Meine Rettung [H.R.M.A. |+21]

Capítulo 29

Grecia:

Me separo del cuerpo de Dylan, pero este tiene su brazo en mi cintura, lo alejo de mí y ni siquiera se levanta sigue durmiendo como roca.

Pongo pasta en mi cepillo y me lavo los dientes, siento unos brazos rodearme mi cintura veo su reflejo en el espejo, el deja besos en mi nuca, se empieza a quitar la ropa y se mete en la ducha, me enjuago la boca y me quito el resto de pasta, Dylan extiende su mano para meternos juntos lo tomo y este se encarga de quitarme la ropa ágilmente.

Su excusa que nos bañemos juntos es la de que no debemos gastar agua, le hago caso a su excusa tan carente, ambos peleamos por el jabón, pero el luego gana extendiendo su brazo arriba y no puedo llegar así que por mi tamaño y mis pequeños brazos no llegan, una idea de loca se me cruza en la mente, pero no lo hago, estoy tan cerca de su amigo.

Él se encarga de pasar el jabón por mi cuerpo y yo hago lo mismo.

─Hoy me quedare contigo en casa. ─susurra cerca de mi oído.

Lo miro de reojo se lo que tramas picaron.

─Dylan por ahora no habrá sexo, estoy cansada. ─miento, pero en parte era verdad.

Sus ojos se ponen como los de un cachorrito, yo niego y la suelta un largo suspiro, sabe muy bien que cuando digo algo se cumple, me pasa mi toalla y me envuelve como un bebe, él se enrolla en su cintura.

Cuando mi cabello ya este seco, dejo la secadora a un lado, agarro la loción para evitar daños por el aire caliente, mi cabello parecía no crecer y si lo hacía era muy lento el proceso, así que trataba de protegerlo al máximo, aplico el hidratador en las puntas, llevo mis manos a mi nariz con intención de oler la fragancia que desprende el producto, mi olfato se deleita con el olor que emana, siento unas ganas de comer algo parecido, como un Cheesecake de fresca, es igual el aroma.

Dylan me mira con curiosidad, dejo el producto a un lado y voy hacia mi armario, me pongo mi ropa interior, pero la mirada de Dylan, intimida.

─Querido, sé que te encanto mucho, pero ahora lo que necesito es privacidad, no me vengas con esas como, ¡ya he visto cada parte de tu cuerpo! O ¡conozco cada centímetro de tu piel! ─explico y él sonríe, asiente y se da la vuelta.

─ ¡Gracias cariño! ─agradezco.

Me pongo un polo rosa junto a un pantalón azul, volteo a ver a Dylan el cual luce con un pantalón gris de algodón y una camiseta blanca.

─Vamos a desayunar.

─Quiero un Cheesecake de fresa Dylan, ─hablo y hago puchero.

El niega y apunta al desayuno, en la mesa ya está la comida preparada, pongo mis brazos en mi pecho, mi labio sobresale un poco, necesito ese Cheesecake, pero el me ignora, jala la silla para sentarme y yo renegando me siento.

Agarro un pan y lo unto de mermelada, Dylan bebe su jugo de naranja y luego se lleva un trozo de fruta a su boca, yo mastico el pan imaginándome lo que deseo comer, me lo acabo enseguida, agarro un tenedor y pico las fresas, intento llevarme a la boca, pero Dylan se mete.

─Come uno por uno, te puedes atorar con tantas fresas Grecia. ─yo lo miro con mala gana, quita las fresas que sobran y los vuelve a depositar en el plato.

─ ¡Ay! Eres irritante Dylan. ─le digo.

Me levanto de la mesa e intento llevar los platos, la que se encargan de limpiar aparece y me da una sonrisa, se lleva los platos.

─Iré al super, quiero comprar y saciar mi antojo de un rico Cheesecake y no me lo vas a impedir Dylan. ─trato de correr, pero el sujeta mi brazo.