TRAPPED (Ian Somerhalder)

|| - Nuevo hogar

Decidí llamar a mi padre.

-¿Qué sucede Deborah?- Odiaba que dijera mi nombre completo, las personas siempre me llaman Deb o Debbie, pero mi papá es el único que me llama con mi nombre completo.

-Papá, solo te llamaba para decirte que me iré de una vez al departamento, ¿me puedo llevar tu auto y mañana pasas por el?- tome una manzana del frutero y le di una mordida.

-Pero Deborah, tu madre y yo queríamos acompañarte y asegurarnos de que estés bien.- camine hacia la sala y me acosté en el sillón.

-Papá ya no soy una bebé, estaré bien, y si acaso me pasa algo les marco y listo.

-¿Estas segura?- voltee los ojos porque sabía que no podía verme.

- Completamente.

-Está bien, ten cuidado al manejar.

-Si si, adiós papá- y le mande un beso, corrí a mi cuarto y me cambie, me puse un pantalon de chandal gris, mis botas UGGS negras y un suéter negro largo, como mi cabello era un completo desorden me puse un beanie negro. Me maquille un poco, a lo natural, baje mis maletas y las metí al auto de papá, cerré la casa y emprendí un pequeño viaje a mi nuevo departamento.

Ya había ido antes cuando fui a escogerlo, así que no me fue difícil llegar. Me estacione y llego un trabajador del edificio y me ayudo con mis maletas, mentalmente me di unas palmaditas en el hombro por escoger tan buen edificio. Era como un hotel, a mi padre le agrado por que tenían muy buena seguridad, fui al departamento 109 y el trabajador dejo las maletas en la entrada. La decoración era muy moderna para mi gusto, pero ya después lo haría a mi modo.

Lleve las maletas al cuarto principal y me dedique a acomodar mis pertenencias. Al terminar fui a la cocina, pero no tenía absolutamente nada comestible, así que pedí una pizza.

Me recosté en el sofá de la sala y me quede dormida sin darme cuenta.

Me desperté por el timbre de la puerta, sabía que era la pizza, tome mi cartera y abrí, el hombre que tenía la pizza era pelirrojo y tenía muchas pecas en su nariz, le di un billete y mientras él me daba la feria volteé a mi derecha, y vi que un hombre salía de su departamento y estaba cerrándolo, no sé por qué no dejaba de mirarlo pero algo me llamaba la atención en él. El joven de la pizza me  saco de mis pensamientos y me dió mi feria.

-¿Vives aquí sola?- me pregunto el joven de la pizza, en realidad se me hizo algo desconcertante su respuesta pero no le tome importancia.

-S-si- dije brindándole una pequeña sonrisa, al instante en que termine de articular la palabra el hombre del otro apartamento pasa detrás del hombre de la pizza no pude ver bien su rostro porque se fue con paso rápido. Pensé en lo que me había dicho Sophie sobre los vecinos apuestos, pero sabía que no tenía ninguna oportunidad con él, así era siempre, yo era la ignorada y Sophie la deseada, y en realidad no me interesaba.

-¿Señorita?- Me hablaba el pizzero, sacudí la cabeza.

-perdón, ¿A qué viene tu pregunta?- dije dando un paso atrás y tomando con mi mano izquierda la pizza y la puerta con mi mano derecha.

-Solo preguntaba, es que es raro ver a alguien como usted vivir sola- Lo dijo con toda la normalidad del mundo, pero me puso los pelos de punta.

-¿Ok?, bueno, buenas noches- y antes de que se despidiera cerré la puerta con llave y puse la alarma. Comí pizza y decidí marcarle a Sophie.