tareas por dormir tres horas.

Son las 2 AM, tengo que leer las primeras 70 páginas de Hamlet, y voy en la página 13. Muero de sueño y lucho por no cerrar por completo los ojos.

Decido tomar un descanso ya que es el único trabajo que me falta y voy por un vaso de agua. Me recargo en el lavabo mientras tomo y disfruto la sensación refrescante del agua. Pienso en que no he probado bocado desde el snowball que me dio Sophie, pero no tengo hambre, así que en ausencia de la necesidad determiné que era hora de seguir con mi lectura.

No pude leer ni un párrafo cuando comencé a pensar sobre Bruno. Dios, tengo unas inmensas ganas de ir en este momento hasta su puerta y besarlo... pero no. No puedo, debo ser fuerte. Él me arrebato mi virginidad, y no tiene ninguna justificación.

Claro en parte tuve culpa... no debí tomar tanto desde un principio y mucho menos drogarme.

Tomo mi cabeza entre mis manos mientras me atormento. ¿Cómo pude ser tan estúpida como para drogarme?

¿Tan bajo he caído? Dios, me avergüenzo de mi misma me doy asco, me siento tan... usada.

Siento que ya no tengo alguna meta verdadera. Soy consciente de que la mayoría de mis compañeras dejaron de ser vírgenes a los 14 años, pero yo esperaba que fuera algo romántico, lindo. En cambio obtuve un par de recuerdos borrosos y fue en un baño, un asqueroso y repugnante baño. Pero lo que más me duele, a pesar de que Bruno me haya hecho esto, es sobre mi decisión de envenenar mi cuerpo con semejante sustancia. Me siento tan decepcionada de mi misma, yo me arriesgue a que me pasaran hasta cosas peores.

Doy un profundo respiro y trato de leer las páginas que me faltan para ahuyentar mis lastimosos pensamientos.

Cuando al fin termino son casi las 3 AM, tenía dos horas para dormir, así que guarde mis cosas y me dirigí directo a la cama, sin olvidar poner varias alarmas para poder despertarme.

TRAPPED (Ian Somerhalder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora