Epílogo

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Han pasado años desde la última que estuvimos todos juntos, fue extraño el saber que ésa era nuestra despedida. Jack y Elsa tuvieron que hacer el cambio de almas y recién entonces descubrimos que hacerlo era realmente doloroso para ellos, todavía escucho sus gritos de dolor taladrándome los oídos por la noche, pero finalmente lo lograron y lucharon para drenar su magia a la piedra antes de desmayarse. Emma había estado allí, al principio le costó creer todo lo que le decíamos pero al ver con sus propios ojos todo lo que sucedía nos creyó, luego de lo sucedido se llevó a Jack con ella mientras que yo me encargué de dejar a mi hermana con la familia que tenía en ésta nueva vida.

Es difícil tener a Elsa tan cerca y a la vez tan lejos, ella es mi hermana y quiero tenerla cerca, pero sé que eso no va a ser posible hasta que yo muera olvidando todo esto de la magia y restaurando el equilibrio roto hace siglos. Por ahora mi única compañía es la nueva reina del hielo, Meg, a quien no veo demasiado seguido; a veces pasan meses entre una visita y otra, pero en su reino ella no es capaz de darse cuenta del paso del tiempo humano, puede que en su tiempo solo pasen días o incluso menos. Con respecto a Franco, ella tuvo que darle parte de sus poderes para que él pudiera vivir junto a ella en su castillo, es bueno saber que lo suyo va tan bien y que él haya decidido dejar todo para que pudieran estar juntos.

Serena falleció hace menos de un año, sinceramente me sorprendió un poco pero la verdad es que me fue muy triste perderla aunque realmente no conocía mucho de ella. Por suerte antes de que esto pasara Meg y ella se dieron la oportunidad de hablar y todo quedó perdonado, será bueno para mi amiga vivir sin rencores, eso le ayudara a entender quiénes son sus verdaderos aliados. Otra cosa que me sorprendió fue el hecho de que Serena me heredara todo lo que tenía a mí, en una carta me explicó que lo hizo porque creía que solo yo le encontraría una utilidad, ya que al fin y al cabo una reina con magia no necesita dinero humano y sería realmente raro para Jack si él recibía tantas cosas de un "total extraño". De todas formas algunas de las joyas que yo había recibido ella quería que fueran dadas a quienes consideraba sus hijos como, por lo menos, recuerdos.

Así que gracias a Serena ahora podía viajar por el mundo sin preocupaciones, y tengo que ser sincera, todos estos viajes son porque me siento perdida. Desde que todo esto pasó siento que no tengo un lugar en el mundo, no sé qué hacer ni qué quiero de mi vida, no tengo sueños y viajo tratando de encontrar alguno. Quiero tener un propósito en la vida, o aunque sea a alguien que esté conmigo, alguien con quien compartir sueños, experiencias, risas, quiero algo parecido a la vida que tenía antes. Y me confunde pensar en que la anterior no era mi vida, es decir, el tener la magia de Meg me había condicionado a que mi destino fuera otro, pero al devolver los poderes volvía a tener mi destino. De hecho, ya sin tener esos poderes todavía ésta no es mi vida, porque mi futuro cambió teniendo todo eso; yo no tendría que saber nada sobre la magia... Y nuevamente me obligo a dejar de enredarme en esos temas, me causa dolor de cabeza...

Ahora estoy visitando Alemania, es realmente hermoso éste lugar aunque prefiero los lugares con más naturaleza, campos, bosques, vivir junto al mar. Pero he venido especialmente aquí para poder ver a dos personas que no veo en mucho tiempo, me paro frente a ese portón de rejas abierto y miro la hora, justo en ese momento el timbre suena y luego de unos segundos los adolescentes empiezan a salir. Me paro en puntas de pie, a veces es demasiado frustrante ser baja de estatura, y trato de encontrar con la mirada a Elsa o a Jack. Pasan los minutos y ya casi nadie sale del edificio, fuera del colegio hay varios grupos de chicos que esperan a sus compañeros faltantes.

Y entonces, de la nada, veo a una chica rubia saliendo apresurada; ella se voltea a mirar hacia dentro para saludar a otra chica, que aparenta tener su misma edad, y al hacerlo se choca con un chico castaño. Ella se tropieza y su mochila se le cae de las manos, todos sus libros y cuadernos van a parar al suelo y ambos se agachan a la vez para juntarlos; me muerdo el labio para no reír cuando en ese bajar apresurado ambos se golpean la frente el uno con el otro. Sin decir nada terminan de juntar todo y ambos se levantan casi al mismo tiempo, los dos con las mejillas rojísimas.

                –Discúlpame por todo esto  –dice la chica evitando mirarlo a los ojos.

                –No pasa nada –contesta él riendo, y mientras que se presenta le extiende la mano– soy Jack –ella mira la mano y luego a él, nuevamente a la mano y riendo la toma.

                –Elsa –los chicos que estaban con él lo llaman.

                –Bien, esos son mis amigos, tengo que irme. Un gusto conocerte Elsa, volveremos a hablarnos.

                –Claro –se sonrieron el uno al otro antes de que cada uno se fuera por su lado.

Apenas estuvieron lo suficientemente lejos dejé que la risa escapara, era inevitable no enternecerse viéndolos así. Podía estar segura que ellos se volverían a ver y hablar, y con el tiempo terminarían juntos. Miré nuevamente hacía los lados por los que ellos se habían marchado y suspirando me volteé para marcharme, pero vaya suerte tuve que al hacerlo fui yo la que empujó a alguien. Al abrir los ojos luego del impacto me encontré con un torso empapado en café, luego de verificar la escena entendí que había golpeado el vaso del hombre rubio derramándole el contenido encima. No podía verme pero podía sentir mis mejillas arder, en estos momentos maldecía ser tan despistada.

                – ¡Lo lamento mucho, no te vi!

                –Claramente no –dijo riendo, me relajé al notar que él no estaba enojado– pero tendrás que hacer algo por mí.

                –Claro, lo que sea.

                –Debido a esta horrorosa pérdida tendrás que invitarme a un café, y si todo sale bien luego te invitare a una cena –miré directamente a sus ojos, que me miraban con amabilidad, sorprendida.

                –Bueno, supongo que te lo debo –dije riendo, ésta persona no solo era divertida y amable, si no que era un atractivo hombre rubio de ojos marrones. Y esas eran grandes combinaciones en un hombre, definitivamente quería conocerle– Soy Anna.

                –Christopher...

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Fin :____________ éste es el final de los finales... jajajajaja en fin, creo que no hace falta decir que éste último "atractivo hombre rubio de ojos marrones" llamado Christopher es Kristoff xD pero por si acaso lo aclaro... ¿Qué les pareció el final?

Estoy pensando (y viendo ver cómo lo haría y de qué trataría) en hacer algo más continuando ésta historia, pero algo cortito, no lo sé, se me acaba de ocurrir así que no tengo ninguna idea formada jajaja Así que probablemente ésta no sea la despedida, despedida, de mis queridos personajes de FanFic. Estén atentos, cualquier cosa lo avisaré aquí en LHG poniéndole "Aviso" o "Continuación, o  lo que sea xD Los quierooo!!!

Let Her GoWhere stories live. Discover now