Jamás

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-¿En qué piensas?.- me preguntó Vero
-Nada, no es nada vuelve a dormir.- dije mientras acariciaba su mejilla.

La verdad tenía miedo pero no quería preocuparla, ya habían pasado algunos meses desde que me había hablado para decirme lo ocurrido con José Alberto y aunque habíamos decidido seguir frecuentandonos como si nada, para así no generar dudas, había algo en mi que me generaba miedo...miedo a perderla aunque no tenía motivos ni siquiera para pensarlo, aún recuerdo cuando le dijo a Adolfo Ángel que no podía corresponderle porque su amor le pertenecía a alguien más, y eso a mí nadie me lo contó,ni siquiera ella, yo misma los espíe y fue cuando la escuché decirlo.
Si no niego que discutimos un poco cuando nos enteramos que alguien había esparcido el chisme

*Flashback*

-Mi amor vine lo antes posible me espanté cuando no me quisiste decir por teléfono lo que pasaba.- dije cuando llegué a su casa mientras la abrazaba.
-Ana.- se despegó de mi.- Mi hermano me ha contado que Emilio Azcárraga quiere saber sobre nuestra relación.
-¿Pero porque?.- pregunté atónita.
-Al parecer alguien generó intriga.- dijo José.- ¿Quien más sabe de esto?.
-Ay Vero espero que no haya Sido...
-Claro que no él podrá ser muchas cosas pero nunca me apuñalaría por la espalda.- me interrumpió Vero.
-Es que no se me ocurre nadie más.
-Tienes razón yo simplemente no sé quizá Alberto...o no sé.
-No y no nos pelearemos por saber quién fue, sino en saber que haremos.- dije tajantemente
-Creo que lo mejor será que actúen como si nada, sigan frecuentandose al cabo yo no diré nada.- dijo José.
-Espero no haya Sido uno de tus amiguitos.- dijo Vero molesta.
-¿Qué estás insinuando?.- pregunté
-Pues que solo tus amiguitos sabían de esto.
-Hey no es mi culpa que nos encontrarán y mucho menos que no tengas amigos.

Vero me miró indignada y después de eso nuestra relación seguía igual, con la diferencia que ya no nos escondíamos más, últimamente me quedaba a dormir en su casa, sin Cristian ahí ya no había impedimento, me quedaba claro que no había motivo alguno para tener miedo a que nos volviesemos a separar, creo que se debía a qué al día siguiente iría a su programa: “La Tocada".

-Anda dime, algo te pasa.- volvió a decir mientras se sentaba en el colchón y encendía su lámpara de noche.
-Solo tengo nervios por mañana.- suspiré y mire al techo.
-Yo también la verdad pero no quería preocuparte porque creí que tú estabas tranquila.
-Para nada, la verdad se ha hecho muy bello tu gesto de querer darme la sorpresa, pero por otro lado.- volví a suspirar.- Me conozco sé que puedo actuar en otros programas pero cuando estoy contigo puedo ser yo misma ¿Me entiendes?.- me senté igualmente en el colchón.- cuando estoy contigo no puedo disimular lo mucho que te...

Oh por Dios, ¿Enserio lo iba a decir?, Esa palabra tan fuerte y que no a cualquiera se me sale decir a menos que lo sienta, parecía idóneo, Vero levantó sus cejas y sonrió pues sabía lo que diría y denotaba emoción por oír como lo decía, así que sin más lo solté después de todo decirlo ya era ponerle una etiqueta a lo que sentía por ella.

-Lo mucho que te amo.- volví a decir tras mi pausa.
-¿Si me amas?.- dijo sonriente.
-Como nunca he amado a nadie.- respondí mientras me acercaba a darle un beso.

Tomé su mentón para luego acariciar su mejilla mientras ella posaba su mano sobre mi brazo derecho, y nos besábamos, y nuestras sombras de proyectaban en la cortina de su habitación.

-Ana.- dijo en cuanto nos separamos.
-Dime mi vida.
-Cántame una canción para que pueda dormir tranquila.
-¿Cuál te gustaría?.- me levanté de la cama y caminé hacia la puerta pues ahí recargada estaba mi guitarra, siempre la llevaba a su casa pues era cuando más me inspiraba para componer canciones.
-Aquella que me cantaste cuando me hablaste desde Acapulco.- tomé nuevamente asiento.
-¿Flores negras?
-Esa misma.

Cómo yo te amé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora