El secreto de mi vecino

26. Navidad (18+)

—¡Písale Diego!— Exclama Tania

—Ya no puedo ir más rápido— Dice desesperado

—Puta madre Diego— Mateo se une a la conversación —¡Más rápido!

—¡Cuida tu vocabulario!

—Unos posibles mafiosos armados están persiguiéndonos, ¡¿Y te preocupas por mi vocabulario?!

—Mierda— Unas llantas rechinan y el auto frena.

4 Horas antes

La navidad es sin duda mi época favorita del año, no voy a permitir que nada arruine nuestra cena de este año, vendremos mi mamá y yo a la casa de Diego quien invitó a algunos de sus antiguos amigos y a sus familiares que viven en otro lugar.

Me alegra saber que Diego ha retomado el contacto con sus amigos, he salido un par de veces con ellos, son puros chicos y Tania y yo por lo que nos hemos vuelto buenas amigas, de Elisa no he sabido nada, creí que ella era parte del grupo de amigos de Diego pero al parecer no.

Desde que Diego sabe que vivirá se ha reintegrado poco a poco al mundo, incluso me ayudó a buscar universidades y mandar solicitudes, la idea es que cuando él pase el último año entre a la misma universidad que yo.

—Estoy aburrida— Me tiro de espaldas sobre la cama de Diego, él imita mis acciones

—Mateo dice que irá a comprar unos regalos de navidad ¿Vamos con él?

Mateo es el chico algo moreno con un brazo lleno de tatuajes, de sus amigos es el que mejor me cae. No tenemos nada mejor que hacer a parte de esperar la cena de navidad la cual está siendo cocinada por mi mamá y la de Diego, ellas se han llevado muy bien últimamente y siempre que tienen la oportunidad nos molestan a Diego y a mí —Vamos

Mateo llega a casa de Diego con Tania, Diego y yo subimos en los asientos traseros del auto, no tengo idea donde planea Mateo comprar los regalos —Llegamos— Anuncia mientras el auto frena

—¿Exactamente dónde estamos?— Tania se cruza de brazos

—No tengo idea— Dice Mateo —Mi hermana quería una mascota, busqué tiendas en internet y google maps nos trajo aquí

Este lugar se ve algo descuidado, hay una cafetería y al lado algunas tiendas, Mateo se mantiene sonriente pero a mi esta zona me da desconfianza —¿Qué me recomiendan comprar?— Pregunta casualmente Mateo

—¿Qué?

—Para mi hermana, estaba pensando en un perro pero creo que es mucha responsabilidad

—¿Que tal un loro?— Sugiere Diego

—Es una buena opción

Tania y yo decidimos tomar un café mientras ellos van a comprar el regalo para la hermana de Mateo.

—¿Ya sabes que va a ser de tu vida cuando te gradúes?— Me pregunta mientras le da un trago a su café

—Antes de saber que Diego viviría quería irme al extranjero después de su muerte para... tú sabes no vivir en el pasado, pero ahora entraré a alguna universidad aquí para no tener que separarnos ¿Tú?

Hace una mueca —Ni siquiera sé si voy a pasar el año— Su semblante de pronto se torna preocupado —Diego me dijo que lo estás ayudando a ponerse al corriente, ¿Crees poder ayudarme también a mí?

—Claro— Se ve un poco más tranquila, estos días una pregunta ha rondado mi cabeza —¿Te puedo preguntar algo?

—Lo que quieras