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(Reescrito)

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Parte 1/2

A medida que me aproximaba a la universidad, la fila de coches estacionados en largas hileras se tornaba más abundante.

El primer partido de fútbol americano de la temporada vibraba en las calles internas del campus, y los estudiantes fanatizados desfilaban con banderines exóticos y lucían los colores característicos vistiendo sus torsos. El cumulo de personas inundaba mi paso, haciendo imposible movilizar mi coche por las pequeñas calles internas en busca de un sitio para aparcar.

Cuando tuve la oportunidad de escapar de la gran ola de universitarios eufóricos, aceleré para escapar del campus. Hallando un lugar alejado, pero libre de chillidos, estacioné el auto.

– Nunca vi tanta emoción por equipos locales – comenté a la par en que desabroché el cinturón de seguridad.

– Las demás animadoras me han dicho que son muy buenos, y de aquí salen algunos posibles jugadores estrella – explicó Mia copiando mi acto.

– De este equipo reclutaron a Chuck Lim – añadió con orgullo Sky desde el asiento trasero.

– ¿Al gran Chuck ¨Elefante¨ Lim? – Mia volteó, aferrándose al asiento del copiloto.

– ¿Quién? – pregunté.

– Si, Mia. Él gran elefante de los Chargers.

– Es fabuloso – abrió la puerta, y el viento nocturno erizó los vellos de mi nuca –. ¿Se imaginan que alguno de los muchachos juegue profesionalmente en unos meses? Seria genial decir que los animaste desde que jugaban en The Blues.

– Eso solo haría que tus redes sociales tengan más visibilidad – recosté mi cabeza en el respaldo del asiento con una media sonrisa en mis labios.

– Exacto – me sonríe con ánimos –. Gracias por traerme hoy, Sam.

– Te animaremos desde las gradas – Sky hace menear un banderín azul.

Descendió del coche, y junto a Sky escapamos del interior para apreciar los sonidos estridentes de los trombones en la lejanía, así como yo atisbé la pintura azul que decoraba las mejillas de mi compañera para alentar al deporte que tanto resultaba gustarle.

Rodeé la parte delantera del auto examinando como Mia amoldaba el borde de su corta falda uniformada a su cintura, y observaba que la tela azul con destellos plateados que cubría su torso no rebelara sus atributos esta noche.

– El maquillaje plateado queda espectacular con tu atuendo – halagué.

– Lo dices solo porque tú me maquillaste.

– Hago maravillas, ¿verdad?

Rio contenta. 

- Te vez muy bonita - Hablo Sky atrayendo la atención de Mia, ésta le sonrió y se sonrojo al segundo tapando sus mejillas con ambos pompones.

Arderás © ✓ (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora