El secreto de mi vecino

27. Regalo de cumpleaños (18+)

Diego empezó con las quimioterapias hace ya cuatro meses, para ser sincera creí que sería más difícil de lo que en verdad ha sido, de hecho según el doctor fue muy afortunado por que el cabello no se le ha caído, hasta ahora todo va bien, en unos cuantos meses más si todo sigue así el tumor ya a va a estar totalmente eliminado de su organismo.

Hoy Diego cumple 20 años, le dije que me sentía un poco mal y que por la noche iría a visitarlo para festejar pero en realidad Tania y Mateo vinieron a mi casa para ayudarme a planear una pequeña reunión para celebrar, mi madre me dejó hacerla en casa siempre y cuando no hagamos mucho desorden, lo cual no me preocupa porque planeamos invitar pocas personas, solo los más cercanos a Diego.

—Acabo de mandar las invitaciones— Informa Mateo

—¡Perfecto!— Tania celebra —Solo le mandaste invitación a los de la lista, ¿Cierto?

—¡¿Había una lista?!—Exclama —No lo sabía

Me confundo un poco —Si no invitaste a los de la lista, ¿A quienes invitaste?

Sonríe nervioso —Subí una publicación anunciando que habrá fiesta— Tania y yo compartimos una mirada —Tranquilas, tengo pocos seguidores, seguro no vienen tantas personas.

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—¡Mi madre va a matarme!— Exclamo al ver los "pocos seguidores" que Mateo dijo que verían el anuncio de la pequeña reunión que ahora es una alocada fiesta

—Esto está a reventar— Mateo nos abraza a Tania y a mí —Y lo mejor de todo es que Diego parece estarla pasando bomba

Le doy un vistazo a Diego, está reunido con unos chicos que no tengo idea de quienes son pero todos están riendo, decido olvidarme un poco de que mi casa está llena de extraños y disfrutar el momento, mi madre pasará la noche en el hospital así que con que se vayan todos aproximadamente a la una de la mañana tendré suficiente tiempo para limpiar y fingir que no pasó nada aparte de una inocente reunión, voy a dónde Diego está y lo jalo del brazo —Tenía mucho que no iba a una fiesta real— Su aliento huele a alcohol y me da un poco de nauseas—¡Es el mejor regalo que me han dado!— Exclama y  me hace recordar que no le he dado su regalo

—Ven— Lo jalo del brazo y puedo escuchar como los chicos con los que estaba empiezan a chiflar pero no le doy importancia, a estas alturas ya todos han bebido demasiado

En el segundo piso están las habitaciones, es fácil darse cuenta de que mi casa se ha convertido en un motel, detrás de algunas puertas se escuchan gemidos y otros ruidos que por mi salud mental ignoro, por fin llegamos a mi cuarto, por suerte no hay nadie aquí, Diego entra detrás de mí y cierra la puerta a sus espaldas, me sonríe de esa forma que me hace sentir mariposas y se acerca a mí tomándome por la cintura y besándome, le respondo el beso pero me separo cuando siento su erección en mi abdomen —Tengo un regalo para ti— Digo separándome pero él no me deja

—Déjame desenvolver el regalo— Y me quita la blusa, me ruborizo un poco

—Me refiero a otro reg...

—Shhh— Me calla y empieza a besar mi cuello,  creo que tendré que esperar para darle el regalo —Es la primera vez que lo hacemos en tu cuarto— Masculla

Jamás había pensado en eso, lo hemos hecho en tantos lugares, desde su cama hasta un avión pero en mi cuarto jamás —Supongo que eso está por cambiar— Digo entre risas, él me levanta, enredo mis piernas en sus caderas y nos deja caer sobre la cama, su cuerpo presiona el mío y empieza a moverse haciendo que nuestras entrepiernas rocen, por unos momentos me preocupa que alguien pueda oírnos pero luego recuerdo que seguramente no somos los únicos en este momento haciendo esto