Capítulo 6

53.1K 4.5K 633
                                    

Dylan.

Salgo de casa rápidamente, subo al auto y emprendo rumbo hacia uno de los casinos Roquer, trato de mantener mis pensamientos vacíos para no pensar en lo hace minutos a pasado.

Paulina se acerca sigilosamente cuando se percata de mi presencia, señala la botella que trae consigo y yo asiento.

—Siento que esta noche tendremos sexo ¿verdad? —dice con una sonrisa, vierte el licor en uno de los vasos y me da.

—Podría ser, por ahora solo quiero a mente en blanco.

Ella guiña y jala las cortinas para ocultarnos dentro del apartado vip del casino, alza su vestido y se sienta en mis piernas, sus manos se dedican a realizar masajes en mis hombros.

—Estas muy estresado. —susurra cerca de mi oído.

Deposito mis manos en sus muslos, comienzo a dejar besos en su cuello, ella se ríe.

—Entonces si habrá diversión esta noche.

Se quita la ropa interior rápidamente y se apresura en abrir mi pantalón, toma mi miembro en sus manos y la lleva a su boca, tomo su cabello y arremeto contra su boca.

—Trajiste paquetito. —dice limpiándose la boca con su dedo pulgar, su maquillaje está un poco corrido.

—Nunca lo olvido. —le digo y saco el paquetito como lo suele decir.

Levanto su vestido hasta sus caderas, ella se apoya en el mueble y mueve sus caderas de un lado a otro en modo juguetona, doy una nalgada a su trasero, llevo mis dedos hacia su centro y hago un juego previo antes de comenzar, paso mi lengua alrededor de su centro y ella se retuerce de placer.

Coloco el condón con agilidad y me sumerjo en ella, miro el gran espejo que está al frente, Paulina disfruta ver la escena a través del espejo, suele ser su fetiche favorito, envuelvo su cabello en una cola, mis embestidos son en movimientos circulares, masajeo sus pechos y juego con su pircieng que tiene en su pecho izquierdo, ella jadea y muerde sus labios con fuerza.

La levanto en mis brazos y ella enreda sus caderas, me pongo en una posición en la cual no interrumpa su visión en el espejo, arremeto contra su centro de manera continua y rápida, volteo mi rostro para ver la escena sexual, cierro los ojos al percibir que pronto se avecina un efusivo orgasmo, al abrir los ojos a la que veo en lugar de Paulina es a Grecia, muevo la cabeza negando y con confusión.

Ella besa mis labios, pero yo sigo en un estado de paro total.

—Creo que ya acabamos ¿Verdad? —dice mirándose al espejo.

—Si, eso fue todo.

Ella recoge sus bragas y se acomoda las mangas de su vestido, saca paños de su bolso que estaba en la silla y se limpia el maquillaje corrido, saca su labial y se maquilla los labios.

—Fue divertido, pero otra vez asegúrate de no ver otro rostro que no sea mío, es incómodo tener sexo cuando involucras a terceros. —dice abriendo las cortinas en un momento y luego las cierra.

Ella siempre percibe cuando las cosas se tornan algo extrañas, tomo el resto de licor que sobra en mi vaso.

Al día siguiente.

Los negocios de mi padre eran otro asunto muy aparte tenía que mantenerme como empresario y a la vez como un maldito sicario.

Jassel y Adler mis hermanos se ocupan de los negocios por así decirlos sucios y son unos magníficos y sofisticados empresarios a la vez que cuidan su territorio.

Mi padre me quiso dejar con todo el negocio de la mafia acepté, pero les dije a mis hermanos que iba a repartir a cada uno en partes iguales y lo hicimos cada uno maneja su reputación que es muy buena para los tres que sabemos mantenerlo a flote.

Hasta que bueno mi padre me dijo que parte de la herencia de mi abuelo que había dejado para cada uno de los tres era algo muy pensado de mi abuelo, él sabía que los tres no éramos de una sola mujer y buscábamos placer en diversas mujeres, en el testamento decía claramente que debíamos sentar cabeza, lo más claro posible era comprometernos y casarnos.

Las circunstancias en los hoteles apenas y se sostenían, necesitaba el dinero que había dejado el abuelo, tal vez lo que pensaba en estos momentos era una idea totalmente descabellada, al pasar de los días sabría lo que haría.

— Dylan. — escucho que pronuncia mi nombre y yo salgo del pequeño trance que me encontraba.

— ¿Que paso?

— Te traje el total de ganancia que tiene al día por lo particular en los hoteles de la capital. — informa Grecia nerviosa, se aleja y no me mira a los ojos.

Tenía que ser cuidadoso con los temas con Grecia.

Meine Rettung  [H.R.M.A. |+21]Where stories live. Discover now