Capitulo 17

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Quizás si estaba siendo muy duro con Franco, es decir, mi hermana no saldría con cualquiera. Ella era una chica muy inteligente y sabe reconocer los sentimientos de la gente, aunque mantenerse alerta nunca está de más. Meg seguía mirando, a la espera de una respuesta.

            – ¿Y bien, le darás una oportunidad a Franco? –suspire con molestia. Lo haría, pero solo por ella.

            –Bien, lo hare, le daré una oportunidad. Pero lo mantendré bajo vigilancia, de eso estate segura –ella sonrió y negó con la cabeza, risueña. Luego me abrazo.

            –Se que lo harás y no esperaba menos, gracias hermano. Esto es importante para mí, además de ti, él es la única persona a quien quiero y en quien confío.

            –Conozco ese sentimiento –ahora mi cabeza rondaba en torno a Elsa– Bueno, tendrías que descansar, ya es de noche. Yo voy a tomar un poco de agua y después me voy a dormir.

Meg asintió con la cabeza. Cuando dejo de abrazarme, me deseo las buenas noches y entro a su habitación. Yo fui a la cocina, las habitaciones y esta estaban en la misma planta ya que la casa tenía un solo piso, para tomar agua y me encontré con el noviecito de mi hermana. Él tenía varios libros a su alrededor y escribía con mucha atención en unas hojas, aparentemente no noto que yo estaba ahí así que carraspeé. Recién entonces levanto la vista y sonrió con amabilidad.

            –Hola Jack, disculpa no te había visto, es que estaba estudiando y bueno, digamos que estaba concentrado.

            – ¿Estudiando?

            –Si, es que tengo un trabajo que hacer para la facultad.

Me senté en la silla que quedaba de frente a él.

            – ¿Eres del tipo “estudioso”?

            –Se podría decir que si –sonrió, era un cretino– ¿Tu estudias o trabajas?

            –He estado dos años en coma, la verdad es que no he tenido la oportunidad de hacer algo –el hizo una mueca y se golpeo la cabeza con la mano izquierda.

            – ¡Che stupido! Meg me lo había contado, lo había olvidado por completo, lo siento.

            –Esta bien, no pasa nada… ¿y cuanto tiempo han estado saliendo ustedes dos?

            –Un poco menos de un año. Déjame decirte que tu hermana es alguien fascinante, ella es muy inteligente, también es divertida, un poco infantil a veces, es comprensiva y hermosa. Sinceramente todavía no me creo que se haya fijado en mi –observe curioso a Franco mientras hablaba de mi hermano, había algo es él que me era familiar.

Él miraba al techo sonriendo o miraba sus dedos que movía con algo de nerviosismo, su mirada se iluminaba… oh… ya recordaba de donde me resultaba conocido ese gesto, de mi mismo cuando hablaba o pensaba en Elsa. Esas cosas no se podían fingir, supongo que me tocaba admitir que Franco era sincero con respecto a lo que sentía por mi hermana. Y más le valía que así fuera…

Por primera vez desde que lo conocía, le sonreí, quizás podría caerme bien. Quizás…

            – ¿Y tus padres? ¿Vives solo aquí?

            –Mi madre sigue viviendo en Italia y mi padre, bueno deje de saber de él cuando tenía 6 años. Ella no quería que viniera solo a vivir aquí, pero sabiendo que me adapto rápidamente a los cambios me lo permitió. Y la verdad es que se puso muy feliz al saber que tenía novia, más cuando las presente y conoció a Meg ella misma. Yo quería conocer a su madre, como no tienen padre, sentía que necesitaba su aprobación. Pero creo que eres tú a quien debo pedir la aprobación.

            – ¿Sabes algo? Si me hubieras dicho eso apenas nos conocimos probablemente te hubiera dicho que no lo aprobaba. Pero la verdad es que, si bien soy el hermano mayor de Meg, no tengo el derecho a elegir por ella. Como tú mismo dijiste, mi hermana es muy inteligente y confío en que si ella está contigo es porque eres un buen chico –suspire– Tengo que admitir que no me gusta pensar en que mi hermana ya no es mi “hermanita” y que está saliendo con alguien. Soy un hermano celoso y por eso es que desconfiare de ti por mucho tiempo, probablemente más de lo que esperas, pero tratare de tener la mejor actitud contigo. Ella es feliz, tú también lo eres, ambos son felices y eso me hace feliz.

Sonreí, no quería que él se sintiera presionado o como si estuviera en un interrogatorio policiaco así que trate de recordar por qué había venido a la cocina en un principio. Cuando lo hice, me levante y me serví un vaso de agua.

Cuando hube terminado me despedí de Franco, quien se había quedado pensativo, y subí las escaleras. Estaba por abrir la puerta de mi habitación, cuando alguien me abraza por detrás. Me volteo y me encuentro con mi hermana.

            –Gracias por todo lo que dijiste Jack.

            – ¿Estuviste escuchando? ¿No se suponía que te habías ido a dormir ya?

            –No pude evitarlo, sabía que Franco estaba abajo y que, conociéndote, le ibas a empezar a hacer preguntas normales pero de manera acusadora así que tenía que escuchar por si… ya sabes, por si tenía que intervenir. Pero al final fuiste muy bueno con él.

            –Meg, es tu novio, no le iba a pegar ni insultar, a menos que se lo mereciera y por ahora parece no haber hecho nada malo.

            –Te quiero hermano.

            –Y yo a ti, Meg. Podrás tener novio, pero siempre vas a ser mi “hermanita”.

            –Y espero que eso no cambie…

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