20. La visión

3.8K 488 448
                                    




Diego


—¿Y?— Le pregunto en cuánto sale del baño con una expresión que no logro descifrar, si me dijera que voy a ser papá me sentiría feliz, impotente y triste por saber que no voy a poder ser parte de la vida de mi hijo y por que nacería en nueve meses, el tiempo que me queda de vida, así que mientras nuestro bebé se esté formando yo me estaría muriendo, sé lo que se siente que en momentos importantes mi padre no esté a mi lado y la sensación es lo peor que se podría sentir, no me gustaría que mi hijo experimente esa sensación, por otro lado si si está embarazada sé que sería más fácil para mi madre superar mi muerte por que tendría un nieto al cual darle todo el amor y atención que me da a mí y Laura estaría cuidando un hijo recién nacido por lo que no tendría tiempo de estar triste por mi muerte.

Ella niega con la cabeza.

—¿No hay bebé?— No sé si la noticia me da gusto o decepción

—¿Quieres que si haya?— Dice con un hilo de voz

—No— Lo pienso un poco —Bueno si, no, no se que quiero, me gustaría ser padre pero no ahora y como no tengo futuro no se...

—No estoy embarazada, Diego

—¿No lo estás?— Ella niega y empieza a acercarse a mí, me abraza y pega su cabeza a mi pecho, puedo sentir su respiración, suspira —¿Qué pasa?

—No lo sé— Masculla —Un bebé hubiera arruinado todos los planes que tenía para mi vida pero en parte lo quería

Así que estamos en la misma situación, que no haya bebé es lo mejor que pudo haber pasado pero en el fondo ambos queríamos que hubiera —Ya, tranquila— Beso su cabeza —Si hubieras estado embarazada no hubiéramos podido hacer muchas cosas que sí podremos

—¿Cómo qué?

Este es el momento adecuado para decirle el paseo que compré por internet, así distraigo su mente —Saltar de un avión con paracaídas

Inmediatamente rompe el abrazo —Ni loca voy a saltar de un avión.

-

—Recuérdame por qué estoy haciendo esto—Grita por todo el ruido que hay, estamos en uno de esos aviones especial para paracaidismo, ya ambos nos encontramos con los trajes y la mochila del paracaídas

—Por que me amas

—Cierto— Intenta controlar su cabello ya que el viento no deja de moverlo

—Recuerda, saltas, cuentas sesenta segundos y tiras de la cuerda

De pronto se pone pálida —¿Y si no se abre el paracaídas?

—Mueres— Informo y la empujo del avión.

Me asomo hacia abajo y empiezo a contar yo igual, estoy un poco tenso hasta que veo como se abre su paracaídas, es entonces que con una seña me despido del señor que nos puso el equipo de paracaidismo y salto.

Se siente un vacío en el estómago, el viento impactando en mi cara es una sensación increíble, no se cuanto tiempo llevo en el aire pero ya es hora así que tiro de la cuerda para que se abra el paracaídas pero no siento que la caída se detenga, entonces vuelvo a tirar, esta vez un poco más fuerte, el paracaídas no se está abriendo.

Siento que todo va en cámara lenta cuando en realidad estoy cayendo a una rápida velocidad, a mi mente llega la cara de mi madre, ¿Voy a morir así?, sería más épico pero aún no quiero irme, todavía estoy más arriba que Laura pero como su paracaídas ya está abierto ella va cayendo más lento que yo, así que pronto estaré debajo de ella, agradezco que a la hora de haber elegido paracaídas a mí me haya tocado el que no iba a abrir y no a ella.

El secreto de mi vecinoWhere stories live. Discover now