23. No es lo que parece

3.1K 479 278
                                    








Ya está totalmente oscuro cuando tocan la puerta, salto del sillón y la abro pensando que es Diego pero me decepciono al ver a su madre acompañada de un señor alto y un poco canoso.

—Hola Claudia— Saludo y noto su semblante preocupado

—¿Sabes dónde está Diego?— Niego igual de preocupada que ella —Él dijo que quería darte la noticia y vendría para acá pero no responde mis llamadas, estoy preocupada Laura

—¿Qué noticia iba a darme?

—Le van a hacer una cirugía para removerle el cáncer, es probable que pueda salir adelante.

Esbozo una sonrisa de oreja a oreja, una inmensa felicidad me invade al enterarme, me siento extremadamente eufórica hasta que la señora vuelve a hablar.

—Pero para que se pueda hacer la cirugía primero hay que encontrarlo.

Pienso un poco donde puede estar, él me escribió que vendría para mi casa a darme la noticia pero nunca llego, hay un par de lugares donde se me ocurre buscarlo —No se preocupe señora, yo me encargo de encontrarlo.

Ella me agradece y se va con el señor en un lindo auto deportivo rojo, tomo las llaves del auto de mi mamá y voy a todos los lugares en los que hemos tenido algún momento importante, primero el cine, luego aquel teatro abandonado, el puente donde nos conocimos, solo queda un lugar, me pierdo un poco pero por suerte aquella vez puse atención en cómo llegar, estaciono el auto en el medio del bosque y camino hacia la laguna donde me confesó todo.

Me da un poco de miedo porque ya está todo oscuro y los ruidos de algunos insectos y otros animales me erizan la piel.

¡Bingo! Justo como lo sospeché, Diego se encuentra cabizbajo con los pies colgando sentado en el puente que cruza la laguna, camino hacia él y una extraña sensación me invade, lo tengo a tan solo unos pasos pero al mismo tiempo me siento tan lejos de él.

—¿Qué haces aquí a estas horas?— Pregunto, él inmediatamente me voltea a ver y puedo notar algo en su mirada que me da escalofríos, ya no me mira igual que antes.

—¿Qué hacías con la lengua de Lionel metida en tu garganta?

Me atraganto con mis palabras —Diego—Empieza a caminar hacia mi y pasa a mi lado como si nada —Espera, no es lo que parece

—¿Vas a negar que lo besaste?

—Si

—¿Entonces no lo besaste?

—Osea si, pero Diego por favor, si me escucharas...

—No tengo nada que escuchar de ti— Continúa caminando, lo observo de espaldas con un nudo en la garganta, no debí haber hecho eso, lo supe desde antes de hacerlo, fue una estupidez de mi parte y me arrepiento con todo mi ser, —Tú eras la única que creí que jamás me fallaría, yo no te hubiera fallado

Y continúa alejándose —Tu madre me dijo de la cirugía

Se da la media vuelta y quedamos frente a frente —No voy a hacérmela

—¿P-por qué?

Me ve de pies a cabeza y por un segundo la furia en su mirada es reemplazada por tristeza —Por que ya no tengo ningún motivo para vivir.

Dicho esto se va dejándome con el corazón en la mano en medio del bosque.

-


Hoy se cumple una semana desde aquella conversación en el bosque, he intentado buscar a Diego pero él me ha evitado y no lo culpo, si yo lo hubiera visto besando a otra sin duda hubiera hecho lo mismo, pero sé que si me escuchara entendería, tal vez haber besado a Lionel la primera vez para que se fuera no tiene justificación pero la segunda sí, lo hice por Diego, se cuan importante para él es su padre y estoy segura de que Lio cumplirá su palabra y Diego recuperará a su padre.

Estoy haciendo la tarea cuando escucho como tocan la puerta, sin ánimo bajo a abrir y me quedo paralizada cuando lo veo por fin después de tantos días —Hola— Dice con su voz fría

—Hola

—Mañana me operan y me gustaría que fueras

No puedo evitar tartamudear, hay tantas cosas que le quiero decir y ahora que lo tengo frente a mi es como si hubiera olvidado cómo hablar —¿S-si vas a hacerte la cirugía?

—Por obligación de mi madre— Ambos nos quedamos en silencio —Eso es todo lo que venía a decir, mañana a las 7 de la mañana en el hospital donde trabaja tu mamá.

Sin decir más se da la media vuelta y camina a su casa.


Diego

Después de días sin dormir por fin dejé a un lado mi dignidad y le hablé, estoy muriendo de nervios por que mañana me van a operar, no tengo idea si quiero que salga bien o que salga mal, se que Laura jamás me sería infiel pero aun no estoy listo para escucharla, por otro lado mi relación con mi padre ha mejorado considerablemente, de hecho hace un par de días me invitó a ver un partido de fútbol americano y la pasamos de maravilla, me pregunto a qué se debe que de pronto le haya dado por pasar tiempo conmigo.

Estoy sentado en el borde de mi cama sin hacer nada cuando mi madre se asoma por la puerta de mi habitación —Hijo, tienes visita

—Que pase ma— Digo convencido de que es Laura pero me trago mis palabras al ver quien entra por la puerta de mi habitación.

—Los dejaré solos— Informa mi madre y se va

—Diegui— Odio la forma en que pronuncia mi nombre —Papá te opera mañana

Casi olvido que ella se entera de todo lo que le ocurre a mi salud porque su padre es el doctor Ramírez.

—Si— No tengo ánimo de hablar con ella así que espero que se vaya pronto, pero en vez de eso se sube a mi cama y me abraza, me estremezco cuando besa mi cuello —¿Qué haces?

—Shhh— Sigue haciendo lo mismo, quiero detenerla pero la imagen de Lionel metiéndole la lengua hasta la garganta a mi novia llega a mi mente y me llena de furia, así que me doy vuelta y aplasto su cuerpo con el mío, sé que se está aprovechando de que estoy vulnerable en este momento y también sé que me voy a arrepentir de esto pero meto mis manos bajo su vestido y le quito su ropa interior, en menos de lo que canta un gallo ya estoy dentro de ella moviéndome como un salvaje, así es como desquito toda la furia que tengo, ella jadea adolorida pero no me interesa.

Cierro un momento los ojos y cuando lo hago la cara de Laura invade mi mente, imagino que estoy adentro de ella por unos segundos, bajo la velocidad de todo, pero cuando vuelvo a abrir los ojos y veo a Elisa debajo de mí me doy cuenta de lo mal que está esto, no puedo hacerle esto a Laura, tal vez ella haya besado a alguien más y se que tiene una buena justificación que cuando oiga me va a hacer perdonarla. Voy a tener que contarle esto, y ahora el que le va a tener que rogarle a ella que me disculpe soy yo y obviamente lo voy a hacer.

Salgo de ella —Vete de mi casa

Ella se incorpora acomodando su ropa interior —¿Estas corriéndome después de haberme hecho el amor?

—En primera, no hicimos el amor, follamos, y no se volverá a repetir y en segunda no quiero volver a pedírtelo

Se cruza de brazos —¿Qué va a pensar tu noviecita cuando se entere?

—Eso no es asunto tuyo— Empiezo a encaminarla a la salida mientras dice muchas cosas a las cuales no le pongo atención, abro la puerta y la empujo afuera cerrándole la puerta en la cara.

Vuelvo a mi habitación y me recuesto sobre mi cama, ya quiero que sea mañana pero al mismo tiempo me aterra como vaya a salir todo.



Nota de la autora: Dejen si votito y prendan su vela para que todo salga bien en la cirugía de Diego🕯🕯🕯

Hoy mas tarde subiré el próximo capítulo.

El secreto de mi vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora