Baby'O

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Asistir a ciertos eventos por compromiso nunca fue lo mío, llega un momento en el que prefieres ser sincera y simplemente decir que no te apetece ir, pero hay otros en los que de verdad aunque estés por los suelos no puedes quedarle mal a tu mejor amigo, y así fue hacia un par de meses Alberto me había comentado la idea de querer hacer una super fiesta por sus 41 primaveras, me encantaba escucharlo así de emocionado, de verdad.

-Si ya aparte el antro para ese día, prácticamente tengo todo.- hizo una pausa Alberto al otro lado del teléfono.
-¿Pero?.- siempre hay un pero por eso respondí así.
-Tengo todo excepto a ti.- se rió fuertemente.
-No seas payaso.- reí también pues justo estaba pensando en esa canción.- ¿Por qué a mí?.
-Bueno porque incluso Chío ya me dijo que si viene desde España pero tú ni queridísima Amiguis no me has dicho que si vas a ir.
-Ay mijo de verdad que estoy feliz por ti pero cuestión que en estos momentos no me apetece ir a ninguna fiesta.

Y era verdad, quisiera o no la huella del amargo recuerdo de mi padre no me dejaba gozar la vida, me detenía a pensar que mientras yo bailaba y me la pasaba bien, él estaría en casa postrado a una silla de ruedas con mi madre oyendo los grillos cantar que anunciaban la noche, por ello no me sentía agusto.

-Mi vida, sé yo sé que sigues traumada, pero ¿No crees que deberías vivir tu vida?, ¿Qué caso tiene que te amargues y quedes sola en pijama en casa?, Además mira eres joven, estás soltera y yo sé de alguien que irá que podría convencerte de...- dijo en tono pícaro como era su costumbre.

Sabía a quién se refería, y como he dicho ya hay eventos a los que tienes que asistir si o si porque es el mejor amigo e indudablemente no le puedes quedar mal, así que acepté sin estar convencida del todo.
En año nuevo que volví a ver a mis padres no les comenté que iría a dicha fiesta, sería en Acapulco en el Baby'O, vaya que Alberto estaba tirando la casa por la ventana, yo sólo conocía dicho lugar porque era bien sabido que en su mejor época Luis Miguel iba a pasarla bien.

Llegué un día antes a Acapulco, hacía tanto que no iba no desde que...bueno me hospedé en un hotel, y aún cuando faltaban unas horas para la fiesta mi ánimo se encontraba por los suelos, no me esmeré mucho en mi maquillaje y solo planché mi cabello para que se viera bien peinado, había decidido ponerme un conjunto que me resultaba bastante cómodo, aunque se me había olvidado en casa los zapatos con los que lo suelo acompañar y ahora no tenía más remedio que soportar tremendo tacón que llevaba, parecía que inconscientemente me echaba la sal para no bailar mucho.
Llegué temprano al lugar según yo para no ser vista por la prensa, pero vaya que ya estaba abarrotado de reporteros y gente local que quería ver a todos los que asistiríamos que por la gran lista que Alberto me leyó por teléfono se pondría bueno. Al llegar solo vi a Alberto y a sus hijos.

-Ay mana pero si no te pedí que vinieras a arreglar el lugar.- rió y me saludó de beso al verme.
-Muchas felicidades mi niño.- le di un gran abrazo pues de verdad me alegraba de verlo.
-Eres un amor, oye pero aprovechando no le podrás echar un ojo a mis chaparros, es que debo ir a ver los últimos detalles.- dijo casi suplicando.

De todas maneras aceptaría pues me encantaba ver la clase de padre que era, aunque fuera una fiesta prácticamente de adultos invitaba a sus hijos y los trataba de lo mejor, yo sólo hablaba con Iván porque agarraba más la onda y te hacía amena la plática aunque solo hablasemos de caricaturas.
Ya empezaba a aburrirme cuando llegó la tan esperada Daniela, la verdad estaba muy guapa esa noche con su cabello largo y lacio, y ese vestido negro que traía definitivamente le lucía muy bien, entró buscando con la mirada, y yo la saludé para que se acercará, inmediatamente me sonrió.

-Anita ¿Cómo estás además de guapa?.

Daniela tenía la maravillosa virtud de mirar de una manera tan sensual que te sentías desvestida con la mirada, yo nunca pude sostenersela siempre lograba ponerme rojita pero también me llenaba de vanidad.

Cómo yo te amé Where stories live. Discover now