2. Siguiéndolo

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Suspiro cuando acaba el capítulo, Diego apaga el televisor y luego la luz de su cuarto haciéndome imposible verle, reviso la hora en mi teléfono, 8:33 pm, ¿Acaso ya se va a dormir?, no lo creo, aún así ya lo acosé suficiente por hoy y no pude investigar nada que me ayudara a descubrir que lo hizo excluirse del mundo, bajo a la cocina y abro el refrigerador en busca de algo de comer, encuentro unos nuggets que no se cuanto tiempo llevan ahí y los meto al microondas, en eso recibo un mensaje de mi madre:

"Lau, hubo una complicación con un paciente, pasaré la noche en el hospital, acuéstate temprano"

Una de las ventajas de que mi madre sea médica de urgencias es que casi nunca está en casa, después de responderle que estaba enterada me siento en la mesa de la cocina, en la pared hay una ventana que da directamente a la entrada de la casa de Diego, un gemido sale de mi boca al imaginarlo tocándome, sacudo la cabeza para ahuyentar cualquier tipo de pensamiento pervertido y me concentro en comer mis nuggets, un ruido capta mi atención, subo mi vista y lo veo, Diego Patrón está saliendo de su casa como todo un ninja, va vestido completamente de negro, cabizbajo y fijándose que nadie lo vea salir, no tengo la menor idea de a dónde va pero seguro tiene algo que ver con su repentino cambio de actitud, sin pensarlo dos veces me paro del asiento, agarro mi celular y el abrigo que esta colgado en el perchero junto a la puerta, cuando Diego ya está lo suficientemente alejado para no notarme siguiéndolo, abro la puerta y empiezo a caminar detrás de él ¿A dónde vamos guapo?.

Esto es emocionante, tenía mucho que no lo seguía por que él ya no salía de su hogar, la última vez que lo seguí fue a una cafetería donde lo observé con sus sexys amigos durante horas, luego ¡bum! Todo cambió y ya no salió más, casi olvido la adrenalina que se siente seguirlo, definitivamente esto podría ser un deporte de alto rendimiento.

Después de seguirlo durante unos 20 minutos me doy cuenta que jamás he estado por esta zona, ¿Ahora cómo rayos regresaré? Oh, claro, siguiéndolo de vuelta, dejo a un lado mis pensamientos cuando por fin Diego se sienta en una banqueta ¿Que hace? Nada, él solo se queda ahí sentado, yo me encuentro a una calle de distancia ocultándome detrás de un árbol, bajo mi vista y busco mi celular ¡Que despistada soy!, en vez de tomar el celular tomé el tazón de nuggets, hago una mueca y empiezo a comer mientras lo miro como si fuera alguna obra de arte, algunas personas que pasan junto a mi me dedican algunas miradas extrañadas pero no le doy importancia, cuando empiezo a observar alrededor me doy cuenta que cruzando la calle de donde Diego se encuentra sentado hay una discoteca,  enfoco mi atención en el lugar, se nota que hay una gran fiesta dentro, hasta acá se puede escuchar música electrónica, afuera hay dos chicas enfundadas en vestidos muy pegados al cuerpo y cortos, vuelvo mi atención a Diego, se encuentra mirando la entrada del club, mi mente empieza a trabajar.

No lleva ropa para ir a una fiesta.

Esta vestido de negro.

Yo me vestía de negro cuando Él salía de su casa y yo lo seguía.

Se encuentra sentado alejado del club para que él pueda observar la entrada sin que nadie lo note, al igual que yo me encuentro alejada de él para poder observarlo sin que él lo note.

¡¿Está acosando a alguien?!

Lo estoy acosando mientras él acosa a alguien más.

Siento como se me atora el nugget en la garganta ante esa teoría, ¿Acaso su cambio de actitud se debe a que se convirtió en acosador?. Un auto se estaciona frente al club, veo a Diego levantarse pero no se mueve, solo se queda ahí parado con su vista hacia el frente.

Por la puerta trasera del auto baja primero una chica rubia usando un vestido negro sin mangas, después de ella baja otra, veo a Diego morderse el labio cuando la ve, esa chica tiene una hermosa cabellera negra y rizada, su piel es blanca, usa un rojo vestido sensual y unos tacones negros, ella entra en la categoría <<Podría ser modelo si lo quisiera>>, de pronto una imagen viene a mi mente, Diego estaba besando a esa chica un día en su habitación, de hecho las últimas veces que llevó a alguien a su cuarto fue a ella, por el asiento del copiloto baja un chico moreno vestido con una playera negra pero elegante, tiene un brazo lleno de tatuajes, finalmente del asiento del conductor baja otro, tiene pelo café dorado, usa una camisa y tiene los primeros botones desabrochados, se ve que se ejercita, este chico es muy atractivo, no tanto como Diego pero aún así roba la atención de algunas chicas que se encuentran paradas en la entrada del club, este último chico se dirige a la que tiene pelo rizado y pasa una mano por su cintura, cuando hace eso veo como Diego aprieta los puños y se tensa, luego los cuatro entran al club, cuando salen de la vista de Diego veo que sus hombros se relajan y mete sus manos a los bolsillos de su negro pantalón, entonces sigue caminando, no da la vuelta para regresar por donde vino, se dirige a otro lugar y como era de esperarse lo continuo siguiendo.

Diego dobla en una calle y sale de mi vista, entonces me apresuro un poco y antes de dar la vuelta en la esquina primero me asomo, veo una calle sin un solo auto, al otro lado de la calle solo hay una barda que da a un precipicio, la vista que se observa es hermosa, Diego se encuentra parado apoyando sus brazos en la barda ligeramente inclinado al frente, aunque solo puedo ver su espalda, esta imagen es muy linda, todo es iluminado solo por algunas luces de la ciudad y la de la luna, entonces él hace un inesperado movimiento

—¡NO!— Exclamo cuando él se sube a la barda.





Nota de la autora: ¡Gracias por leer! Espero les guste la historia, si es así dejen su voto :)

El secreto de mi vecinoWhere stories live. Discover now