Capitulo 36

527 33 1
                                    

No paso mucho rato hasta que el almuerzo estuvo listo, todo se estaba volviendo una insoportable y aburrida rutina. Ni siquiera podía ayudar a las chicas a cocinar ya que era “algo de ellas”, un momento en que Anna y Meg se entretenían preparando recetas nuevas que habían encontrado en algún libro o en internet. Odiaba que en estos días mi vida se hubiera transformado en una rutina, y ni siquiera tenía a alguien con quien hablar sobre cosas que me interesen. En éste momento lo único que quiero es que llegue el recuerdo de ésta vida, para así ya poder ir con Eyleen. Estoy seguro de que ella sabe algo…

                –Jack… ¡Jack! –Me volteé a mirar a mi hermana, no me había dado cuenta de que estaba tan metido en mis pensamientos– ¿estás bien? No has comido nada –pase mi vista de Meg a mi plato, en seguida noté que éste estaba totalmente lleno.

                –Lo siento, me quede pensando… De todos modos no tengo mucha hambre –revolví un poco la comida con el tenedor y luego me llevé un pedazo a la boca.

                – ¿Y en qué piensas tanto?

                –No lo sé, en todo, o más bien lo poco, que ha pasado en estos días. Solo quiero que estos recuerdos de mis vidas pasadas terminen de una vez…

                – ¿No te gusta ver todo eso? –dijo Anna luego de terminar de tomar el agua en su vaso. Ambas se voltearon a mirarme esperando mi respuesta.

                –No es eso Anna, la verdad es que recordar todo eso es fantástico. Pero ya quiero seguir mi camino, ir con Eyleen y encontrar a Elsa.

                –Sabes que no será tan fácil como eso ¿no? –Ahora era Anna quién me hablaba, y Meg quién se quedaba callada mientras escuchaba todo lo que decíamos.

                –Si, lo sé, y es por eso que cuanto antes quiero seguir mi camino. De hecho, me encontré con la madre de Eyleen y ella me dio su número celular para que pudiera hablarle, lo único que me queda es esperar al recuerdo de esta vida –ninguna de las dos contesto a eso, de repente los tres nos quedamos pensativos. Y no fue hasta rato después que Meg decidió interrumpir aquel silencio.

                –Hablando de eso, no nos has contado sobre los últimos recuerdos de tus vidas pasadas. Claro, si es que te sientes bien ahora, porque en serio me interesan todas esas historias, lo siento casi como leer un libro o ver una película ambientada en el pasado –me reí, pero no por su comentario si no porque recordé que había visto al novio de mi hermana en aquella vida en que pase un tiempo viviendo en Italia y luego en España. Sabía que cuando se lo dijera ella pondría un expresión graciosa.

                –Bueno, de hecho ahora confío mas en tu novio –ella me miró extrañada, y en seguida pareció prestar un poco mas de atención ante la simple mención de Franco.

                – ¿Por qué lo dices?

                –Porque lo conocí en una de mis vidas pasadas, y fue casi como un hermano para mí. Así que supongo que seguirá siendo igual –Al final había tenido razón, la mandíbula de mi hermana parecía a punto de caerse al suelo y luego de unos segundos de silencio, me pidió que le contara todo.

Ya habíamos terminado de limpiar y ordenar todo en la cocina, nos sentamos los tres nuevamente frente a la mesa, pero ahora para jugar a las cartas. Jugamos durante un rato pero luego se volvió aburrido y después de hablarlo decidimos que teníamos que salir a algún lado, así que empezamos a pensar en algún lugar al que pudiéramos ir a divertirnos los tres juntos. Una imagen de un parque de diversiones se me cruzo por la mente, así que me decidí por preguntarle a Anna si había alguno cerca.

                –Bueno, no queda exactamente muy cerca, pero tomando el bus se llega en unos quince minutos.

                – ¿Entonces qué les parecería si vamos aunque sea unas horas?

                –Me encantaría –dijo mi hermana– pero ¿estás seguro Jack? Habrá mucha gente y mucho ruido, el dolor de cabeza podría regresar.

                –Creo que estoy lo suficientemente bien, además creo que esa distracción me vendrá muy bien.

                –Bueno, entonces si tú crees que estarás bien –dijo Anna mientras se levantaba de su silla emocionada– vamos al parque de diversiones –una vez preparados salimos de la casa siguiendo a Anna que sabia hacia dónde ir, mientras tanto ella seguía hablando– les tengo que decir que éste no es un parque es bastante pequeño, no tiene muchas juegos o al menos no tantos como lo normal, pero les aseguro que será fantástico. Con Elsa íbamos allí de vez en cuando, le tengo cariño a ese lugar.

En por lo menos 20 minutos estábamos ya pasando por la entrada de aquel “pequeño” lugar, la verdad es que no era realmente muy pequeño y tenía bastantes juegos, o al menos los que me interesaban a mí. Dimos algunas vueltas, dependiendo del gusto de cada uno nos fuimos subiendo a distintas atracciones, a veces íbamos los tres juntos. Fue entonces que una enorme montaña rusa llamó mi atención, para mi sorpresa ambas chicas se emocionaron por la idea de subirse. Ellas se sentaron juntas y yo quede unos asientos más adelante solo, en seguida comenzó a moverse y descubrí que no era tan entretenido como esperaba. Así que mientras que todos los que se habían subido gritaban de emoción, o de terror, yo miraba a la gente que caminaba. Entonces vi un puesto de comida algo lejos que llamó mi atención, mi cabeza comenzó a dolerme ligeramente y luego nos vi a Elsa y a mí caminando hacia éste.

Cuando bajamos de la montaña rusa las chicas se fueron a los baños y yo me empeñé en encontrar aquel puesto, tenía el celular así que no tenia problema en alejarme de las chicas, cualquier cosa me llamarían. Me tomo más de lo que esperaba orientarme, y luego de varios minutos vi a lo lejos la llamativa tela verde neo que cubría la tienda abandonada. Entonces la cabeza comenzó a dolerme aun más, y de un segundo para el otro todo paso a estar negro para luego ver todo desde otra perspectiva.

                –Elsa, ¿en serio es necesario ver a Eyleen? Ella me odia y la verdad es que yo tampoco tengo muchas ganas de verla

                –Basta Jack, ella es mi mejor amiga, y no te odia. Es solo que en la vida pasada en que los tres estábamos juntos, lo que tenemos tú y yo tenemos no terminó muy  bien que digamos y bueno, ahora desconfía de ti. Además, ella es la única que sabe en dónde está el castillo de Neige.

                –Sigo sin entender por qué ella lo sabe y nosotros no.

                –Yo tampoco estoy muy segura, creo que esa información quedo bloqueada de nuestras mentes una vez que reencarnamos. Pero ella tenía una carta que yo le había dado en ese entonces, no me preguntes cómo la consiguió pero ahora la tiene y sabe hacia dónde debemos ir.

                –Allí está –señale hacia un puesto en donde vendían collares y anillos artesanales. Eyleen miraba los accesorios con atención. Luego se volteó, de alguna manera sabía que estábamos detrás de ella, y sonrió al vernos.

Durante la vuelta a la casa de Anna casi no hablamos, la tarde estaba dejando paso a la noche y los tres estábamos realmente cansados. Ni bien llegamos, preparamos una cena rápida y comimos nuevamente en silencio. Las chicas se fueron a dormir directo mientras que yo comencé a lavar todo lo que habíamos usado, una vez que terminé caminé a mi habitación lentamente, muy cansado. Más cuando me acosté no pude dormirme hasta luego de un rato, Eyleen sabía quién era o por lo menos en dónde podía encontrar a Neige.

---------------------------------------------

Buenoo :3 este capítulo lo hice un poco más largo jajaja espero que les haya gustado y les quería avisar que este Domingo me vuelvo a ir a la costa, pero probablemente pueda tener algo de internet. Así que espero poder seguir subiendo capítulos, con menos frecuencia probablemente, pero seguir :D si puedo, mañana y pasado subiré capitulo también 

Let Her GoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora