Capítulo 33: the way i love you

20 2 5
                                    

— Hey- dije entrando en una de las habitaciones del hospital. 

— Valerie Lerner- dijo Leah sonriendo-, y yo que estaba yendo a la peluquería para que mi cabello se vea fabuloso.

— Y yo tengo este golpe cortesía del señor que te dejó aquí, otro día si quieres hacemos una competencia de estilos.

— Will- dijo señalando a mi novio que estaba sentado en una silla a su lado- dijo que recordaste este horrible tatuaje que me "aconsejaste" que me hiciera. Espero que la culpa te persiga por siempre.

— ¿Tú la convenciste de que se lo hiciera?- preguntó Will riendo- Ya me parecía que Leah no podía tener tan mal criterio.

— Oye- me quejé-, eso no es justo. Yo siempre tuve excelente criterio.

— ¿En serio?- preguntaron los dos a la vez.

Sí, bueno, digamos que no era la persona con mejor criterio en el mundo, pero tampoco para que me miraran así como si hubiera tomado siempre pésimas decisiones en mi vida.

Dime una que sea decente. Tan sólo una.

Bueno, de acuerdo, no era muy buena haciéndolo. Tampoco hace falta echarlo en cara.

— Lerner, estaba por llamarte- dijo la doctora Jim asomándose a la habitación-, hay que suturar una pierna, ¿quieres entrar?

— Sí, claro- dije, necesitaba practicar suturas.

— Perfecto, quirófano 4, apúrate.

— Lo siento, me tengo que ir- dije volviendo mi atención a ellos dos-. Espero que te mejores rápido, no quiero seguir viéndote por aquí- dije a Leah en forma de chiste y salí rápidamente.

— Hola- dije cuando entré al lavado del quirófano 4 y Jackson estaba allí.

Me ignoró olímpicamente y se metió al quirófano, como si yo no estuviera ahí. ¿Qué rayos le pasaba?

Vamos a ponerte en contexto, cosa que sabemos que te cuesta. Al pobre hombre lo enamoras, le admites tus sentimientos, lo dejas por tu novio y encima después le llevas a tu novio a su trabajo, ¿cómo quieres que esté?

Ok, de acuerdo, eso era bastante justo si lo poníamos así, pero él no dejaba de ser mi jefe, no podía simplemente ignorarme.

O quizás también puedas dejar de ir rompiendo el corazón de la gente así porque sí. Lo tuviste, lo perdiste, acéptalo. Por tu bien, el de Jackson y el de Will.

Eso era cierto, y me dolía. Me dolía muchísimo pero no podía seguir lastimando ni a Jackson ni a Will, ¿por qué estaba haciendo todo esto? Está bien, desde un primer momento supe que lo que me pasaba con Jackson no estaba bien, que no era correcto avanzar con ese tema; ya había engañado a Will en Las Vegas, aunque después de tanto pensarlo me di cuenta que quizás mis sentimientos hacia Jackson habían comenzado antes de eso; siempre me sentí atraída físicamente hacia él- quién no- pero de algún modo también lo había empezado a ver de otra forma, creo que fue la primera vez que me di cuenta que podría estar con otra persona que no fuera Will.

Pero por otro lado, Will era el hombre casi perfecto. Era bueno, cariñoso y lo más importante, me quería muchísimo. Él era lo que cualquier chica podría pedir, incluso he llegado a hablar con otras chicas de mi edad que me envidiaban haber encontrado al hombre de mis sueños tan rápido, pero de algún modo sentía que mis sueños habían cambiado. Como si Will siguiera siendo el hombre perfecto, pero no para mí.

— Lerner, ¿estás cantando?- preguntó el doctor Creg, sacándome de mis ensoñaciones.

— Ay, lo siento mucho- dije totalmente avergonzada-, estaba muy concentrada, no me di cuenta. Lo siento, no volverá a suceder.

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora