Capitulo 15

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Arriba de todo de la hoja había escrita una fecha y debajo decía: “Ha pasado un año desde que Jack está en coma, y hace una semana aproximadamente que él comenzó a hablar dormido. Comenzó con balbuceos que no se acercaban en nada a una palabra, hace 3 días empezó a decir monosílabos pero ayer dijo una oración completa. Entiendo lo que dice pero no lo que quiere expresar, así que mi lado analítico me convenció de comenzar a copiar todo lo que él diga. Quizás si voy con Anna, todo tendrá un sentido, pero por ahora estos son solo notas que puede que en algún momento sirvan de algo.”

Más abajo había una oración con varios puntos suspensivos entre medio, lo cual me llamo la atención, pero entendí el por qué estaba así escrito. Mire a Meg, quien ya estaba dormida, suspire y volví mi mirada a la hoja para leer lo que ella había copiado.

“Elsa, con cabello blanco… antes era diferente… por su culpa cambio todo… murió… morí…él no… yo la amaba…”

Con cada palabra que leía una imagen aparecía frente a mí…

La vi a Elsa con el cabello trenzado, blanco como la nieve. Llevaba como un bastón en su mano y lo utilizaba para pelear con alguien… También estaba yo, tratando de detener la pelea, pero Elsa estaba furiosa y no parecía dispuesta a detenerse. La otra persona tampoco quería ceder, todo pasaba dentro de una sala inmensa, en un castillo. Me vi obligado a separarlos con mis poderes y me quede entre ambos. Elsa me miro entre enojada y sorprendida.

            –Jack, ¿qué estás haciendo?

            –No quiero que peleéis. Vosotros nunca han tenido una buena relación, y puedo entenderlo. Pero no tolerare esto bajo el techo de este reino.

            –Tu no lo entiendes, Jack…

            –Hermano, ¿le permites a esta sucia sirvienta que te hable de esa manera tan poco digna? Eres un príncipe y la servidumbre debe tratarte como tal.

            – ¡Tu cállate! No puedo creer que actúes con tal hipocresía, eres una serpiente.

            – ¡Callaros los dos! –Los interrumpí antes de que volvieran a pelear– Hermano, tú sabes que no estoy de acuerdo con tratar a los sirvientes como si fueran animales. Como humanos, todos merecemos respeto. Y Elsa, agradecería que trataras a mi hermano con el respeto que merece, mas aun siendo de la realeza.

            –Esa rata no merece respeto alguno, Jack, de eso he querido hablarte. ¡Él quiere asesinarte!

Una risa irónica escapo de los labios de mi hermano, comenzó a caminar acercándose a mí. Elsa se puso a la defensiva y puso en alto su bastón en su dirección, dejando que la punta de este comenzara a congelarse con sus poderes.

            – ¿Las escuchas hermano? Ella quiere separarnos, ese es su plan, ponernos en contra…

            – ¡Jack, no lo escuches! ¡Tú has olvidado todo lo que él nos hizo cuando él logro que perdieras la memoria! Por eso desaparece cada vez que alguna otra persona está por llegar, porque todos saben que él es peligroso y lo atacarían. ¿No te parece raro que tus padres, los reyes, no te dejen salir y te tengan bajo cuidado?

Mi hermano gemelo se puso a mi lado, y comenzó a susurrarme al oído. Cuando lo hizo todo pareció darme vueltas y la cabeza me comenzó a doler, caí de rodillas al suelo agarrándome la cabeza con ambas manos. Elsa grito y volvió a atacar. Mi hermano reía, pero su risa parecía deformarse, su rostro era otro.

            –Oh pobre Elsa, tratando de cuidar de su enamorado. Mi hermano es débil, siempre cree en que las personas pueden cambiar y su debilidad es la que me permitió hacer todo esto.

Elsa hacia crecer hielo desde todas las direcciones, atacaba a mi hermano con todas sus fuerzas pero él detenía cada ataque. Quería moverme pero no podía hacerlo, solo podía mirar y a duras penas.

En un momento Elsa se acerco demasiado, y él aprovecho para tomarla del cuello y sostenerla en el aire. La estaba ahorcando y no podía hacer nada… No, si que podía, tenía que ayudarla, no iba a dejar que la asesinara.

Sentí como si recobrara mis fuerzas, aunque muy de a poco. Deje de mirar y me concentre en recobrar el control de mi cuerpo.

            –Jack, quizás deberías ver esto –dijo mi hermano, levante la mirada por reflejo más que por querer hacerlo.

Sentí quedarme sin aire, un hielo de color entre violáceo y azul fue suficiente para que él acabara con la vida de Elsa. Atravesó su corazón y dejo caer su cuerpo al suelo. No sé si él dejo de controlarme o si recién entonces pude recobrar el poder sobre mí, pero me levante y corrí hacia ella. Parecía imposible, pero cuando llegue a su lado ella aun respiraba y trataba de enfocar su mirada en algo, hasta que me vio. Mi hermano había desaparecido.

            –Búscalo… a Zachary… mátalo…

No podía dejar que ella falleciera, no así, no ahora. No estaba seguro de lo que hacía, solo sé que sentí un frio helado recorrerme las venas, dolía, muchísimo. Y la bese… Hice lo que tenía que hacer, yo la amaba más que a mi propia vida…

            –Hazlo por mí… Te amo… –le dije antes de que todo se volviera negro.

 

Abrí los ojos y respire con fuerza, sentí como si no hubiera respirado en un rato, como si me volviera el alma al cuerpo. Mire el cuaderno en mis manos, habían gotas de agua salpicadas irregularmente. Sentí como una gota bajaba por mi mejilla, con mi mano derecha toque mi rostro… Estaba llorando, ese recuerdo era muy fuerte…

Ahora entendía todo… Zachary, él era mi hermano gemelo, y él asesino a Elsa. Yo no podía dejarla morir, y ahora haría lo mismo que hice entonces, cambiar nuestras almas para permitir que Elsa viviera, y yo ocupar su lugar en la muerte.

Meg tenía razón, ahora me sentía muy débil. Y a pesar de eso decidí mirar lo que seguía en el cuaderno… Bajo lo que había leído había otra fecha, y debajo otras palabras.

“Zachary… empezó con él, termina con él… todo, normal, otra vez... almas en su lugar…”

Let Her GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora