-45-

15.4K 850 397
                                    

Todavía recuerdo el sabor amargo que sentí cuando mi padre fue encarcelado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Todavía recuerdo el sabor amargo que sentí cuando mi padre fue encarcelado. Gritaba y entre mis tontas súplicas, imploraba y preguntaba por qué lo hacían, que había hecho Charly Pierce para que cuatro policías armados entrarán a un lujoso restaurante y se lo llevarán por la fuerza delante de sus hijos.

Nadie nos dio explicación sobre lo ocurrido, todos hacían oídos sordos, sus bocas estaban selladas y cuando corríamos hacia las fuerzas policiales, nos ignoraban a tal punto de creer que nuestra presencia era invisible.

Las visitas no eran frecuentes, los guardias se encargaron de que eso se cumpliera. Solo basto un día, el minuto que logramos hablar con él en su celda, nos explicó el motivo por el cual estaba ahí: Ariel Mills.

Su rencor de años, su venganza planeada con antelación, absolutamente todo lo había hecho solo y por el simple hecho de que mi padre se había acostado con su esposa.

Es el hombre más astuto que conocí en mi vida, aquella represalia era tan mayúscula, mucho más grande que su propia humanidad que lo llevo a hacer cosas inimaginables con tal de que Charly Pierce perdiera completamente la batalla no teniendo una opción más viable que enviarlo a la cárcel con falsas acusaciones y por supuesto, colocando dinero sucio en el medio.

Luego de regresar a nuestro hogar, después de hablar con nuestro padre en privado y conocer la razón por la que él estaba allí, entender que en este momento la familia Mills tenía más poder, más personas de su lado tanto abogados poderosos como personas de la ley, ahora mismo Charly estaba solo, y ninguno de sus hijos podía hacer nada.

Pensé en pedirle ayuda a nuestro único familiar en la ciudad, Peter Pierce. Pero, así como nuestras raíces familiares estaban rotas, intenté no cavilar en que él podía tener algo que ver con esto y, en efecto, luego de un tiempo cuando supe que mi propio tío se había adueñado de la empresa, la cual jamás estuvo a la venta, en secreto junto al hombre que lo encarceló, comprendí todo.

También, luego de hablar con mi padre y que nos explique la situación, a pesar de mis enormes ganas de matar a Ariel Mills, me calme como pude pensando que Charly pudiese salir más perjudicado. Esa misma tarde hablé con Zack, recuerdo que debíamos ir a la universidad de Belmont pero no acudimos, estábamos realmente frustrados. Él se volvió loco, parecía un desquiciado y jamás lo había visto de esa forma, arrojando lo primero que sus ojos divisaban sobre la pared y rompiendo objetos de valor.

Zack se tornó oscuro, ya nada le apasionaba, hasta logré ver su cámara fotográfica, aquella que anhelaba con tanto cariño y cuidaba como si fuese su propia vida, rota en el centro de la sala principal. Me espante y allí fue cuando me preocupe realmente por él.

Corrí a su dormitorio y cuando ingresé, todo era un desastre. El repugnante olor a alcohol invadía toda la habitación, las botellas vacías de bebida blanca estaban esparcidas por toda la alfombra al igual que paquetes de frituras a medio terminar. Con asco, ingresé intentando evitar pisar algunos de esos objetos, pero lo que más me causaba repudio eran los profilácticos usados tirados arriba de unas bragas color rojo.

Arderás © ✓ (1) Where stories live. Discover now