•COMPLETA• (editando)
Samanta creía que involucrarse con los gemelos más atractivos del campus universitario y enamorarse de uno de ellos solo sería una simple experiencia como cualquier muchacha de su edad. Sin embargo, jamás creyó que ambos la lle...
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- Sam, ¿Tienes brillo labial?
La voz de Sky retumbó en toda la habitación haciendo que girara sobre mis talones para observarla. Se encontraba sentada en la gran cama sosteniendo un pequeño espejo de mano mirando detalladamente su maquillaje colorido.
Ésta era la gran noche que todos los fanáticos del equipo de fútbol americano de la universidad Belmont estaban esperando, la noche en la que se definiría una gran victoria para uno de los equipos de dos grandes facultades y todos se encontraban exaltados por ello. Por supuesto, Sky al ser tan apasionada por este deporte y agradarle animar desde las gradas, no dudó en insistir hasta el cansancio para acudir, lo cual no tuve alternativa que aceptar su invitación.
Hace horas atrás, mucho antes de que ella acudiera a mi casa para alistarnos, logré ver cómo Mia se colocaba el uniforme y mucho rubor sobre su rostro, se hizo un gran peinado espolvoreando brillos plateados por todos los bucles y tomó sus dos pompones para irse rápidamente al campus a ensayar por última vez las rutinas con las demás animadoras.
Aún pasando sobre mí cabello un fino peine de plástico duro, caminé en busca del brillo labial para entregárselo. Su vestimenta era hermosa, un jean blanco Oxford acompañado de un crop top lavanda, la observé por unos segundos mientras se acomodaba su cabellera colorada y me puse a pensar en que tal vez deberían comprar ropa de ese estilo, era muy bonita. Luego del partido de esa noche, solo si el equipo de Belmont ganaba, se realizaría una gran celebración en el campus acompañado de música y mucho alcohol, por lo que Sky se estaba arreglando exclusivamente para la fiesta.
- ¿Sucede algo? - Habló y la miré a los ojos avergonzada por haberme quedado tanto tiempo observándola. Le entregué el brillo labial y caminé hasta el armario.
- No, no. - Contesté rápidamente.
Abrí un cajón exclusivo de zapatos y busqué entre tantos un par cómodo, saqué unos tenis blancos y trote hasta la cama para apoyar sobre la colcha el peine fino que aún sostenía sobre mi mano.
- Espera, ponte delante de mí - Sky pidió y reposó el brillo labial junto con el espejo de mano sobre la mesa de luz. Hice lo que me pidió y me miró de arriba abajo - Chica, me he acostumbrado a verte siempre con camisetas cubriendo todo tu torso y jamás te había visto vestida de esta manera, ¡Y me encanta! Mira todo lo que ocultas, ojalá tuviese un par de esas - Opinó y miré rápidamente hacia el espejo de pie para observar nuevamente como me encontraba vestida. Era un simple crop top blanco escotado con algunas tiras entrelazadas sobre mi abdomen acompañado de un jean clásico tiro alto, una vestimenta que casualmente no usaría pero, ví esta fiesta como una oportunidad para cambiar un poco.
Ruborizada por su comentario, reí cabizbaja y la empujé sin fuerza, haciendo que ella me mirara de manera coqueta y sonriera al ver mis mejillas enrojecidas.
Mientras los minutos pasaban, me coloqué los tenis y dejé mi pelo lacio suelto, busqué entre las prendas grandes un abrigo y opté por un gran suéter abierto color piel, sabría que esta noche sería helada.
