Meine Rettung [H.R.M.A. |+21]

Capítulo 53

Grecia:

Donatti esta al frente de mi con un cuchillo afilado en las manos, luce petulante e intenta ocupar el papel del malo. Bellucci se pone de rodillas y golpea a Akran, pero él sigue inconsciente. 

Roxane sonríe como una desquiciada, disfruta ver como tengo las manos atadas, se acerca con lentitud hasta donde estoy, alza su mano izquierda y espero el golpe, pero nunca llega.

Desvío la mirada hacia un lado y veo que el golpe ha sido dirigido hacia Akran Bericloth, ella lo sujeta de su camisa y sigue golpeándolo como una loca.

Akran despierta y se queja por el golpe de su cabeza. Voltea y me ve, pone la mejor de sus sonrisas.

—Hola Grecia. —me saluda como si la situación fuera de lo más normal.

Lo miro con extrañeza e intento avisarle del golpe que se avecina, pero él aún sigue mirándome con una sonrisa de alegría. Roxane le tira un puñetazo con todas sus fuerzas en la parte de su mandíbula y él emite un quejido de dolor.

—¡Oye que te pasa! —exclama con fiereza Akran, hace de todo para liberarse, pero no es posible ya que los amarres de las cuerdas están bien sujetados.

Roxane lo rodea y coloca las manos en cada lado de la silla.

—Tienes secuestrada a alguien que amo. —dice Roxane mirándolo a los ojos.

Miro a Akran esperando su respuesta, pero el luce de lo más tranquilo mirando sus zapatos. Él suelta un largo suspiro y desvía la mirada hacia el lado opuesto de la habitación.

—Ya la mate. —contesta Akran con una simpleza total y Roxane abre los ojos a mas no poder por la impresión. —Esa mujer me debía mucho.

Donatti hace una mueca y se acerca con rapidez a Akran, lo golpea con la pistola.

Akran luce un poco ido por el golpe, pero aun tiene los ojos abiertos.

Roxane retrocede con lentitud y se cae.

—¿Qué mierda pasa aquí? —pregunto mirando a Akran y él niega.

—Yo tampoco sé. El plan principal era venir a rescatarte a ti y luego irnos.

Trago saliva con fuerza al sentir la cara de Donatti muy cerca a mí. No puedo evitar sentir asco al oler su perfume.

Bellucci está apoyando en la pared y ve la situación con cautela.

—¿Dónde está, Dylan? —me atrevo a preguntar, pero al instante la mano de Donatti se encierra en mi mejilla y lo aprieta hasta dejarme con el aliento entrecortado.

—No hables cuando no se te ordene. —dice Donatti y deja de apretar mis mejillas.

Akran se pone a insultarlos y sonríe al ver a Roxane destruida.

Miro a mi alrededor y siento escalofríos al notar que todo esta cerrado: las paredes están llenas de moho y el piso está llena de mierda.

Respiro y trato de controlar las ganas de vomitar.

» Siento miedo y angustia.

Dylan no está aquí y no puedo evitar pensar en lo peor.

Bellucci camina hasta donde estoy y saca las cuerdas que me tienen sujeta a la silla, me coge del brazo y me empuja al piso.

—¡Malnacido infeliz! —Exclamo y me llevo las manos a la parte baja de mi vientre.

Roxane se levanta del piso y su mano no tarda en golpear mi mejilla. Levanto mi mirada y trato de sonreír, pero la amargura me invade y la sensibilidad intenta sobrepasar.

—A diferencia de ti, yo no necesite a nadie mas para golpearte. —respondo y su rostro se contrae.

Ella intenta volver acercarse a mí, pero Donatti le da una cachetada que voltea su rostro por completo y se cae al piso.

—¡Te comportas como una maldita niña! ¡Largo! —le apunta la puerta y la respiración de Roxane se intensifica.

Bellucci rodea mi cuerpo con explosivos y se asegura de haber puesto de manera correcta todo. Él le pasa el control a Donatti.

—Ahora entiendo a mi hijo el quería lo mejor para el mejor, lastima que el idiota de Dylan Roquer lo arruinara todo. —dice sujetando mi mentón y luego se da la vuelta.

Bellucci me sujeta de mi brazo derecho y ordena que camine hacia la salida.

Miro a Dylan con los ojos llorosos y trato de sonreír.

—¡Lo siento! —la voz se me rompe al decir lo que podría ser mi despedida.

Dylan hace de todo para salirse de las cuerdas y cae por la fuerza que hace.

Recorremos el extenso campo hasta llegar a la silla que hay, Bellucci me sienta a la fuerza y me amarra de nuevo.

—¡Pequediana, yo te salvaré! —dice con fuerza Dylan y su grito hace que mi piel se erice.

Los gritos de Dylan hacen que me ponga a llorar.

Donatti se ríe y Roxane también lo acompaña, Bellucci solo tiene un solo gesto que es la seriedad.

—Esto es emocionante, siempre quise matarte enfrente del idiota que asesino a mi hijo. —dice Donatti mirándome a los ojos.

Roxane me rodea y sujeta mi cara.

—Solías creerte demasiada, pequeña puta.

Escupo en su cara y ella me golpea en la cabeza con torpeza.

Donatti se aleja con Roxane cargada en sus brazos ya que ella se rehúsa a irse sin antes devolver el golpe.

Siento los ligeros movimientos de mi bebe y quiero poner mi mano encima de mi vientre para sentirlo una vez más.

Toda mi vida pasa como una ráfaga de viento.

Bellucci se aleja y también sigue a Donatti para no ser alcanzado con la explosión.

Veo a Akran salir de la casa vieja y se apresura en derribar a Donatti, el control cae a solo unos pasos más adelantes, Roxane se apresura en tomarlo, pero Akran la golpea con una roca que encuentra en el piso.

Akran lucha para quedarse en pie y no caer, golpea a Bellucci, pero pierde ya que le responde con un puñetazo por debajo de su mandíbula.

Bellucci le quita el control a Roxane y se aleja de ellos, corre hacia el otro extremo del campo y levanta a Dylan del suelo, el italiano le muestra el control y amenaza con apretar el botón.

—¡Cuídate! —exclamo con la poca fuerza que me embarga. 

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