Perdida

Capítulo 14: Fall.

—Anímate un poco— me molesta Sophie—, será divertido.

—No quiero ir al estúpido karaoke como cuando teníamos 15 años— dije poniendo los ojos en blanco—. Mira si tengo la brillante idea de volver a confesarle mis sentimientos a Will y vuelve a ignorar mis palabras por completo.

¿Así como estuvo ignorándote las últimas semanas?

Cállate.

Habían pasado dos semanas desde el pequeño incidente en el que le confesé a Will que estaba celosa y quise besarlo. Desde entonces, ambos habíamos hecho un estupendo trabajo ignorándonos; por alguna razón que aun no entiendo, se ponía nervioso cada vez que me acercaba y nos evitábamos como la peste.

Y estábamos haciendo un gran trabajo hasta que Ben encontró un karaoke cerca del campus y decidió que sería una magnífica idea que vayamos los cuatro como en los viejos tiempos.

—No quiero verlo— dije mientras alisaba mi cabello—, ya lo sabes; lo hemos hablado toda la semana.

—Irás aun así tenga que arrastrarte para que lo hagas— ordenó con nerviosismo.

Eso era raro, ¿por qué tanta insistencia en que fuera al maldito karaoke? A menos que...

—Me estás ocultando algo...

Creí que era una exageración mía, pero al ver la expresión en su rostro de que había sido atrapada.

—¡Me estás ocultando algo!— confirmé— Exijo que me lo digas en este mismo instante.

—¡Ok, sí te oculto algo, pero te prometo que te lo contaré cuando volvamos!— gritó histérica— Por favor, vayamos ahora.

¿Qué mosca le había picado? Creo que debía ignorarla por mi salud mental así que salimos de la habitación y subimos al auto de Will donde él y Ben nos esperaban.

—¿Por qué están todos tan nerviosos?— pregunté después del minuto 5 del silencio más incómodo de mi vida— Literalmente se nota la tensión que tienen los tres.

—¿Qué cosas dices, Val?— pregunta Ben riendo incómodo— Estamos perfectamente bien, mejor que nunca.

—Ay, no— dije pensando en la posible razón—. Por favor díganme que no me están llevando a una fiesta sorpresa por mi cumpleaños porque prefiero tirarme del auto antes de que eso suceda.

Era mi cumpleaños, sí, 18 años desde que había llegado a esta vida miserable. Todo el mundo tenía prohibido decir o hacer algo acerca de esta fecha. Cero celebraciones, cero regalos, cero nada. Era sólo una vuelta más al sol, nada por lo que hacer mucho escándalo.

—La primer y única vez que quisimos celebrar tu cumpleaños nos amenazaste con un cuchillo, créeme que nadie volverá a intentarlo— dijo Will riendo.

Vaya, era la primera vez que me hablaba en semanas.

—No los amenace con un cuchillo— dije ofendida—. Era un sacacorchos.

—No sé cuál es peor— agregó Ben.

Bueno, al menos la tensión en el auto había disminuido, pero algo me estaban ocultando y yo lo descubriría.

—¿Tú, William Turner, vas a cantar?— pregunté estupefacta.

En mi vida lo había escuchado cantar, así que enterarme que lo haría por su propia voluntad me tenía anonadada.

Sophie ya había cantado una canción de Selena Gómez y mi turno iba después de Will.

La noche iba bien, excepto por la parte de que todo el mundo estaba nervioso, creo que Ben está sudando de los nervios. Estoy empezando a temer lo que puede llegar a suceder.