Meine Rettung [H.R.M.A. |+21]

Capítulo 5

Grecia

Sabía que tenía que cambiar la forma de vestir, pero no tenía el dinero suficiente para comprar esas prendas adecuadas para el trabajo en la que me encontraba ahora.

—Grecia.

—¡Grecia! —escucho otra vez que pronuncian mi nombre.

< ¡oh! ¡Así que no era que estaba pensando ja!>

—Dígame señor. —lo miro y sonrió al haberlo llamado Señor vuelvo al rostro serio y lo miro a los ojos.

—Te acompañare a comprar tu ropa. —dice y fija su mirada en su reloj.

—Señor yo podría ir sola y escoger las prendas adecuadas para el empleo. —miento, la verdad es que no se nada de este tema, ropa ejecutiva no entra en la ropa que suelo usar, ropa casual es la que más uso.

—Se que mientes Grecia tus ojos te delatan.

< siempre saben que miento>

—¡No! señor—miento de nuevo agachando mi cabeza para no mirarlo.

—Yo te acompañare y te llevare a las tiendas que suelo ir. —dice.

Lo miro de pie a cabeza lo vuelvo mira y está claro que su ropa no es de una simple tienda de ropa, sino que es de esas tiendas de alto prestigio y muy conocidas en todo el mundo.

—Ya veo, pero como le pagaré, si apenas comencé a trabajar hoy en la empresa.

—El tiempo lo dirá. —susurra tan bajito que apenas lo escuchó

Veo como se está yendo y me dispongo a seguirlo.

—Una cosa más Grecia.

—¿Qué señor? —hablo apenas en un susurro.

—No me digas señor haces que me sienta viejo, dime solamente Dylan. —aclara.

—Claro lo llamare por su nombre.

Entramos en el ascensor y lo veo sin que él pueda darse cuenta, está conversando con alguien en el teléfono, sonríe cuando me ve.

< Tan guapo eres, que por tus poros podría decirte que sobresale tu belleza>

Llegamos al lugar donde suelen encontrarse estos sitios exclusivos para personas que sus cuentas tienen muchos ceros en derecha.

Veo como una chica se acerca a nosotros parece ser empleada de la tienda, pero no es como otras chicas que nos topamos hace segundos, se le ve que ella es muy gentil.

—Bienvenidos. —dice y sonríe.

Caminamos a la zona de ropas de mujeres donde encontramos miles de prendas hermosas y ropa interior demasiado sexy.

—¿Qué tipo de ropa desearía? —pregunta con una sonrisa en su rostro.

Iba a hablar cuando Dylan lo hace por mi tan rápido que ni puedo protestar.

—Trae prendas ejecutivas ceñidas como holgadas pero que no parezcan anticuadas que se acentué a su edad.

—Y las mejores prendas de gala. —dice y le guiña el ojo a la chica esta solamente sonríe y mueve su cabeza.

Esperamos a la chica que traiga las dichosas prendas veo todas esas prendas que son tan preciosas oigo como el me habla y volteo, señala las lencerías.

—¿Esa es muy sexy no? No combina con tu estilo. —señala unas prendas de color negro que tiene encaje y mucha transparencia.

—Si...—susurro