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Parte 2/2

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Parte 2/2

La presión que Dereck ejercía sobre mi mano era nula, pero para nada molesta, parecía un viaje de ida hacia un lugar desconocido guiada solo por él, por su enorme figura la cual lograba contemplar desde la cercanía. Él era un verdadero enigma, era una persona rota, tan destrozada que al tocarlo, entendía con total seguridad que saldría tan rota como él, pero no me importaba, causaba pavor, me hacía poner los vellos de punta y los nervios a flor de piel, pero me atraía me alguna forma incoherente y eso, me gustaba.

Estaba tan agradecida con la brisa nocturna, ya que el viento golpeaba con delicadeza su cuerpo arrebatando su perfume y cayendo sobre mis fosas nasales, causando que me atontara de la peor manera.

Gracias a un grito sin sentido volví al mundo real, dónde las motocicletas nos rodeaban y los muchachos conducían con ferocidad, las mujeres danzaban al ritmo de la música de una forma provocativa pero aceleradas y a su vez, bebían y consumían sustancias prohibidas.

Voltee, y al notar que Mia aún seguía mis pasos fue tranquilizador, pero la constante presión sobre mi mano causaban que la tranquilidad adquirida se esfumara en un solo segundo.

Sus pasos eran largos y rápidos, demostrando que deseaba escapar de ese lugar lo antes posible pero lo que él no comprendía, era la dificultad que estaba teniendo a causa de las pequeñas rocas que se deslizaban por debajo de mis tacos. Otra vez las miradas de las jóvenes chismosas cayeron sobre mí y Dereck, quien no lograba inmutarse por nada que circulará a su alrededor, tenía una meta en su mente y esa, era la salida.

Una vez atravesado todo aquél espacio repleto de personas para colocar un pie en las afueras, Dereck no soltó mi mano como lo esperaba, más bien siguió caminando con más calma y quietud delante por delante en dirección a los coches, buscando mi auto entre la multitud de chatarras andantes.

No había nadie a nuestro alrededor, solo el sonido abrumador de nuestras respiraciones agitadas me resultaba molesto y mucho más, que a pesar de que él todavía sostenía mi mano, no había hablado en todo el camino.

Es estúpido, realmente algo tonto que Dereck este haciendo esto luego de todo lo que había ocurrido entre ambos, después de que él mismo me específico que no le hablara, que no le dirija la palabra y que no lo busque cuando ahora, él fue la persona que me buscó.

Odiaba lo que estaba haciendo conmigo, pero se lo permitía a ciegas, mi estúpida conciencia era traicionera y mi corazón aún más, me resultaba realmente difícil pensar con claridad cuando me encontraba a su lado y el esfuerzo que debía hacer para ello era monumental.

Era algo extraño, como cuando uno sabe que se va a estallar y de igual forma, acelera.

Frené en seco y sentí un tirón fuerte en mi brazo causando un pequeño dolor, el cual hizo llamar la atención de Dereck para que al quedarse estático, girara a mirarme.

Arderás © ✓ (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora