Meine Rettung [H.R.M.A. |+21]

Capítulo 44

Grecia York:

Lee Yoon, el accionista asiático y pieza fundamental para crear alianzas con Corea del Sur, se encuentra sentada al frente de mí. Tiene una taza de café en la mano y lo bebe lentamente.

—Me enteré que fue removida del cargo. —lo dice con tranquilidad.

—Me despidieron.

—Que lastima, usted es muy buena liderando. ¿Ahora que es lo que quiere hacer? —pregunta con intriga.

Dibujo una sonrisa y niego.

—Lo sé, pero no hace falta de que me lo diga. Me gusta hacer las cosas si tanto alardear. —respondo y el asiente.

—¿El propósito de su visita a qué se debe? —pregunta y desvía la mirada con rapidez, porque no soportar verme a los ojos.

—He aprendido muy bien; cuando algo miente en estas instancias. —contesto con tranquilidad. —Y usted, Lee Yoon. Quiere vernos la cara de estúpidos.

Él se muestra confundido y se asegura de negarlo rápidamente, sus manos sostienen el café y evitan ese leve temblor que puede hacerse presente a raíz de su mentira descubierta.

—¿Me ha creído el papel de "idiota"?

Lee yoon se muestra indignado.

—No sé de que habla, usted. —dice de manera educada, tratando de contener su nerviosismo.

Saco el papel de mi cartera y se lo arrojo.

—Sé que solo eres un peón, vestido de nobleza. —contesto con la mirada fija en sus ojos, los cuales no duran ni un minuto haciendo contacto con los míos.

—Ya todo está firmado, no se puede hacer nada al respecto.

—Nene, déjame pincharte el globo. —sonrío y siento la energía recorrer por mí cuerpo con tal rapidez que tengo que evitar echarme carcajadas. —Tus acciones me pertenecen.

Se levanta de la silla y tira la taza de café al piso.

—Pero, ¡Que mierda!

—Ya sabes, hay que leer las letras pequeñitas en un contrato. Tú firmaste una hoja en blanco y básicamente me otorgaste todo a mí. —él intenta acercarse, pero yo le hago un gesto de negación.

—¿Qué has hecho? —pregunta con nerviosismo, he intenta llevarse las manos a la boca para morderse las uñas.

—Sabía que me engañabas, desde el principio. Quise jugar contigo y arrebatarte las acciones que ahora mismo me pertenece.

—¡Perra! —exclama colérico y tiene la mirada fija en mi cuello. Deslizo mis dedos por la curvatura de mi cuello.

—Esta perra le ha robado a tu jefe sin mesura.

—¿Quién fue?, ¿Alguien te advirtió sobre esto?

—Tal vez, pero ya sabes un mago, nunca debe revelar sus trucos. ¿No te parece?

Él se siente agobiado y se tira de los pelos.

—Ve y dile a tu jefe, que nada esta pactado y que sus mierdas lo vaya hacer a otro lado. ¿entendiste?

Se siente tan bien, aplacar el poder de ellos; con una sola acción.

"Una firma"

Intentaron vulnerar todo mientras yo estaba al mando, ser el accionista mayor de la empresa era solo una excusa. Me subestimaron con total petulancia y soberbia y ahora les devuelvo un golpe con más fuerza. No volverán a poner el pie en la zona, quiero paz y tranquilidad.