38. El momento (18+)

3.5K 416 368
                                    







Creí que estar 4 años lejos de mi casa, de mi familia y de mi novio sería algo muy difícil para mí, pero en realidad resultó sencillo, después de graduarse, Diego empezó una carrera de administración en México, yo quería transferirme a una Universidad cerca de él pero no me lo permitió.

A pesar de ser una relación a distancia, va de maravilla, no hemos tenido una sola pelea y lo que más me tranquiliza es que es sincero conmigo en todos los sentidos, por ejemplo me contó que ahora es amigo de Elisa, lo cual al principio me molestó pero confío en él y estoy segura de que no hará nada que ponga en riesgo lo que tenemos.

Las vacaciones de Semana Santa inician la próxima semana, pero esta vez no voy a ir de visita a mi hogar porque tengo que prepararme bien para los exámenes finales, creo que eso le molestó un poco a Diego porque desde que se lo dije no me ha llamado o respondido mis mensajes.

Cuando el timbre de la última clase suena tomo mis libros y me dirijo a la biblioteca para estudiar un poco, aquí no he hecho muchos amigos, solo Mel, mi compañera de habitación, Robbie, el chico que siempre está solo en la biblioteca y Dalia, una chica que estudió en la misma preparatoria que yo y ubicaba de vista.

Mientras atravieso el jardín rumbo a la biblioteca veo a unas chicas que tienen su atención enfocada en algo a mis espaldas, no le doy mucha importancia hasta que unos brazos fuertes que conozco muy bien se envuelven en mi cintura.

—¿Me extrañaste?.

Me doy la vuelta entre sus brazos y no puedo creer lo que veo, salto sobre él y él da vueltitas conmigo antes de darnos un profundo beso como saludo —No lo entiendo, ¿Qué haces aquí?

—Dijiste que no irías estas vacaciones así que decidí venir yo.

Lo abrazo una vez más y siento unas miradas sobre nosotros, las chicas tienen su vista en Diego como si fueran unos depredadores y Diego la presa, una pizca de celos me invade así que junto mi boca con la de él, tomo el control del beso separando sus labios y metiendo mi lengua hasta su garganta, dirijo una de sus manos hasta mi trastero y él lo aprieta un poco, me doy cuenta de que es hora de separarnos cuando siento su erección presionando contra mi muslo, entonces me separo y les dirijo a esas chicas una mirada de <<es mio zorras>>.

Para finalizar Diego besa mi mejilla —¿Celosa?— Susurra en mi oído.

—No, solo me gusta dejar claro lo que es mío— Nuestras miradas se conectan, lo observo un poco y llevo mi mano a su frente —Estás algo pálido, ¿Te sientes bien?

Vacila un poco —Si, es que no dormí bien en el avión, seguro es eso— Le resta importancia entonces yo también lo hago.

—¿Cuanto tiempo te vas a quedar aquí?

—Un día.

—¡¿Qué?!, ¿Por qué tan poco?, no, quédate más tiempo, hay cosas que quiero mostrarte y...

—Shhh— Me besa —Disfrutemos el momento, ¿Si?.

—Está bien, ¿Vamos a la feria?

—Vamos a donde tú digas.

El estudio puede esperar un poco, así que entrelazo nuestras manos mientras le empiezo a contar muchas cosas que me han pasado, él parece estar escuchando atentamente todo lo que estoy diciendo pero al mismo tiempo parece estar en otro lado. —Ya en serio, ¿Está todo bien?.

—¿Qué?, si, si, todo bien— Sonríe pero no me convence.

—Diego...— Uso el tonto que usa mi madre cuando sabe que estoy mintiendo y me da una última oportunidad para decir la verdad.

El secreto de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora