Let Her Go

Capitulo 6

Al entrar en la cocina, mi madre de levanto y me abrazo, luego me indico que me sentara. Coloco varios platos con diferentes comidas en la mesa, dándome a elegir lo que prefiriera. Esta sería la primer comida, sin contar la sopa que Serena me daba, desde que entre en el coma; y sabía muy bien que si empezaba a comer, no pararía hasta que no quedara nada sobre la mesa. Y lo que más necesito ahora son respuestas, por lo que aleje la mirada de la comida y la enfoque en mi madre que ya se había vuelto a sentar. Así que sin más, hice mi primer pregunta.

                – ¿Puedo hacerte preguntas y esperar que me contestes con sinceridad?

Ella me miro levantando la ceja –Pues claro que si cariño, pero primero come algo.

                –No, necesito respuestas ahora. La comida puede esperar un rato más, pero todo esto me viene carcomiendo el cerebro desde hace tiempo.

Meg se sentó a mi lado colocando un plato con comida frente a ella – Anda, pregunta lo que quieras, puedes confiar en mí.

Mi madre miro a Meg y luego a mi – y es obvio que en mi  también. Bien si quieres comer después es tu decisión. ¿Qué necesitas saber?

                –Bueno, creo que lo primero que quiero saber es cuánto tiempo he pasado dormido, me refiero en coma.

                –Estuviste mucho tiempo así – dijo mi madre, dando eso como su respuesta.

                –Ya sé que ha sido mucho tiempo – dije frustrado y rodando los ojos – pero cuál ha sido el tiempo exacto.

                –Dos años –respondió Meg – Tienes 21 años ahora.

Abrí los ojos incrédulo – ¿Dos años? ¿Es decir que ya tienes 18 años?

                –Si Jack.

Mire a mi madre esperando que me dijera que eso era solo una broma. Pero en cambio me encontré con que confirmaba lo que Meg decía, asintiendo con la cabeza.

                –¿Eso solo ibas a preguntar?

                –No, yo… es solo que estoy en shock. Es decir, creí que solo habían pasado unos meses, no tanto…

Escuche una voz en mi cabeza “Jack, aprovecha a preguntarle  a Serena ahora. Parece estar dispuesta a responder todo, y eso no sucede muy seguido”. Mire a Meg, pues la de recién parecía haber sido su voz, pero ella solo me miraba fijamente. Entonces un recuerdo apareció de golpe, la voz de mi madre hablando de “Elsa”. Ese nombre que sentía conocer, pero al cual no le encontraba un rostro, una persona que conociera.

                –¿Quién es Elsa?

Mi madre de rio, pero al ver que yo no bromeaba, su gesto se volvió confuso – ¿En serio no sabes quién es? ¿No al recuerdas?

                –Siento que la conozco, pero hay cosas que no puedo recordar, son como recuerdos bloqueados.

                –Oh, pues ella era tu novia. Pero luego de que entraste en coma, nunca volvió a aparecer.

                –Y ella tenía poderes al igual que tu – agrego Meg apresuradamente.

                –Espera, ¿ella tenía cabello rubio y ojos celestes?

                –Si – contesto Meg, con un brillo de esperanza en los ojos – ¿la recuerdas ahora?

                –La verdad es que no, pero soñé con ella, o tal vez era solo un recuerdo, no lo sé. Pensar en todo eso me da dolor de cabeza.

                –Bueno, entonces creo conveniente dejar esta conversación aquí, y que tú comas – dijo mi madre, levantándose y saliendo de la cocina.

Una vez que ella desapareció tras la puerta, y luego de que se escucharan los escalones de la escalera crujir bajo el peso de una persona, Meg volvió a hablar.

                –Ella coopero bastante, te dije que estaba dispuesta a responder.

                –¿Entonces tu me hablaste dentro de mi mente?

                –Si, somos hermanos, y estamos conectados en cierto modo, y es un truco que Elsa nos ayudo a perfeccionar.