Capítulo 13

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Dylan.

Las luces de las cámaras son lo que me permiten estar pendiente, mis pensamientos recuerdan esa noche, me había excedido al golpear a ese hombre, pero se lo merecía, como osaba en preguntar si Grecia estaba en el trato, las ganas de matarlo se vieron apaciguados por la presencia de Akram Berycloth el inglés había interferido en la disputa.

Mis puños se contraen repentinamente y Grecia lo nota, me mira directamente a los ojos tratando de descifrar lo que me está pasando o recorre en mi mente, entramos al interior de la grande casa, este lugar era espacioso.

Había muchas mesas y personas por doquier, pensé que mis tíos serían más sutiles a la hora de organizar algo tan repentino, después de doce años largos regresaban a Alemania.

Fruncí el entrecejo cuando veo la figura imponente de Akran Bericloth, vino a joderme el momento o arruinar el momento, justo aho..

***

Mario Donatto tiene en su rostro una gran cicatriz que lo hace más temido, pero se esconde detrás de esa fachada atemorizante, es el hijo consentido de Piero Donatto un ex accionista de las empresas Roquer, la sonrisa que daba a la hora de servirse el trago era ridícula, algo no iba bien era raro de que este me invitase a tomar muy tarde y en Londres su destino menos favorito ya que este había pasado tres años de su vida encerrado en prisión por haber atropellado a una anciana, nada que el dinero no pudiese arreglar las heridas de esa pobre anciana, fue difícil de convencer, pero como se ve está libre.

—Veo que llegaste bien acompañado a Londres. —dice tomando a sorbos de manera ruidosa su bebida.

—¿Qué quieres? —pregunto.

Me levanto y acomodo el botón del traje, camino hacia los asientos acolchonados y apego mi espalda, dos bellas mujeres intentan acercarse a mí, pero las detengo antes de que estas se sienten en mis piernas.

—¿Acaso esa mujer ya es tu dueña? —pregunta con burla.

Niego levemente la cabeza y me acerco a agarrar el vaso que está en la mesa, vierto el licor dentro y coloco hielos, mi garganta arde al tomarlo muy rápido.

—¿Podrías prestármela un rato? —dice mordiéndose los labios tiene el aspecto de un degenerado en lo absoluto.

Me levanto y estampo el vaso en la pared, mis puños se aprietan con fuerza, este piensa que es broma y empieza a reírse con fuerza las mujeres que lo acompañan pronto descubren que no lo es y salen de la habitación.

—Te juro que te la devolveré, anda hombre no seas tan malo, ella está muy bu...

Las palabras se quedan en el viento cuando mi puño aterriza en su mandíbula.

—¿Quién te crees para hablar de mi mujer de ese modo?

Los golpes son continuos, paro de golpearlo y lo arrojo al piso, tose sangre, me acerco a la mesa y tomo la botella, el golpe en la cabeza con la botella es lo suficiente grande como para matarlo si tan solo me atrevo a golpear otra vez más acabare con el heredero de los Donatto.

Arrojo la botella antes de causarle la muerte, por el momento necesito tranquilidad, no mataré al sujeto, un hombre está apoyado en el umbral de la puerta mirando todo, levanta las manos en señal de paz, puedo ver su cinturón que trae un arma.

—¡Gracias por no matarlo! —me dice con ironía.

Se acerca a Mario y lo levanta del piso.

—Su padre y yo tenemos negocios, si lo mataras yo tendría que matarte, aunque con lo que he observado eres un oponente fuerte e inteligente, soy Akran Berycloth. —su voz es netamente inglés, pero parece que maneja algo del idioma alemán, cuando se despide lo hace de ese modo.

***

Grecia agarra una copa de vino y se lo toma lentamente observando todo el lugar, su nariz se arruga y me apunta a alguien, él cual es mi hermano Adler.

—Tú hermano Adler sí que es muy penumbroso, tan solo verlo a los ojos ya causa frío. —dice con total sinceridad.

—Solía ser un niño travieso hasta los catorce, cuando fue creciendo se volvió más callado e intolerable.

Ella me mira con curiosidad.

—No creo que tu hermano haya cambiado de manera tan radical para tener la postura que tiene ahora, tuvo que haber pasado por traumas.

Grecia parecía entender todo lo que le decía y yo me sentía lo más cómodo y a gusto para hablar con ella, lo más difícil de entender conmigo mismo era que ella estaba haciendo que me abriera como un libro.

—Un suceso traumático envolvió a Adler cuando era un adolescente.

—¡Oh ya veo!

Observo a Adler acercarse con Arabella la chica que solía ser nuestra vecina y mejor amiga de Adler, ella era nuestra amiga de la infancia, pero era más especial para mi hermano.

—Ella es muy bonita, se nota que tu hermano ama a esa chica.

—No lo creo. —digo irónico ya que Adler suele ser muy frío ya que solo tiene sexo casual.

Caminamos hacia ellos.

—Hermanito. —digo riendo porque le molesta que le diga de esa manera.

—Hola.

—Veo que estas súper acompañado ¿Estás saliendo con Arabella?

—No te importa, te puedes ir.

—Hay no te enojes hermanito.—me fulmina con la mirada.

—Hola Bella, tiempo sin vernos la última vez que te vi tenías frenillos y el cabello más claro.

—Me alegra mucho volver a verte Dylan la última vez que te vi no tenías los músculos de ahora. —dice sonriendo.

Eso sí que fue un golpe estratégico y Grecia lo sabe ya que se ríe junto a Arabella.

—¿Pensé que no acudirías a la fiesta hoy y mira que me sorprendes?

—Así soy yo me gusta sorprender a las personas. —dice Adler sonriendo forzadamente.

—¿Y son algo o volvieron a ser amigos? —pregunto de nuevo

—No debe interesarte. —dice.

—Soy su secretaria por el momento. —responde Arabella con una gran sonrisa en el rostro.

—¡Oh! Pensé que eras su novia Bella, pero bueno eres la primera mujer que la acompaña así que un aplauso súper gigante.

Grecia me da un codazo y paro de reír.

—Deja de molestar a tu hermano. —susurra Grecia.

—Bueno dejamos de molestar nos vamos a buscar a los tíos. —digo y agarro la mano de Grecia.

Caminamos por el salón y no encontramos a mis tíos, buscamos en el jardín y ellos están ahí conversando con una pareja, caminamos hacia una mesa y ella coge un bocadito.

Los ojos de mi tía se iluminan con fervor y corre a darme un abrazo.

—No deberías correr tía. —le digo y ella niega.

—Llevamos años sin vernos querido, claro que estoy ansiosa de darte un abrazo.

Mira a Grecia con asombro y la coge del brazo para estrecharla en su inmenso abrazo.

—Debes ser la hermosa novio de Dylan, se ve que sí lo eres, mira como brillan los ojos de mi muchacho travieso y seductor.

—Soy Grecia encantada de conocerla.

***

Meine Rettung  [H.R.M.A. |+21]Where stories live. Discover now