Capítulo 97: Camino del Ninja, Parte 1

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Sí, estamos adaptando una película no canónica

"Solo ... ¿qué diablos es este lugar?" Preguntó Naruto.

Porque se sentía como en su hogar en Konoha. Era su habitación, tal como la recordaba. Pero al igual que con Tsunade, había algo ... extraño. Un sentimiento siempre presente de que algo andaba mal. Los pensamientos de Naruto, sin embargo, fueron interrumpidos cuando su estómago gruñó.

"Mejor escucho a mamá, o quien sea, y desayuno un poco primero", decidió Naruto, mientras se levantaba de la cama, se quitaba el pijama, se ponía su ropa habitual y salía de su habitación.

Mientras caminaba por la casa familiar pero extraña, Naruto notó las imágenes que decoraban las paredes. Jiraiya, Tsunade, Shizune, Hagane, Kaida, él ... todo parecía estar en orden. Aunque no le tomó mucho tiempo darse cuenta de que Shizune no era como la recordaba: parecía que el busto perdido de Tsunade terminó en Shizune. Además, sus labios eran de un tono rojo más brillante. Extraño, dado que aparte de las citas especiales con Shisui, Shizune nunca usa lápiz labial.

Por un breve momento, Naruto esperó que los pechos de Hinata no terminaran en el cuerpo de Sakura.

Al llegar a la cocina, vio a Tsunade una vez más, terminando su propio desayuno.

"¿Dónde están papá y los gemelos?" Preguntó Naruto.

"Tu padre se fue temprano a la Torre, como de costumbre", dijo Tsunade. "Hagane y Kaida han salido a una misión durante un par de días, ¿no lo recuerdas?"

"Ah, sí ..." Naruto fingió recordar. "Por alguna razón lo olvidé."

"Como dije, anoche comiste demasiado Ramen", dijo Tsunade, sacudiendo la cabeza, antes de colocar un tazón de cereales con frutas en rodajas frente a Naruto. "¡Ahora come algo saludable para variar!"

...

Después de despedirse de su no madre, Naruto salió de la casa y caminó hacia el pueblo. A primera vista, todo parecía normal, medio esperaba que el Monumento del Hokage fuera diferente, pero los rostros de los cinco Hokages seguían siendo los mismos, pero la sensación de malestar persistía. Además de eso, sintió una extraña atracción hacia uno de los campos de entrenamiento.

"¿Debería ir allí ...?" se preguntó el rubio, antes de negar con la cabeza. "No, debería intentar investigar este lugar primero, reunir información, las cosas habituales de los ninjas. Además, necesito saber si Fu todavía está aquí, o si terminó en otro lugar. Dado que es de Taki, podría estar allí ahora mismo."

Decidió caminar hacia el campo de entrenamiento habitual de su equipo. Con suerte, encontraría algunas respuestas de sus sensei y compañeros de equipo. Saltando de un techo a otro, Naruto llegó al campo de entrenamiento de su equipo en poco tiempo. Y afortunadamente para él, Hinata, Haku y Kurenai ya estaban allí.

"Miren, Naruto finalmente está aquí. Ahora podemos comenzar nuestro entrenamiento matutino", dijo la mujer de cabello negro. A diferencia de Tsunade y Shizune, ella se veía exactamente como la recordaba.

Algo que no pudo decir sobre sus compañeros de equipo. A Naruto le tomó un tiempo darse cuenta de que el otro chico del grupo era de hecho Haku. Porque tenía el pelo muy corto, y en lugar de su habitual haori verde y amarillo con una faja verde hierba, Haku vestía pantalones azul oscuro y una chaqueta sin mangas sobre casi nada. La chaqueta estaba abierta, dejando su pecho desnudo visible para todos.

Luego estaba Hinata. Lo primero que Naruto notó fueron sus ojos: seguían siendo Byakugan en lugar de el Tenseigan. Pero sus ojos se olvidaron rápidamente cuando Naruto vio el resto de su atuendo: mientras vestía su habitual chaqueta larga lavanda y morada, la llevaba desabrochada. Debajo de dicha chaqueta no llevaba nada más que una camiseta de malla que apenas cubría sus grandes pechos, dejando una buena parte de su abdomen al descubierto. Sus habituales pantalones largos hasta la rodilla no estaban a la vista, reemplazados por pantalones extremadamente cortos. Por último, en lugar de sus sandalias, llevaba botas hasta la rodilla que dejaban los dedos de los pies y los talones expuestos.

Naruto: El Hijo de los SanninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora