TRAPPED (Ian Somerhalder)

XXXVII - Mantente fuerte

Quiero disculparme por no subir por tanto tiempo, pero no he tenido nada de inspiracion, espero comprendan. Tratare de subir mas seguido por que finalmene mi inspiracion volvió :) ¡Gracias por leer!

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No podía dejar que las lágrimas cesaran de caer por mis mejillas, sentía una opresión en mi pecho donde mi mallugado corazón luchaba por recuperar su antiguo ritmo. Me quite los tacones y los tome con mi mano izquierda. Bruno acariciaba mi rodilla tratando de reconfortarme pero simplemente no podía. Nunca había sentido eso que dicen que se “rompe” el corazón, pero mierda, eso precisamente sentía, mi mamá me había roto el corazón.

Antes de que Bruno apagara el carro cuando llegamos, yo ya había abierto la puerta y corría tropezando con la tela del vestido hacia el edificio. Bruno gritaba mi nombre y groserías, que en cierto punto me asustaron haciendo que mis pies se movieran con más rapidez. Crucé la puerta del edificio y recibí un “¿Qué demonios?” de John, seguía corriendo y escuche mi nombre en sonido de rugido, volteé hacia atrás aún corriendo, era Bruno cruzando la puerta a paso rápido, regrese mi vista hacia enfrente, pero mi torpe pie piso la torpe tela del vestido haciéndome perder el torpe equilibrio. Solté un gritito y puse mis manos frente a mí para amortiguar el impacto. Las palmas de mis manos fueron las primeras en recibir el golpe, después mi codos y mis rodillas.

-¡PUTA VIDA!- grite golpeando el piso con el puño de mi mano. Me arrepentí al instante y solté un grito ahogado de nuevo por el dolor punzante en mis nudillos. Me quedé tendida en el piso lloriqueando. Escuche unos apresurados pasos dirigiéndose hacia mí, y rápidamente fui levantada del suelo. Bruno me cargaba como un bebé y se dirigía al ascensor.

Yo simplemente no podía dejar de llorar y hundí mi rostro en su cuello. El trataba de calmarme dando pequeñas caricias a mi espalda y diciendo contra mi cabello “sh, sh”. Llegamos a nuestro piso y camino hacia mi departamento, saco las llaves de mi bolsa y abrió la puerta. Después camino hacia mi cuarto y me dejo sobre la cama.

-Sera mejor que descanses, bebé- dijo Bruno dando un paso hacia atrás y mordiéndose los labios, no sabía qué hacer.

-N-no quiero descansar- dije levantándome y tirando los tacones que todavía tenía en mi mano hacia el piso.- No q-quiero quedarme aquí martirizándome más- Entonces como pude me quite el vestido quedando solo en bragas, la verdad no me importo tener la mirada confusa y provocativa de Bruno sobre mí, estaba muy enfadada. Caminé hacia mi armario y saque un vestido bastante corto en color guinda. Busque unos tacones negros, corrí al baño y solté mi cabello, moví la cabeza hacia los lados para que se acomodara naturalmente. Me quite el delineador que tenía por la cara a causa de mis lágrimas y lo remarque sobre mis ojos, después puse sobre mis labios el mismo tono de guinda que mi vestido. Salí del baño.

-Vámonos a la mierda- dije pasando a un lado de él rozando nuestros hombros.

Mientras caminaba por el pasillo sentí los dedos de Bruno presionarse en mi brazo haciéndome dar media vuelta sobre mis talones.

-¿Estás loca? Acabas de tener casi un ataque de pánico- dijo con las cejas fruncidas. Quite su agarre de mi brazo y me aleje un paso.

-Me dará un ataque si no salgo de aquí- dije volviendo a reanudar mi camino hacia la puerta- Y si no quieres acompañarme, es tu problema- dije cerrando la puerta tras de mí. Caminé a paso lento esperando que Bruno saliera.

-¡Maldición, Deborah espera!- dijo cerrando mi puerta, no me privé de sonreír dándole la espalda.- Me cambiaré el pantalón- dijo. Después de unos cuatro minutos me decidí por presionar el botón del ascensor y esperé a que se abrieran las puertas. Escuche a Bruno poner la cerradura de su puerta y rápidamente se posicionó a mi lado, puso mis llaves sobre mi rostro.- Cuidare tus putas llaves- dijo para después guardarlas. Solté un suspiro, él estaba molesto.