Meine Rettung [H.R.M.A. |+21]

Capítulo 26

Dylan:

Grecia camina a mi lado, nuestros dedos están entrelazados, ella señala una tienda de dulces y entramos.

—Deberías disfrutar un poco de este rico chocolate. —dijo Grecia poniendo el chocolate cerca de mi boca.

Me percato de periodistas a nuestro alrededor y salimos del lugar.

—Son los mismos periodistas de la vez pasada. —susurra.

—Lo son.

Al llegar a casa el perro se acerca a ella, mueve su cola con entusiasmo y salta a los brazos de Grecia.

—Es un bonito cachorrito. —dice acariciando al perro.

Ella camina hacia su portátil que reposaba en la mesa, saca el cargador y se dirige al mueble.

—¡No puede ser!

Dejo de servirme el vaso con agua y lo dejo en la mesa, para ir con ella.

—Mira. —dice enseñándome la Tablet.

La rapidez de los periodistas es impresionante, tienen fotos de nosotros dos en el centro comercial y esta publicado en su página oficial.

—Por el hecho de tener tatuajes, no le da pie a que comente estas cosas. —Grecia frunce el ceño enojada al ver la palabra "Maleante Millonario"

—Creo que no esta lejos a la realidad.

—Si, pero ellos no lo saben, así que me parece una falta de respeto hacia tu persona.

En las fotos se me enfoca los tatuajes del brazo, la camiseta blanca es muy translucida que deja ver la tinta que esta sobre mi pecho, para la gente con moral retorcida es tan irónico que un hombre empresario posea tatuajes.

Grecia sigue descendiendo sobre el anuncio que han publicado y se detiene a leer los comentarios, la mayoría son mujeres.

—A ellas no les parece mal que tengas tatuajes. —dice haciendo rechinar sus dientes.

Le quito la Tablet de sus manos y me pongo a leer, las mejillas de Grecia se tornan rojas y envuelve los brazos.

"Caliente"

"Fogoso"

"Tentativo"

"Maleante sexy"

"Papi calienta bragas"

"Deseo prohíbo"

"Millonario y malandro"

Grecia me quita la Tablet y lo apaga, me mira furiosa, yo solo alzo las manos en señal de paz y susurro "Yo no hice nada"

—Las personas creen que no soy malo, ya lo viste, pequediana. —digo.

—Creen que eres caliente, fogoso y un "Papi calienta bragas" ... ­—dice levantando los brazos.

Rodeo su cintura y la apego hacia a mí.

—Solo tu sabes cuan caliente soy. —susurro y ella tiembla.

—No pienses darle cavidad a ese tipo de noticias hacia tu persona, es horrible, debemos decirles a los abogados que procedan. —dice mirándome de reojo esperando mi respuesta.

—Esta bien, además fomentan mucha atención femenina hacia a mí. —lo digo en voz baja, sin embargo, Grecia lo escucha.

—Exacto y no lo están haciendo de una buena manera, ¿acaso también te seguirán al baño?

Niego y camino hasta ella.

—Siempre fue así, nunca hice nada al respecto, me daba lo mismo antes de que llegarás tú. —respondí.

—Dejemos esas cosas de lado y hablemos sobre nosotros. —dijo envolviendo sus pequeños brazos alrededor de mi cuello.

—¿Qué es lo que quieres hablar?

—No quiero casarme con un vestido blanco, con un color beige o perla me conformo, además no quiero llegar virgen al matrimonio, no soy de las que se pegan a hechos pasados. —dijo y se mordió los labios.

‹‹Eso no te lo esperabas››

—Iré a darle de comer a Zac.

*____*

No podía concentrarme con tantos papeles en el escritorio, Andrea había manejado los temas con la empresa muy bien, sin embargo, hay mucho que hacer.

Cojo el papel y lo leo con rapidez, dejo mi firma a un lado y lo sello, así voy pasando al siguiente hasta quedarme con unas cuatro hojas, las cuales las rompo por ver en ellos los pedidos caprichosos de unos cuantos socios en el que piden un aumento en el ingreso de sus secretarias personales, cuando a ellos les toca esa parte.

Levanto las persianas y diviso a Grecia conversando con Alison, ella alza la mirada y sonríe, el reloj de la pared marca la seis de la tarde, salgo de la oficina y camino hacia ella.

—No te ocupes de los trabajos de otros. —dije al verla tan entretenida ayudando a Alison.

—Solo hago mi trabajo. —respondió.

—Ella solo es hipócrita, quiere que le brindes ayuda para que sea más libre y se esté pintando las uñas mientras tu perforas las hojas.

—Bueno acepto mi minuto de idiotez, solo quería ser buena ayudándola, pero gracias por el consejo.

Subimos al auto y maneje hasta llegar a casa, la cena ya estaba lista gracias a Giovanna la señora que había contratado.

Ella nos dejo solos luego de hacer la mesa, al termino de todo Grecia se retiro y fue al cuarto, yo ingresé al despacho de la casa a servirme un trago, el estrés ocasionado por el trabajo incesante del día de hoy hacía que mi cuello tronará cuando lo inclinaba de un lado a otro.

El toque a la puerta me atrajo a la realidad y voltee enseguida, Grecia tiene puesto un camisón color rosa, tiene el ceño fruncido mientras camina hacía a mí.

—Te noto muy estresado. —dijo ejerciendo presión suavemente en mis hombros.

—Lo estoy. —dije mirando fijamente sus labios.

‹‹Control››

Ella se sentó sobre mis piernas y acuno mi rostro en sus manos, tragué saliva y respiré profundamente, nunca había tenido tanto control en la parte sexual de mi vida, yo era el dominante siempre.

Uní nuestros labios, nuestros besos iban aumentando en profundidad e intensidad, ella rozo mi entrepierna y comprobó lo excitado que estaba, miré a sus ojos y fui introduciendo mis manos por debajo de su camisón hasta sacarlo.

Ella con rapidez de deshizo de los botones de mi camisa, sus manos tocaron mi cuerpo sin timidez, alcé sus piernas y la senté sobre mi escritorio, mis manos y mis labios acariciaron cada parte de su exquisito cuerpo con absoluta calma, el grado de excitación iba en aumento y el grado de descontrol en su cuerpo se vio evidente cuando lamia y chupaba sus pechos.

Nuestros cuerpos están al borde del deseo, cada caricia, lamida y besos nos empuja más a la orilla del abismo placentero.

Los labios de Grecia se abren levemente y susurra.

—Caigamos en deseo. 

***

Empieza lo +18 

siguiente capítulo subido de tono, advertidos están :) 

Hoy mismo lo subo.