Capitulo 39 (Brasil)

546 37 10
                                    

Vacaciones en Brasil. 2 años antes de la desaparición de Elsa:


Las clases habían terminado para que pudiéramos descansar, por primera vez Elsa y yo planeábamos irnos solos de vacaciones. Y también era la primera vez que nos interesábamos en ir a algún lugar caluroso, a alguna playa. Luego de varias opciones habíamos decidido que Brasil sería el mejor lugar, una vez que llegamos allá nos quedaban dos semanas por delante antes de volver con nuestras hermanas. Ellas todavía eran muy chicas para poder hacer un viaje solas, y nosotros queríamos tener tiempo juntos y a solas, así que no les había quedado de otra que quedarse.

                –Entonces –dijo Elsa saliendo de su habitación luego de descansar un rato, hacía apenas unas horas habíamos llegado del aeropuerto. Ambos estábamos agotados, pero por más que lo intenté no pude dormir– en este viaje nada de excursiones ni ir a los puntos turísticos ¿no? –asentí con la cabeza mientras seguía mirando el televisor. No entendía el portugués pero me había propuesto a mi mismo ver el programa y tratar de adivinar lo que decían, esto hacía para matar el tiempo. Absurdo, lo sé– ¿solo a la playa y quizás salir por la noche a comer a algún lado? –Volví a asentir con la cabeza– ¿Puedes contestarme con palabras, o por lo menos mirarme? –noté en su voz que estaba algo molesta, mientras hablaba se acercó y sentó en junto a mí en el sillón. La miré mientras lo hacía y sonreí mientras notaba, como tantas veces antes, lo hermosa que se veía cuando se enojaba.

                –Estás preciosa.

                –No va a funcionar ésta vez Jack –dijo cruzándose de brazos.

                –No sé a qué te refieres.

                –Oh sí, sí que lo sabes.

                –Bueno, entonces explícame.

                –Toda esa cosa de decirme cosas lindas para que me olvide de que me ignoras y que así no tengas que disculparte. No va a funcionar.

                –Bueno, está bien. Perdóname, pero lo que decía no tenía nada que ver con eso. En serio te ves hermosa cuando te enojas.

                –Solo cállate –ella quiso ocultarlo pero pude notar como una sonrisa era forzada a ser ocultada, y el color que rápidamente habían tomado sus mejillas también la delataban. Tomé su mano y la miré directo a sus preciosos ojos.

                – ¿Entonces?

                – ¿Entonces qué?

                –No me dijiste si me perdonabas o no.

                –No –ella evitó mirarme mientras forzaba a una nueva sonrisa a ocultarse, podía ver su labio temblar levemente tratando de no reír.

                – ¿No?

                –No –repitió ahora logrando ponerse un poco más seria. Era momento de jugar un poco con ella.

                –Bueno, entonces tendré que recurrir a medidas drásticas para obligarte a que me perdones –ella volvió a mirarme mientras levantaba una ceja, exactamente como solo ella podía hacer.

Let Her GoWhere stories live. Discover now