Capítulo 55

30.1K 2.3K 615
                                    

Dylan:

Me levanto con torpeza y empiezo a caminar hasta el lugar en donde se ha detonado la bomba, mis latidos se descontrolan y aun sigo escuchado ese largo pitido que se repite una y otra vez en mi oído.

Caigo de rodillas y trato de arrastrarme, sin embargo, mi visión es borrosa y de mi frente se desliza la sangre la cual ingresa a mis ojos, me limpio con el torso de mi mano.

—Grecia... —susurro e intento sonar más fuerte, pero mi voz no da para más.

Tomo una gran bocanada de aire y cojo fuerzas.

» Sé fuerte, no es momento de ser débil, Dylan.

Mi cuerpo aún sigue arrastrándose por el pasto, escucho la voz de Akran llamarme, pero no quiero voltear y perder mi tiempo cuando estoy yendo hacia donde ella estaba. Abro los ojos y me pongo de pie.

» Maldición, levántate. —me repito una y otra vez cogiendo una fuerza que parecía inexistente.

Me he golpeado la cabeza muy fuerte al caer y mis piernas apenas dan para caminar. Todo luce destruido en el campo, algunas hierbas tienen fuego prendido y otras lucen muy negras. Alzo la mirada y la busco.

Akran vuelve a llamarme, sin embargo, aun sigo arrastrándome hasta ir al punto en el que ha explotado los explosivos.

En el camino que recorro todo está destruido. Trato de buscar algunas cosas que me indiquen su muerte, pero al ver el retazo de tela, me quedo estático y sin saber como es que puedo respirar.

—Grecia. —Vuelvo a llamarla con la falsa esperanza de que ella pueda contestarme.

Alguien me sujeta del hombro y pongo una postura reacia a querer voltear.

—¡Lárgate, Akran! —exclamo con voz alta.

Es inevitable no ponerme a llorar mientras sigo arrastrando, me paso las manos por mi rostro una y otra vez para poder ver bien hacia el frente, sin embargo, lo único que logro es meter tierra en mis ojos.

Opto por ponerme de pie y agilizar mis pasos hasta el centro del campo.

Por mi mente pasa todos los recuerdos junto a ella y es imposible no quitarme de la cabeza: su mirada, sonrisa y la fortaleza que le caracteriza. En mi mente se repite una y otra vez "Grecia, esta viva" "Grecia, aún esta viva" la leve esperanza aun esta latiente en cada parte de mi ser.

Vuelvo a caer de rodillas y golpeo el campo con fuerza, grito con todas mis fuerzas y me siento impotente por no ser lo suficientemente fuerte para ella. Mis manos tiemblan, al igual que todo mi cuerpo. Los espasmos son realmente intensos, mientras más lágrimas son derramadas.

Me golpeo mi mejilla con fuerza y obligo a mis ojos a seguir abiertos, mis piernas caminan con total lentitud y con ese poco de resistencia logro llegar, sin embargo, cierro los ojos y caigo al piso.

No se cuanto tiempo es lo que paso estando yo desmayado, pero me llevo un gran impacto al despertar y sentir que ella no esta a mi lado y nuestro bebé aun no ha nacido, como el sueño que tuve hace unos breves momentos.

» Nada fue real, Grecia no esta a mi lado.

Siento golpes en mi cara, no son tan fuertes, pero logran hacerme reaccionar para poder despertar más de lo que ya estaba.

Al abrir los ojos puedo ver a un Akran, el cual luce muy golpeado y herido, si embargo, me ayuda a ponerme de pie, coloca mi brazo en su hombro para hacer de soporte.

—Ha muerto...—digo en un susurro con la voz temblorosa. —Grecia, ha muerto.

Akran tambalea y también cae de rodillas hacia adelante, mis manos cogen un puñado de tierra.

Meine Rettung  [H.R.M.A. |+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora