Digan lo que digan

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-¡Ana!, Dichosos los ojos que te vuelven a ver.- gritó mamá Coco al abrir la puerta y verme ahí, estaba realmente emocionada.
-Ay señora yo también la extrañé como no tiene idea, siento que se me ha ido media vida.- dije dándole un beso tierno en la cabeza.
-Creí que ya no te vería, mi hija es tan orgullosa cuando se pelea con alguien.- soltó un suspiro.
-No te imaginas Ana, hasta me pegaba santas regañizas para que te llamara.- interrumpió Vero mientras bajaba la escalera con su maleta.
-¿Ah sí?.- reí mientras me acercaba a ayudarle con la maleta.
-Ya me exhibiste Verónica, ¿Por cierto porque se pelearon?.- preguntó tan inocente mamá Coco.
-Bueno.- acaricié mi cabello.- siempre le dije que Omar no le convenía y no me equivoqué.- dije.
-Y luego por hombre ya ni la haces Verónica.
-Bueno mamá lo importante es que ya estamos juntas otra vez.
-Bueno quiero que se me cuiden por favor, y quiero que me prometan que no compraran drogas ni andarán de libertinas con hombres.- sentenció mamá Coco mientras nos persignaba.
-Mamá por Dios ¿Quiénes crees que somos?
-Prometeme Verónica Judith, que es la única condición para que me quede a cuidar de tus retoños de amor.
-Yo le doy mi palabra señora que no andaremos con hombres.- me mordí el labio sutilmente y miré a Vero ya que después de todo eso no era ninguna mentira.- y no permitiré que nos ofrezcan drogas.
-Ay si por eso tienes toda mi confianza Anita.- dijo mamá Coco mientras me daba un abrazo.

Nos terminamos de despedir y tomamos camino al aeropuerto de Querétaro ya que ahí no habría paparazzi o alguien que nos reconociera, estábamos nerviosas, llevábamos semanas planeando este viaje, iríamos a España aprovechando que yo tenía unas presentaciones en TVE, pero también era nuestro segundo viaje de pareja, y yo estaba nerviosa pues el primero quizá no salió como hubiésemos deseado las dos.
Bien dicen que la primera vez de toda mujer es todo menos “ideal" y siento que quizá me precipite mucho aquella noche en la casa, pero era tanta la pasión que desbordabamos, que no pude evitarlo, y me atrevo a decir que fuimos las dos porque me sentí totalmente correspondida.

-Yo quiero manejar.- me dijo Vero apenas pudimos rentar un auto.
-Pero siempre manejo yo.
-Por eso mismo quiero hacerlo yo ahora, permíteme hacerte sentir como la princesa que eres.- me sonrió
-Dale pues, nomás no nos vayas a matar ¿Eh?.
-No eso jamás porque tenemos muchas cosas que vivir aún...y juntas
-Hasta que estemos viejitas
-Si y me duela todo, y mis canas sean más notables.- dijo Vero tomándome la mano.
-Aun cuando la voz se me vaya y mis manos no puedan tocar la guitarra.
-A eso no le temo siempre y cuando esté contigo.

Le di un beso en los labios, ahí no éramos blanco fácil de la prensa, era como ser libres, por increíble que parezca la homofóbia era menor en países tan liberales, que me atrevo a decir que era como vivir una utopía de la que no quieres despertar jamás.
Vero condujo, he de decir que lo hacía bastante mal, pues frenaba de repente y cosas por el estilo, pero era hermoso ver la forma en que se mordía los labios por la concentración que ponía para llegar con bien al hotel, y yo ponía mi mano recargada en la ventana, sintiendo el sol de España, y contemplando sus grandes piezas de arquitectura.
Cuando llegamos al hotel Vero quiso darse un baño, y yo aproveché para fumar un cigarro en el balcón con vista a la ciudad, hacía tiempo no fumaba y vaya que me hacía falta, sonó el teléfono de la habitación y Vero salió en bata de baño, le dije que yo contestaría mientras me sentaba en la cama.

-Señorita Araújo.- dijo una voz masculina del otro lado de la línea con su acento castellano.- Tiene una llamada entrante de la habitación 307 ¿Le gustaría atenderla?

¿Llamada del mismo hotel?, No tenía idea de quien podría ser, mi madre decía que me metía en muchos problemas por querer indagar.

-Haber pues.- respondí.
-Se la paso.- dijo el señor.
-Lupis.- dijo nada más y nada menos que Alberto.- ¿Que haces aquí?
-Alberto que sorpresa ¿Tu dime qué haces aquí?.
-Bueno yo vine a visitar a Isabel ¿Y tú?
-Vine a una presentación a TVE.
- Ay mija que aburrido, ¿No quieres mejor acompañarme?.
-¿A dónde?.
-Ah mira te pongo en contexto, Isabel va a hacer una fiesta y pues va a ir mucha gente creo que va a ir tu amiga Rocío Jurado, y pues me invitó y yo no tengo con quien ir.
-Ay Alberto yo encantada pero verás.- giré a ver a Vero.- no vengo sola.
-Oh por Dios ¿Con quién vienes mendiga pícara máquina del amor?.- dijo en tono emocionado y curioso.
-Vengo con...
-No digas más ya se con quien.- me interrumpió.- no le hace vengan las dos total, ni modo que nos corra.
-Deja le pregunto si ella quiere ir.
-Haber pregunta te espero.- dijo sarcásticamente él.

Cómo yo te amé Where stories live. Discover now