•COMPLETA• (editando)
Samanta creía que involucrarse con los gemelos más atractivos del campus universitario y enamorarse de uno de ellos solo sería una simple experiencia como cualquier muchacha de su edad. Sin embargo, jamás creyó que ambos la lle...
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- De verdad me sentí mucho mejor charlando contigo anoche. - Habló Sky y la miré.
Los corredores de la universidad Belmont eran extensos y por ellos nuestras pisadas no hacían mucho ruido, ya que los gritos, charlas en voz alta y las risas de los jóvenes en sus respectivos casilleros eran más escandalosos.
Luego de aquella noche oscura y seca para mí gusto, después de que Dereck desapareciera por completo de mi radar sin una explicación a su acto, hice caso a la orden que me había dado e ingresé a mi hogar con mucho apuro ya que afuera realmente helaba. Para mí sorpresa, Sky se encontraba en la cocina, específicamente sentada en una banca situada en la isla cargando una gran taza de café acompañada por Mia, quien le hablaba con ánimos.
Recuerdo haberme acercado a ellas y sentí como la tensión que cargaba Sky comenzaba a distenderse de a poco, sintiendo un gran alivio por mi presencia. Lo realmente malo vino después cuando la pelirroja se recostó sobre mi cama y comenzó a interrogar como buena chismosa sobre lo ocurrido afuera con Pierce.
No sabía que decirle, tampoco quería hablar al respecto, por lo que mi acto fue eludir sus preguntas constantes atacando con más preguntas al azar y a su vez, intentando que se liberara de todo lo que ella sentía.
Por más que sea una buena amiga, no podía involucrar a otras personas en este asunto.
- Me alegra que te sientas mejor. - Le respondí con una cálida sonrisa mientras sostenía un par de libros pesados entre mis brazos - Deberíamos hacerlo más seguido, me gusta cuando hablamos hasta el amanecer y comemos golosinas o miramos películas de terror.
- ¿Cuando hablamos? - Preguntó irónica y se acomodó sus gafas de pasta - Que yo sepa, solo yo te he contado literalmente sobre lo frustrada que estoy y que mi vida es un desastre mientras que tú, solo me has dicho cosa que ya sé. - De su bolso, saco una botella de agua y bebió, parecía estar agitada - Y aún recuerdo el momento que te pregunté que había ocurrido afuera con Dereck, y me has evitado.
- Ya te lo he dicho - Contesté con cansancio y sin ánimos - no ha ocurrido nada, solo ha venido a dejar unas cosas que Zack me ha mandado con él para un trabajo del taller de fotografía... - Mentí.
Los chillidos y la molesta manera de caminar entre los deportistas que lanzaban una pelota de una punta a la otra me estaba molestado, por lo que tomé el brazo de Sky veloz pero cuidadosa, y me dirigí hacia el corredor de la salida del edificio. Ya no teníamos más horas de clases, había concluido la última cátedra y tenía todo el día libre a mi favor.
Abrí la puerta y al colocar ambos pies fuera del edificio, el poco sonido de los jóvenes estudiantes en el campus acompañado del delicado silbido de la brisa de la tarde era un combo perfecto. Solté el frágil y delgado brazo de la pelirroja para voltear y observar su rostro desconcertante, aquella escapada rápida la había tomado por sorpresa pero no se quejó, más bien ambas pensamos igual y me lo estaba agradeciendo internamente.
