Capitulo 33

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Me desperté sintiendo que alguien me tocaba el brazo, abrí los ojos encontrándome con una niña que comía un helado. Ella me observaba con sus grandes ojos verdes, sin decir nada, la niña me parecía conocida. Luego de un rato, al ver que yo no decía nada, se sentó a mi lado y empezó a mover las piernas jugando mientras miraba a los demás niños que jugaban. Pasaban los minutos y ella seguía sentada a mi lado, me resulto extraño que estuviera sola y que no estuviera con un adulto.

                – ¿Hola? –ella me miro curiosa, a punto de terminar su helado en cono mas no me contestó– ¿Dónde están tus padres? –Siguió mirándome sin decir nada– ¿Acaso te has perdido? –no dijo nada, pero al terminar su helado extendió el cono vacio hacia mí y me miro con insistencia como si esperara que ahora yo hiciera algo. No entendía lo que quería y ella pareció entenderlo, así que se arrodillo a mi lado para quedar más cerca de mi rostro y, volviendo a extender su cono frente a mi rostro, habló.

                –Helado.

                – ¿Quieres mas helado? Lo siento, no tengo dinero –dije recordando que había dejado mi billetera en mi habitación en la casa de Anna. Ella negó con la cabeza, tomó mi mano y la acerco a su cono vacio.

                –Hielo.

                – ¿Disculpa?

                –Haz la magia –la mire asombrado, ¿ella sabía de mis poderes? Miré a mí alrededor y nadie parecía fijarse en nosotros, así que hice un copo de nieve sobre el cono y luego le di forma de helado. Ella sonrió, se sentó dejando colgar las piernas nuevamente y comenzó a chupar el hielo. No volvió a hablar hasta que termino su nuevo improvisado helado.

                – ¿Dónde está la reina Elsa?

                – ¿Conoces a Elsa? –ella asintió con la cabeza.

                –Reina Elsa, Rey Jack y Princesa Aida.

                – ¿Aida? –Ella se señalo a sí misma– oh –dije entendiendo– ese es tu nombre –ella volvió a asentir moviendo la cabeza, definitivamente era una niña de pocas palabras– ¿cuántos años tienes Aida? –con los dedos de la mano izquierda mostro sus cinco dedos y luego levanto solo dos, en la mano derecha todavía sostenía su cono nuevamente vacio.

                –Entonces, ¿dónde está la reina Elsa?

                –Bueno… –no quería decirle que Elsa estaba desaparecida, por algún motivo no me parecía bien– ella está ocupada resolviendo cosas de reina.

                –El Rey tendría ayudar a su reina…

                – ¡Aida! ¿Dónde estás?

Me volteé a mirar y vi a una mujer que caminaba apresuradamente y miraba a todos lados con desesperación. Me volví hacia Aida pero a ella no parecía preocuparle que alguien gritara su nombre.

                – ¿Esa es tu madre? –Ella asintió con la cabeza despreocupadamente– ¿y por qué no vas con ella? –Aida levanto los hombros como diciendo “no lo sé”, me levante poniéndome frente a ella y extendí mi mano hacia ella– vamos, tu madre parece preocupada, te acompaño hacia ella ¿te parece? –no dijo nada pero se levanto y tomo mi mano, así que empezamos a caminar hacia donde se encontraba la mujer. Esta se volteo de repente y nos vio, corrió a abrazar a Aida y cuando se levantó me miro sorprendida.

                – ¿Jack? ¡Oh por Dios! ¡Mira todo lo que has crecido! Casi ni te reconozco, al parecer Aida no tuvo ese problema –la mire pero no la reconocía en lo absoluto, ella me miro apenada mientras sonreía– ¿No me recuerdas? Soy la mamá de Eyleen, supongo que no olvidarías a la mejor amiga de tu novia –su rostro cambio enseguida y se puso un poco pálida– no me digas que tu y Elsa terminaron.

                –No, no –dije sonriendo– no terminamos, solo digamos que nos distanciamos un poco. Pero, espera, dijiste Eyleen ¿ella está viviendo aquí?

                –No, apenas pudo se fue a vivir sola a un departamento. No está muy lejos, pero bueno, ella quería ser más independiente. Y ahora en poco tiempo se va a la universidad, pero queda muy lejos, supongo que solo nos veremos para días festivos y luego nos hablaremos por teléfono. Estoy orgullosa de ella porque la verdad es que lo está haciendo todo muy bien, paga todas sus cuentas, ahora va a estudiar. Y dime, ¿qué hay de ti Jack? Supongo que tú también iras a estudiar, o al menos es lo que Serena esperaba de ti, todo mientras que no te fueras a alguna universidad que quedara muy lejos.

                 –Siendo sincero, todavía estoy viendo que hare. He discutido con Serena y ahora estoy viviendo en lo de Anna, así que cuando me encuentre con Elsa resolveremos que haremos –ya se estaba haciendo de noche así que pensaba despedirme de la madre de Eyleen, ella noto lo mismo así que se despidió antes.

                –Bueno Jack, espero que nos visiten tu y Elsa pronto. Aida los ha extrañado bastante, nunca se divierte tanto jugando como cuando esta con ustedes. Oh –dijo pareciendo recordar algo– ¿tienes tu celular aquí? –asentí con la cabeza– Que bueno, si te parece me gustaría darte el nuevo de celular de Eyleen para que hablen, ella también los ha extrañado mucho a ambos. Aunque al principio no le agradaras –agrego riendo.

                –Si, por favor.

Una vez que me hubo pasado el número de Eyleen, nos despedimos definitivamente por ese día y me volví a la casa donde Anna y Meg me esperaban algo preocupadas por mi larga ausencia. Luego de explicarles todo, menos lo del recuerdo ya que en ese momento lo olvide, me fui a mi habitación…

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Bueno, acá un nuevo capítulo :3 Les adelanto que el próximo será un recuerdo  de una vida pasada en España n.n espero que les haya gustado

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