XLVII - Cuidado

495 14 1
                                    


Y aquí me encuentro, decidiendo que ropa usar para ir a una reunión a casa de Hayley y Agnes, Bruno me mando un mensaje invitándome. 

Nuestra relación estos días se encuentra algo rara, nos tratamos como antes, nos besamos, abrazamos y dormimos juntos, pero aún no hemos hablado sobre ese gran incidente, y aunque quiera ignorarlo, existe una gran tensión entre nosotros.

Escucho el timbre de mi celular y veo en la pantalla el nombre de Sophie.

-Hey

-Hola Debbie, hay que salir hoy- dice Sophie con un ligero tono chillón.

-Lo siento, tengo planes- digo mientras busco entre mi ropa algo casual pero bonito para hoy.

-¿Con quien? ¿Con el imbécil ese que vive a lado de ti?- instantáneamente suelto un bufido y dejo de buscar para concentrarme en Sophie.

-¿Podrías dejar de ser una perra? yo no te digo nada cuando follas con cualquier idiota- digo con coraje pero me arrepiento. 

-Osea, ¿En pocas palabras me has llamado puta?- dice con un tono aún mas chillón si es posible. 

-Sabes que no quise decir eso, es solo que me molesta que por una vez en mi vida me interesa alguien y tu no dejas de tirarle mierda- digo otra vez reanudando con mi misión.

-Solo no quiero que te lastimen Debbie- dice débilmente, suelto un suspiro y cierro los ojos, ella solo quiere que este bien- Es solo que últimamente has estado tan deprimida y aunque no me hayas dicho nada sé que es por él, sabes que lo menos que quiero es que estés mal- mi corazón se enternece con sus palabras, tanto que mis ojos se empiezan a aguar. 

-No pasará nada malo, se cuidarme y se lo que esta bien y mal, pero también tengo que arriesgarme, precisamente tú eras la que quería que me soltara, pues lo estoy haciendo- encuentro un suéter tejido que no he usado en color blanco con dos lineas paralelas anchas una en color azul marino y otra azul cielo, y en mi mente ya monte el outfit perfecto.

-Lo sé, pero él no me inspira confianza- busco entre mis cajones y saco unos jeans un poco desgarrados.

-Pues a mí si, y la que tiene la relación soy yo no tú- digo sacando mis botines de tacón color camello, gracias al cielo ya me decidi. 

-Has cambiado tanto desde que sales con él.

-Ya basta, no quiero seguir hablando de esto, seguiré con él, superalo- respondo ya cansada del tema. 

-¿Ves? tu no me hablabas antes así- ruedo los ojos y me siento en la cama.

-Es porque ya no quiero que te entrometas en mis cosas y menos en mi relación.

-Ahora tu eres la que esta actuando como una perra

-¿Sabes que? piensa lo que quieras, me tengo que arreglar, adiós- y cuelgo antes de que me responda. Si, no me he portado muy bien con ella, pero ya me harte de que quiera decidir todo por mi. Tomó mi ropa interior y entro al baño.  Pongo un poco de música en mi celular y entro a la regadera.

En cuestión de 15 minutos me encuentro en mi cuarto envuelta en una toalla y comienzo a maquillarme, ya que me pondré colores claros no me delineare los ojos, me pongo base, rimel, blush para darle color a mi rostro, doy toquesitos en mis labios con un labial rosa y decido alacear mi cabello con la plancha. 

Ya terminado mi maquillaje y mi peinado procedo a ponerme la ropa. Cuando termino de ponerme los botines veo la hora en mi celular, son las 8: 48, Bruno vendrá por mi en 12 minutos y el sentimiento de nerviosismo llega de golpe. 

No sé porque últimamente cada vez que salgo con Bruno o sé que lo veré me pongo nerviosa, doy unos largos respiros para tranquilizarme y me encamino a la sala. 

Me entretengo en mi celular checando Facebook, Twitter, etc. 

Justo cuando estaba viendo un vídeo con el que estaba riendo la pantalla de mi teléfono se torno negra y salio el nombre de Bruno junto con el timbre. Súbitamente un nudo se instalo en mi garganta y mi corazón late con intensidad. 

-Hey

-Hola bebé- su ronca voz hace que el nerviosismo incremente- baja, estoy frente al edificio en el auto. 

-Ya voy- digo levantándome, termino la llamada y agarro las llaves de mi departamento, salgo y cierro la puerta. Troto hasta el elevador y marco el primer piso. En cuanto las puertas se abren salgo disparada, no quiero que Bruno se quede mucho tiempo esperándome, me despido de John agitando mi mano y salgo del edificio al fin. El frió me golpea y me abrazo a mi misma, reconozco el auto de Bruno frente al edificio y camino rápidamente como puedo con estos botines hasta el. Abro la puerta y lo veo, malditamente atractivo como siempre. Me acomodo en el asiento y antes de que pueda ponerme el cinturón Bruno me besa con necesidad, soy consciente de que mis labios se mueven con torpeza y eso solo me pone más nerviosa. 

-Te extrañaba bebé- dice separándose y dejándome respirar.

-Pero nos vimos hoy en la mañana- digo con una ligera sonrisa y poniéndome el cinturón.

-Creo que tú no me extrañaste tanto- dice arrancando el auto.

-No se me da muy bien eso de extrañar- digo volteando a verlo y el me mira levantando una ceja y dándome esa media sonrisa que me mata. 

-¿En serio?- dice soltando una carcajada- Yo pensé que hace unos meses estabas tan deprimida hasta la mierda por extrañarme- dice riendo mirando en frente. Siento que el aire me falta y lo miro incrédula, la ira empieza a aparecer.

-Estaba deprimida porque un monstruo me violo- le respondo encajando mis uñas en las palmas de mis manos. El auto de repente se frena haciendo que un gritito salga de mi garganta y mi cuerpo gracias a la inercia sea empujado violentamente hacia adelante, pero gracias al bendito cinturón mi cabeza no se estrella. Antes de que pueda recuperar el aliento, Bruno me toma con fuerza del mentón y hace que volteé a verlo. Si las miradas mataran yo ya estuviera 3 metros bajo tierra.

-No vuelvas a decir esa estupidez o te juro que sera lo último que saldrá de tu boca- en cuanto termina de hablar suelta mi mentón con potencia, mi cabeza es impulsada hacia atrás y los mechones detrás de mis orejas se liberan bloqueando un poco mi vista. Mis manos comienzan a temblar y lucho con todas mis fuerzas para no llorar. Bruno reanuda el viaje pero ahora va mucho mas rápido. Dios, estoy tan asustada, no quiero ni pensar en lo que me dijo, ¿que diablos quiso decir? ¿que es capaz de... matarme? 

Quiero ir a casa, quiero ir con papá, estoy tan cansada de esta situación, estoy en todo mi derecho de reclamarle a este idiota lo que me hizo, y todavía tiene el descaro de burlarse de mi, estoy segura que todo este tiempo estuvo riéndose de mi, de lo triste que me veía, de lo desdichada que era.

Inesperadamente Bruno estaciona el auto y lo apaga, ninguno dice nada, no quiero decir nada porque se que si hablo romperé en llanto. Bruno suelta un sonoro suspiro.

-Nena perdóname, es solo que ese tema me exalta- dice tomando una de mis manos, y besa mis nudillos haciéndome temblar, no puedo verlo, no puedo moverme, estoy tan asustada- ¿Me tienes miedo?- susurra, levanto la vista y lo veo, mantiene sus labios en mi mano y no deja de mirarme, mi corazón se desboca y las lagrimas luchan por salir. 

-N-no- digo rompiendo el nudo en mi garganta y las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. 

-Bebé- dice y pasa sus pulgares por mis mejillas removiendo las lágrimas- perdóname, soy un imbécil- dice besando mis labios.

-Esta bien- digo con una ligera sonrisa en mis labios y me besa la punta de mi nariz.

-Muy bien bebé, vamos- dice desbloqueando las puertas y sale del auto.

TRAPPED (Ian Somerhalder)Where stories live. Discover now