Capitulo 11

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Mire al suelo, esa mujer que tenia frente a mi me había utilizado y mentido toda mi vida, en cada una de mis vidas pasadas. Quería alejarme de ella pero aunque sonara mal, era mi momento de utilizarla a ella, de devolverle el favor.

        – ¿Qué sabes sobre esto de la reencarnación?

        –Dime qué quieres saber.

Lo pensé un poco, ella ahora respondería a todo y no evitaría ninguna de mis preguntas.

        –Cuando reencarnamos, ¿qué edad tenemos?

        –Nunca tienen la misma edad, pero siempre llegan teniendo por lo menos mas de 10 años. Todo lo que se les dice lo toman como propio y lo transforman en su nueva vida. Así es que logre hacerte creer que era tu madre.

        – ¿Y el lugar? Es decir, ¿hay algún país en particular en donde aparecemos o es aleatorio?

        –Luego de su muerte, no siento la presencia de ninguno hasta meses más tarde. Aparecen siempre en un mismo lugar que nunca puedo descubrir, y luego se separan y ambos quedan en dos extremos totalmente alejados del planeta. Y con el tiempo, de alguna manera, ustedes siempre se encuentran.  Aunque esta vez las cosas cambiaron, Anna y Meg por alguna razón tienen esos poderes con la mente.

        –Y vas a decirme que no tienes idea de por qué.

Ella asintió con la cabeza.

        –Jack, te lo digo en serio, no hay mucho mas en lo que pueda ayudarte –ella se levanto de su asiento– Y hablando de Elsa, creo que ella se ha olvidado de ti. Si te amara no hubiera desaparecido de tal manera, tal vez tendrías que considerar el olvidarla, dejarla en el pasado.

        –Tendrías que saber que yo nunca haría eso, y que no me quedare aquí como si nada. Iré a buscar respuestas, encontrare a Anna, ella podrá decirme lo que tú no puedes.

La mirada de Serena se transformó por completo a una de horror, se quedo quieta mirándome. Ella sabía que no podría retenerme aquí y menos ahora que sabia la verdad sobre ella. En cierto modo me intrigaba y quería saber más sobre como Elsa y yo la habíamos creado a Serena y al resto de su especie ya extinta. Pero ahora lo que más me importaba era la desaparición de Elsa y mi pasado. Tenía que saber quién era Zachary y por qué le temíamos tanto.

Serena pareció pensar lo que yo había dicho y se puso frente a mí.

        –Bien, si tienes que ir con Anna, hazlo. Pero iré contigo, creo que tengo que ir.

        –No necesito que vayas Serena.

        –Quizás no, pero quiero ir contigo para ayudarte en todo lo que pueda.

        –No –dije agregando una corta risa sarcástica– lo que tú quieres es tenerme a tu lado, para poder seguir viviendo por muchos años.

        – ¡Jack! –Su voz sonó como si la hubiera lastimado por dentro– Ya te lo he dicho, puede que en su momento fuera así, pero ahora en serio los quiero.

        –Espero creerte en algún momento… Pero por ahora, la única en esta casa que tiene mi confianza es Meg.

Salí de la habitación dejando a Serena ahí. Al llegar a la cocina me encontré con Meg que comía su desayuno con lentitud, ella me miro y me indico con la cabeza que me sentara a su lado. Lo hice.

        –Supongo que pudiste sacarle las respuestas que necesitabas –dijo antes de morder su tostada con mermelada y tomar un sorbo de café.

        –Un poco más de lo que esperaba, creo que no voy a poder saber más cosas yo mismo.

        –Y ya quieres ir con Anna ¿no es así?

Ella me conocía bien, sonreí y asentí con la cabeza. Ella me sonrió en contestación.

        –Bueno – dijo Meg dejando la taza frente a ella– supongo que puedo faltar un poco al colegio.

Let Her GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora