El secreto de mi vecino

28. No siempre te quedas con quien mas amas

Diego

Elisa se cruza de brazos —Bien, serás padre ¡Feliz cumpleaños!

Puedo jurar que me estoy poniendo pálido ante lo que acabo de escuchar, lo primero que me preocupa es la reacción de Laura quien suelta una carcajada —¿De verdad crees que me voy a creer que Diego me fue infiel contigo?

Y es aquí donde me siento miserable y con ganas de que el tumor vuelva y me mate.

Elisa me voltea a ver —Veo que no se lo contaste todavía

Estoy por decir algo pero Laura pone su mano en mi hombro —Tranquilo, se que solo lo hace por molestar — Su vista se fija en Elisa —Mira, no se que hayas tomado que te haya hecho pensar que estás embarazada de mi novio, pero te garantizo que él jamás me sería infiel, así que por que no mejor vas a buscar al verdadero padre y te largas de aquí

Elisa busca algo en su bolso y saca una hoja —Me das pena Laura— Le da la hoja y Laura la empieza a leer —No quería decirlo pero, te lo dije, ¿De verdad pensaste que él se fijaría en ti habiendo alguien como yo?— Laura me mira, sus ojos están vidriosos

—Dime que es mentira— Me muestra el papel pero está muy lejos como para poder leerlo, me acerco y lo leo, es una prueba de embarazo que me reconoce a mí como el padre —¡Di que hay una explicación para esto Diego!— Grita, no respondo nada por que siento que cualquier cosa que diga solo puede arruinar más la situación, al ver que no digo nada ella empieza a correr a la salida de la casa, yo voy detrás de ella

—Fue el día que estabas besando a Lionel y...— Intento explicarle

—Yo me besé con él para que tuvieras un padre y tu por mientras le metes el ....

—¿Qué?, ¿Te metiste en mi relación con mi padre?

—Oh no Diego, no me hagas quedar a mí como el problema aquí, al primer tambaleo que tenemos tú vas a acostarte con otra en vez de afrontar la situación, ahora tienes que atenerte a las consecuencias, no me busques por favor— Sigue caminando, no puedo dejarla ir así que la alcanzo y la jalo del brazo haciendo que quedemos frente a frente, no tengo otra opción a parte de rogarle que me perdone y no me deje, y estoy totalmente dispuesto a hacerlo así que me arrodillo y tomo su mano

—No tengo justificación,— Mi voz se quiebra —yo iba a decírtelo aquél día en el hospital pero dijiste que no querías saberlo. Mi vida sin ti no tiene sentido, te necesito Laura y haría lo que fuera solo para escucharte decir que me perdonas, dijiste que nada en el mundo te haría querer separarte de mí, es momento de que lo pruebes

—Esto es diferente, ella es la madre de tu futuro hijo y yo...

—El amor de mi vida— Termino la frase por ella

—No siempre te quedas con la persona que más amas Diego— Dice secamente, libera su mano de mi agarre y empieza a alejarse.

4 Meses después

Mi vida los últimos meses ha sido un asco, Laura no quiere saber nada de mí, Elisa me presenta como su novio siempre que tiene la oportunidad y le ha dado por quedarse en mi casa, el próximo mes nacerá mi hija, será una niña a la cual querré solo por compromiso, mi madre aún no se ha enterado.

—¡Ah!— Grita Elisa sobresaltándome—¡La rata!

Ruedo los ojos —Ya te dije que no es una rata, es tu reflejo— Odio que le diga a Alvin rata, es suricata

—Ay Diegui siempre tan chistoso— Dice y en eso mi madre entra en la habitación, al ver a Elisa se ve impresionada

—Elisa querida, no sabía que estabas embarazada