Extra

11.9K 406 99
                                    

EXTRA +18 (SAMANTA Y DERECK)

Sucesos ocurridos después del capitulo 41 en Arderás.

El vivido recuerdo donde sus manos dibujaban placer sobre mi piel, trazaba caricias inmortales y placenteras realizando movimientos embriagadores, sensaciones insólitas que anhelaba volver a sentir. Codiciaba aquel deseo carnal que Dereck me había mostrado en su cabaña, deseaba con fuerzas volver a ver como su torso desnudo, marcado y sudoroso regresara a una posición dominante donde yo era su presa, una víctima a la que le encantaba esa vista y el dolor placentero que dejaban al introducirse dentro de mí.

Quería volver, quería revivirlo y ansiaba solo hacerlo con el único hombre que me había hecho sentir viva luego de un largo periodo de desesperación.

Lo deseaba, solo a Dereck otra vez y no me interesaba las mentiras, ya no me importaba que estaba sucediendo a mi alrededor, aquella sensación de desesperanza y pura inconsciencia me suplicaban que debía regresar a su lado lo más rápido posible.

Todos me engañaban, todos tenían secretos y Dereck era uno de ellos, pero a pesar de eso cuando él hacia su aparición me volvía ciega ante sus palabras, ante su bipolaridad y más que nada, amaba la forma en la que me mentía.

La aparición de Jacob me había dejado con muchas palabras al filo de la lengua al igual que sensaciones las cuales me causaban dolores de cabeza. Pensaba una y otra vez tantas posibilidades, pero ninguna cuadraba con las pistas que había recaudado a lo largo de este tiempo. De igual forma, parecía que Jacob estaba protegiendo a sus primos y me lo había dejado muy en claro luego de el detective Hancks despareciera de la sala principal y su voz cabreada me exigiera que no preguntase sobre sus razones, aun así eso lograba causar que deseara indagar aun mas en lo que estaba ocurriendo.

Ya nada me importaba en verdad, no me interesaba salir lastimada.

Pero en este momento, luego de que las nubes grisáceas que iluminaban el interior de mi habitación desaparecieran dejando un cielo oscuro sin luminiscencia, los ruidos estruendosos, indicando que aun seguían con la seguridad de la casa, habían finalizado y el silencio reconfortante se había adueñado de la casa, me dejaban pensar con tranquilidad muchas cosas, como el hecho de que las ventanas de todas las habitaciones de la planta alta aun no habían sido reforzadas y de seguro al otro día se encargarían de ellas.

Me levante de la cama y camine hasta el gran ventanal de mi habitación el cual su vista cuadraba a la perfección con el jardín delantero, logrando ver como mis padres, al igual que Mia, se montaban en un coche oscuro casi lóbrego, el cual a los pocos minutos comenzó a circular por la calle aflatada hasta desaparecer de mi visión.

Hace horas atrás me habían comunicado que irían a visitar a unos viejos amigos de mi padre, los cuales dirigían una gran agencia de seguridad para el hogar y así mantener a salvo a cualquier persona que se hallara dentro de la casa. A su vez, implorando, pidió que fuese con ellos para que no me quedara sola en la casa, podía ver su miedo recorrer sus frentes en forma de diminutas gotas de traspiración y desear que aquello no volviese a ocurrir nuevamente, pero me negué.

No quería ir con ellos, no deseaba salir de esta casa por el momento y mantuve mi postura durante todo el rato que no dejaban de insistir, hasta que por fin se dieron por vencidos. Mia no deseaba quedarse en su cuarto esta noche, sin embargo ansiaba cuidar de mi cuanto más pudiera, pero con un simple abrazo y un pequeño susurro expresando que estaría bien, calmó su ansiedad asintiendo no muy convencida sin desviar sus agudos ojos de los míos.

Lograron colocar toda la seguridad habida hasta el momento: cámaras en el interior y exterior de la vivienda, así como nuevas cerraduras en las puertas y alguna que otra trampa de alarma en las ventanas que solo los dueños sabíamos como desactivarlas.

Arderás © ✓ (1) Where stories live. Discover now